del 21 al 27 de febrero de 1997 / 9 Ernesto Zedillo recibirá en abril a Bill Clinton para aplicar fórmula anti-narcotrafico I dispuestos a pagar lo que sea necesario a los agentes corruptos, para mantener el “comercio” de drogas a Estados Unidos “y a los que no pueden comprar, los mandan matar", señala el reportaje titulado “frontera sangrienta”, cuyo portada reproducimos en estas páginas. El artículo añade que “por México, los cárteles de las drogas han utilizado ciudades fronterizas como Tijuana y Ciudad Juarez para enviar toneladas de los narcóticos que se consumen en Estados Unidos”. Pero en la frontera nunca se conoce el grado de impunidad y corrupción que en los últimos 12 meses han traído, en agentes del Servicio de Inmigración y Naturalización y de la Aduana ubicados en San Diego, California y El Paso, Texas. Agentes de la Agencia Antinarcóticos norteamericana (DEA, por sus siglas en inglés) dicen quen la situación no ha estado así desde 1985, cuando el agente Enrique Camarena Salazar fue torturado hasta su muerte por traficantes mexicanos- y sus cómplices policíacos. “Asusta” ese recuerdo, dice un oficial del gobierno anterior (Administración de George Bush), “porque lo que pasó con Camarena es un incidente que igual podría pasar de nuevo.", pues las amenazas de muerte contra agentes norteamericanos han aumentado el cuádruple en los últimos tres años. El mes pasado, el administrador de la DEA, Thomas Constantine prohibió a los agentes bajo su cargo, cruzar a lo largo de la frontera con México en absoluto, después de que gobierno mexicano advirtió que sus agentes no podían llevar armas de fuego. La imagen de México y Estados Unidos está en una dura prueba, antes del 1 de marzo fecha tope en que el Presidente Clinton debe decidir si certificar a México como un país que “coopera totalmente” en la lucha gubema-mentalk contra el tráfico de drogas, agrega el artículo. Menciona que la administración del presidente Ernesto Zedillo tiene a su favor una reciente modificación legislativa en la que castiga el “lavado de dinero” y se sientan bases más firmes para combatir el crimen organizado, a raíz de la declaratoria de que el narcotráfico es un problema de seguridad nacional en México. Establece el artículo que “políticamente, [la recertificacion] es una conclusión previsible, México ha dado importancia económica; y la [decertifi-cacion] activaría sanciones e incluso rechazo de ayuda y préstamos”. El Presidente Clinton planea un viaje a México en abril, donde eventualmente se reuniría con el presidente Zedillo en Mexicali, capital de Baja California; y junto al zar norteamericano de la droga, general Barry McCaffrey, llevaría ofertas para aplicar una fórmula cauta en el combate, “sostenemos que hay formas concretas de cooperación” dice, pero agrega, “hablamos de una década de esfuerzo largo.” Los grupos de narcotrafícantes en México están ahora como los más poderosos del mundo, incluso son superiores que los grupos de Colombia, señaló Constantine, “Algunos en la DEA quieren descertificar a México, otros en el Departamento de Estado defienden la certificación”, agregó. “Estaría duro para alguien decir con una cara recta que el gobierno mexicano toma acción eficaz contra los mayores traficantes de la droga” argumenta el anterior administrador de la DEA, Robert Bonner. Un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México estima que los carteles gastan $500 millones de dólares al año en sobornos. Esté dinero es bien gastado. Se compran órdenes policíacos y vendieron protección, en tarifas que dependen del horario del cruce de la droga hacia Estados Unidos. En la península de Baja California se destinan 250 millones de dólares y los sobornos son previsibles por las diferencias de sueldos: Un comandante hace $900 dólares por mes; un policía regular, $300; y un soldado, $190. Un guardia personal de los narcotrafícantes hace entre $2.000 a $3.000 dólares por semana. Contra este tipo de dinero, México repitió el esfuerzo por limpiar su casa, incluso despidió al 28 por ciento de Agentes federales (PGR) desde 1994 y la detención reciente de funcionarios militares por estar vinculados en labores de protección al narcotráfico es un buen síntoma. LA CONEXION AMERICANA Trabajo bueno: $1 millones de parecer la otra manera El lugar de la muchacha adolescente al lado de un Honda Civic en un área de la inspección del Puente de las Americas, en El Paso, Texas, muestra una pequeña señal de como agentes de Aduana ejecutan lo que aparece como una búsqueda bastante superficial en el automóvil. Como los inspectores alzaron la capucha de su cano de un empujón y movieron sacos que llevaba en el asiento, la joven estudiantes de secundaria de 17 años de edad, quien bromeó y coqueteo un poco con los Agentes masculinos, al momento de ser parte del 10 por ciento de los carros que son revisados al pasar de México hacia Estados Unidos. Pero cuando los inspectores llevaron al perro guardián para que olfateara, la sonrisa se volvió un ceño y una sonrisa de desprecio. En pocos minutos, se llevó las manos al rostro, pues los Agentes encontraron bultos de marihuana en un compartimento falso del auto de la jovencita. En total eran 33 pequeños bultos de la droga cuyo valor en el mercado alcanzaría los 35 mil dólares, en lo que significa un auténtico caso de temor para las autoridades norteamericanas por la forma en que cruza la droga hacia su territorio. La mayoría de los vigilantes de las Garitas de entrada, tienen preparación militar y estuvieron en combate por lo que dicen que la guerra de la droga en la frontera les recuerda a la guerra de Vietnam: “Nunca sabes quien es el enemigo. Abuelos en RVs, hombres de negocios en trajes azules, jóvenes juniors, adolescentes en Honda. Todos contrabandistas. Pero es más alarmante conocer que los oficiales a lo largo de la frontera -sus compañeros- vinculados al narcotráfico, pueden ser reconocidos como enemigos en la mirada. La corrupción se refleja de manera más común en el pago a agentes de las Garitas para que dejen pasar embarques sin revisar los canos, y aunque es imposible fijar la magnitud de la corrupción, todo mundo está de acuerdo que el problema es malo y se pone peor. • En los últimos dos años, se han acusado en las Cortes Federales norteamericanas, a 32 oficiales por corrupción relacionada al tráfico de drogas, de los cuales se han declarado culpable a 18 de ellos. Pero se espera que se emitan más denuncias en contra de agentes corruptos. MANZANAS MALAS Las agencias federales envueltas en los problemas de- corrupción consideran