18016 NIC* ACION prendido» en Inez tensión da terrenos que el (loblerno ha vendido A Poaraoe, lo mismo que aaoedió A lo» habitantes del pueblo de Ünfsapan. L» üompa* ni» American# "Taltun Kmbry” oom pró un terreno llamado San Miguel Temoloapam,—hoy “Plantación Baltb moro»” y ‘Plantación han Miguel, y lo» representante* d» ia Compañía consiguieron que el antiquísimo pue* bio Ifnlaapan fuese reducido A la oato-Soria de oongregsciónooo el objeto de isolverio. Ahora van A poner alambrado en ese terreno para meter ganado, quedando loe habitante» materialmente encerrados. Lo mismo ha sucedido á loe habitantes de lo» pueblo* comprendido» en lo» terrenos del Istmo de Tehuantepec, donde ios A-merloano* cuentan con más de doscientos kilómetros en cuadro de propiedad** raíces. Esos terrenos han sido adquirido* con perjuicio de lo» mexicano», y Porfirio Díaz ha consentido todos los atropello*, porque él obtiene dinero mientras pasa la Patria rápidamente á poder de loe extranjero*. Loe habitantes de Riveras Colorada», en lo» alrededores del Municipio de Minatitlán, tuvieron que abandonar su» casas porque el americano Higgs se hizo dueño de loe terrenos que ocupaban. Del mismo modo han ■eido disueltas las congregaciones de Uspanapa y otras. Poco falta para que el Istmo de Tehuantepec eea completamente americano. Ahí ee encuentran Plantación Rubio, Plantación Filisola, Plantación üxpana, Plantación Rivera Colorada, Plantación Santa Alejandrina,—comprada recientemente por Pearson,— Plantación Baltimore, Plantación San Mguel, Plantación Dos Ríos, Plantación San Carlos, Plantación Soiosúohil, Plantaoión La Oaxaqueña, Plantación Colombia, Plantación Uoero, Plantación Amate, Plantación Tolosa, Plantaoión Iris, Plantación Rio Vista,Plantación El Corte, Plantación Los Soldados, Plantación Buena Vista y un sinnúmero de plantaciones más, adquiridas con notorio perjuicio de humildes mexicanos que se han visto obligados á abandonar á los americanos los terrenos que ello» ocupaban y aprovechaban desde tiempo inmemorial. ' Por la extensión de terrenos ocupada ya por los americanos en el Istmo con la ayuda y beneficio de Porfirio Díaz, se puede calcular el porvenir Sue está reservado á esa porción de erra mexicana. No hay ninguna región de Im República donde loe americanos hayan adquirido mayor extensión de terrenos que la del Istmo. ¿Qué significa eso? ¿No quiere decir que ee prepara una desmembración del territorio nacional? El Istmo de Tehuantepec e* tan codiciado y tal vez más que el de Panamá, porque su posición comercial es más ventaj >sa y en sus terrenos hay riquezas Inmensas. Porfirio Díaz no solamente es ladrón; también ea traidor á ¡a Patria No eetá lejano el día en que veamos ocupar militarmente el Istmo de Tebuante-Seo y tendremos que sufrir la misma umlliación que Colombia al ser despojada d* Panamá, ¿Y ante el peli-. gro inminente de ver ultrajada la in- f _ ...................._ - ee sonroje de oír llamar ladrón y traidor al que por enriquecerse noe entre . ga atado» de piee y manos á la domi nación extranjera? En la mayor parte de las finca» del dos monstruos. pnocESO DEL EX Lo* replete* **tán de piáosme*. Ylo**ián, porque lee el roo!dad** que hen dado triste oelebrlued á Olegario Molina, e*fán procurando el olentiflolemo el deepreetlglo y le odio* sided que procuraron al reyiemo loe Inauditos y deioaroado» orímene* del chacal d* Nuevo León. H* tenia á Bernardo Reyes por el prototipo d* le berberí*, por el modelo del salvajismo. Loe atentado» in concebible* que burdamente cometió Bernardo Rsyee cuando fué ministro de la Guerra, loe asaltos á club* libe ; ralee, loe prooeeo* militare», la desenfrenada persecución á la preñes, y finalmente, la espantosa hecatombe del 3 de Abril en Monterrey, con que Bernardo Reye* aseguró. *u perpetuidad cuando volvió al Gobierno de Nuevo León, dieron á este elnientro persona-te la fama de ser el má* desalmado y •ratal de lo» opresores del pueblo mexicano. Aunque se sabe perfectamente que todo» loe servidores de la actual Dio* ' tadura rivalizan en desenfreno para oprimir, se dió por hecho que Bernar do Reyes aventajaba á ios peores y se más ligero examen1, misterios mal ve-creyó que no habría en México nin- lados que luego se descubren y p gún otro déspota que superara, ó igua- can indignación. Exteriorizan ís GENERALDELGADO Ruidoso» proceso» contra prominente* miembro* del Ejército, turban de ve» en cuando la quietud enerven-ce que reina en cuarteles y circules militare» y dan páJUio A la caneara pública que se Inflama y revienta en sorda» condenaciones. ; E* motivo de conjetura» y asombro que en esta época ae grosero milita neme, de groseras Inmunidades para lo» dignatarios entorchado», ocupe el banquillo de las responsabilidades un afortunado hijo de Marte, un soldado de eso* que por su» aptitudes de mando y obediencia ai superior, ó por e-fecto de mero favoritismo, logran levantarse sobre su» compañeros de armas y conquistar alto» rangos. Tale» proceso» han servido y sirven para arrojar al escándalo púohco, frágiles reputaciones que se quiebran al lara siquiera, ese espíritu salvaje y sanguinario qua ha distinguido siempre ai execrado jefe de ia facción re-y lata. El reyiemo, pues, se desprestigió grandemente y se hizo especialmente odioso, má< que por otros motivos, por el de tener á Bernardo Reyes en su seno. Los reyistas veían esto con dolor, pero nada podían hacer sino a*-guantarse, pues por más que lo desearan, no podían acuear á ningún “científico” de cometer atrocidades como ¡as de Reyes. Hoy la situación ha cambiado. Con motivo de la campaña electoral en Yucatán, se ha dado á conocer Olegario Molina, conspicuo “científico,” como hombre capaz de competir con el afamado Reyes en el terreno del crimen y la barbarie Molina desató furiosas persecuciones contra los que se oponían á su reelección, que eran Lodos los yucatecos; encarceló ó consignó á las armas á los miembros de Clubs antl-resleccionistas; arrojó á lo* calabozo» á lo» escritores indepen diente», que todavía continúan en prisión: y por sus órdenes, se derramó en Kanasin la sangre de honrados ciudadano» y en la Estación Central de Policía de Mérida fué asesinado el anti-reeleccionista D. Abelardo Ancona. Beto, aparte de los cínicos latrocinios aue, al amparo del poder, cometen Molina ó sus pariente», y aparte también de que dicho científico es esclavista y protector de los que, como él, roban al jornalero, lo azotan y, con frecuencia, lo matan. Tal personaje bien puede ponerse frente á frente de Bernardo Reyes y disputarle loe siniestros laureles que ha recogido asesinando al pueblo. Antee se decía: el cientificismo ro-be, pero siquiera no asesina como el reyiemo. _¿oy no puede decirse tal cosa. Ole- tegrlúad nacional habrá alguien que » ru —* -a- 11.w Hoy no puede decirse tal eos*. Ole- gario Molina ha surgido para demos-" trar que, en materia de barbarle, el cientificismo no es en nada inferior al reyiemo. mmo, hrd7MTm.xi^ñ;. mismo bestial tratamiento que reciben loe । ° leclavoe de Yucatán y de Valle Nado- ?°* ee hayan hecho ya tam. nal. Se golpea á loí trabajadores y bién aoreedore. A e.a repul.ión inflni-aun se lee*mita impunemente. Se han ta qUelneP,ran lo» hombre, ó lo. gradado oteo» en que extranjero, maten Poe manchado. oon *• sangre de eu» á garrotazo* ó á balazo» X trabajado- , RH™eJ a- 4 Loe reyistaa eetán de pláceme», por-Eu" muohaT'de 9ae ya qae no PQd,eron elevarse hon-¿ámente .obre lo. “científico.” »e tete un Gobierno netamente militar. ???,?jTmanL oa.and1o ™enoe» ®on 3a® re» mexicano», ein que se haya cas ti-f'ado á lo» asesino». En mucha» a» colonia» americana» del Istmo pos manchado» con ia sangre de sus Loa' rey is tas eetán de pláceme», por- •rovo-,.r__ a» mi- serias del cuartel y las bellacas coin-binaciones que ee urden en el Ministerio; ya la crueldad troglodítica de un Mainero que para disciplinar ásus subalternos loe sujetaba á eoplicloa atroces, obligándolos hasta comer excremento, ó ya el cinismo de un Delgado que en complicidad con el Bub-ee-oretario de Guerra, explota á la Nación con científica codicia. En cada uno de eso» procesos que hemos dado en llamar célebre», algo podrido ee palpa con repugnancia y lo» espíritu» recto» tienen oportunidad de convencerse que el pastel de Guerra merece loe honores de una escrupulosa desinfección. En el proceso del ex-General Delgado quedó plenamente comprobada eu delincuencia, al grado de qne la defensa no la niega y se limita á pedir, tomando en consideración el tiempo transcurrido, que ae dicte auto de sobreseimiento en el Juicio, por haber proscripto la acción penal. Delgado era Jefe del Batallón de Zapadores y gozaba de privanza en ia» esferas oficiales. Bajo »u dirección se llevaron á oabo varia» obra* en el Palacio Nacional, Cuartel de Zipadoree, Parque de Ingenieros y Cuartel de Gendarme» del Ejército, defraudando ai Erario en cerca de $80,000.00. En U calle del Alamo de la Ciudad de México, edificó una casa en terreno» de eu propiedad, con materiales del Ejército y aprovechando loe servicio* de soldados que estaban bajo eu mando. Robaba furiosamente como la mayor parte de loe tuncionarioe público» y ein preocuparse por ocultar su» acto». Tenía la convicción de que obraba como eus superiores y no consideraba ñor qué, siendo fiel y conspicuo servidor de la Dictadura, ee le pudiera excluir de ia ley de impunidades. A-demás compartía el fruto de su» rapiña» con prominentes personajes y ee ta circunstancia ahuyentaba de su espíritu toda sospecha de peligro. Sin embargo, sus latrocinios fueron denunciados con gran e*cándalo y se vló envuelto en un proceso denigrante. Hasta ia fecha no ha expiado eu culpa, no ha oompurgado en el presidio eu falta de respeto á la propiedad agena; pero eu prestigio rodó por el lodo y ee hundió para no volver á fio- I mió olnoo año» para dar lagar á que *e diotara »obreHÍmienk>| Mainero fué condenado á largo cautiverio; pero ¡oh*aro**mo! mientra»el entonce» órgano oficial de la fieoretaría deGue* rra, ''El Popular,” noticiaba el Ingreso de Mainero á Bin Joan de Uiúa, éste oeleoraba en Monterrey fiesta» báquica», acompañado del eabueao de Bernardo Reve», el improvisado Coronel Ignacio J. Mendaz 4. 81 la conducta depravada de alguno» militare» ofende la dignidad del Ejército, la conducta de Porfirio Díaz impidiendo que sean castigado» lo» Jefes sorprendido* en delito, ia ofende más todavía. Eb ultralente para el honor militar que loe Mainero y loe Delgado queden *m castigo después que su re-fiutación de soldado fué devorada por nfamante publicidad. Hoy se trata de rehabilitar ai ex-Ge-neral Delgado y ios dignos miembro» del Ejército deben protestar contra ese ultraje que les amenaza. 81 Delgado no va al presidio, que tampoco vuelva al puesto que deshonró. El lugar de lo* foragidos no está en las filas del Ejército.1 Díaz siempre ha confundido la misión del soldado con la misión del bandolero. Salteador de la Patria, llama bizarras virtudes á toe arrojos del salteador. Se juzga un gran soldado porque jamás se ha estremecido al cometer una infamia y hace extensivo tan benigno Juicio á todo» loe que como él alientan una conciencia purgada de escrúpulo». Por eso ee ha mostrado siempre a-migo incondicional de loe hombre» sin escrúpulos; por eso más de una vez ha convertido en Jefe* del Ejército á jefes de gavilla. Manuel Aiarcón se inició de merodeador y ac#bó de Coronel, Mudo P. Martínez de capitán de salteadores ascendió á General, José Delgado por *us ha illdade* para defraudar á fia Nación obtuvo tan rápidos como inmerecido» ascensos, y Bernardo Reyes, pontífice del crimen, alcanzó la banda de Divisionario. No será extraño, pues, que Díaz rehabilite á Delgado. El hombre que mil vece» ha ofendido al Ejército, probable e» que hoy lo baga sufrir una nueva ignominia. Ante eso» oprobio», el elemento sano del Ejército, lo» eoldado» que han abrezado ia carrera por noble vocación y prestado á la Patria abnegado» servicio», lo» laureado» veterano» del glorioso ayer y loe jóvenes guerrero» que son una garantía parael porvenir, todo» loe que tienen vergüenza y han hecho de eu espada un símbolo de honor, arden en indignación y en muda* reprobación**. Díaz provoca *n todas partee el descontento, y el descontento colectivo es fatal para lo» tirano». •o á lo# emer Icefloe, #on libree re embrlayarae haute dar n Mucho# Jefe# americano# completo estado de ebriedad, a idan vigilando á loe meslcan para qne oo beban una copa. . mexicano no le ea lícito beber 1 na copa, en cambio loo amerlc|-noa *e embriagan como cerdo!, Loe empleadoe americano» tratan deapótlcamente á loa mexicK-noa. Como caei aiempre -eetáii eso» empleadoe bajo la influencia del alcohol, non injuatoa y aobef-bio», sin que haya autoridad pí fuerza que loe contenga, ptiea la# autoridades eetán siempre del lado del americano, imitando 14 actitud eervil de Porfirio Díaz. En el Ferrocarril de Tehuantepec se abusa también del público. Siendo americano# zafio» lo» conductores, no conocen el español, y lo que irrita es que á los pasajeros ae les obliga á entenderse en inglés, porque de lo contrario tienen que sufrir mil molestias. He aquí todas las humillaciones que tenemos que sufrir en nuestra propia casa, únicamente porque á 1a Dictadura le conviene tener gratos á los americanos, de quienes recibé, en cambio, dinero y apoyo. February Utb, 1D06 flubecrlptlon retw: Per 6 month». . Bdltor end Proprietor! Antonio 1. VfLLAaaiAL CONDICIONES: •abeoripotón, para Méiioo, val. |e.o» I plata, por afio y 11.75 por eemw.tr.: V pera loe Betadoe Unido, loe precio» arriba indicado.. A loe agente., ee lee hacen deecuen- i toe eepeofelee. 1 Loa envíos de dinero pueden hacerse por Giro Postal Interna- / cional, por Express, en Billetes tí \ Ordenes de Banco 6, en último < caso, en Timbres Postales. lee eerw.ee ... recibe. NEOENEN*. 1 Pora todo asunto dirigirse al Dirteler. NOTX.-N» SE SERVIR* NINGUN PEP" ‘ DO SI NO VIENE ACOMPAÑADO DE VALOR. El Terror de Diaz El Dictador, en su viaje á Yucatán no quiso detenerse ni un minuto en la ciudad de Vera-cruz, según no» cuenta la prensa. No quiso ni pisar el suelo della Heroica ciudad; no quiso verla ni mucho menos ver al viril puefylo que la habita. Para que el Dictador se sintiara tranquilo y estuviera lo más lejbs posible del pueblo de Veracruz, se construyó especialmente para ¡el caso un tramo de vía, de la Estación del Ferrocarril al Muelle, para que Díaz pudiera pasar -á-{^idamente del tren al barco qtie o esperaba. No se sintió el Autócrata con valor ni para recor ir entre el pueblo el pequeño tray c-to que hay de la Estación al m r: para evitar la presencia de lo» e-racruzanos—ó su presencia á ps veracruzanos—aun ea tan peq teña distancia, el Autócrata prefijó que se gastara dinero y trabajo en la construcción del tramo fie vía referido. Lo que ha hecho el Autócr es ridfoylo. Natural hubiera El Magistrado de la la Sala q Tribunal, Lie. Romualdo Dávila ■ de la Peña; el Diputado Encarna- \ ABUSOS EN LOS FERROCARRILES. El Gerente de la Plantación,—yankee naturalmente,-—ee la primera autori-dad y nombra las autoridade* que le | A®- convienen. La arbitrariedad, ia inquina al mexicano llevada hasta la crueldad reinan en esa desventurada región del paíe que de hecho ya no es mexicana. No oreemoe pue haya mexicano de corazón bien pueeto que deje de indignarse contra la tiranía al darse cuenta de loe torpes manejo* de nuestros mandatario* para entregarnos á la esclavitud extranjera ’ D h llegará en 3ue extranjero» Insolentes nos implan el paso por loe lugares en que nuestros antepasado» fueron libre»; dia llegará,—á no impedirlo loe hombres de corazón,—en que la raza mexicana aea una raza de ilota» ein má* derecho que el de poner la» espalda» para recibir loe latigazo» de »us amos; y ese dia ee acerca velozmente, día de sombra» y de infamia en que ee 'escriba la última página de nuestra degradación, porque no hemoe eabido tachar, porque no hemoe eabido ser -digno» ni virile». Entonce» no tendremos ni un pedazo de tierra donde ee dé sepultura á nuestro» cuerpo», y dejaremo» por herencia A nueetroe hijo* nueetra humillación y nuestra deshonra. ¡Y todo por no haber sabido perecer como leones! 81 estamos condenado» á deeaparecer bajo la onda rubia que nos invade, desaparezcamos con jízrloria. Que no esté reservada para México la agonía silenciosa de Colombia bajo lae garra* de negociante» y pirata». El Dictador ee cubre de oro, de oro amasado con el hambre y el dolor del Jiueblo, y con él se enriquecen todos os que, gracias á sus pueeto» oficiales, tienen el derecho á alargar la mano para apropiársele lo ageno. ¿Permitiremos que ee nos robe más? ¿Per* mitiremos que ee noe venda al extranjero? bus contrario* loe igualen en ignomi- que el cientificismo. Gracia» á Olegario Molina, que está tratando de su perar á Reye», loe do» grupo» aparecen igualmente odioso» porque en lo» do» ee ve el mismo espíritu criminal S sanguinario que antes se con.ldera-a exclusivo del reyiemo. Todo esto también no» congratula á nosotros, hasta cierto punto, pues exhibiendo á Reyes Junto á Molina, po* dremoe fácilmente probrar, contra lo que creen alguno» cándido», que“cien. tífico»*’ y reyieta» ion igualmente salvajes en sus método» de opresión, y que tan peligroso» son unos como lo» otro» para la Patria. Privilegios de los frailes. “El Colmillo Publico.” Los frailes gozan de derechos que no tienen los trabajadores. Hay hombres honrados que necesitan hacer algún viaje, ya para buscar trabajo en otro lugar del queseen-cuentran 6 bien para estar cerca de algún pariente gravemente enfermo Algunas personas pobres, necesitan hacer igualmente un viaje, porque estando enfermas, un cambio de clima les sería provechoso. Si alguna de esas personas solicitase un boleto de ferrocarril, sería rechazada y se le avergonzaría públicamente. Pero los frailes tienen privilegios de los cuales no pueden gozar los hombres honrados. En el Ferrocarril de Tehuantepec los enaotanados disfrutan de pases libres, se dice que por la influencia de la mujer del Dictador, y lo creemos, pues sabido es que la Carlota Moderna es protectora decidida de los vagos de sacris- E» el mejor semanario Independiente de caricatura», que trata con absoluta imparcialidad lo» asunto» político» de México. Recomendamos á lo» liberales esta importante publicación, que por su virilidad y acierto se ha colocado entre la» primera» de la prensa independiente. El precio de subscripción, demasiado bajo para el mérito del perlé dioo, ee como sigue; Para los hombres honrados no hay en nuestra Patria ninguna protección; es necesario ser bribón como los frailes para medrar, para ser personaje distinguido y obtener favores especiales. La solidaridad del crimen uneá los opresores y los hace fuertes sobre el pueblo disperso y hambriento. ¡LEASE REGENERACION! Toda oorreepondencia deberá dirigir»» al Administrador, Sr. Peder loe Pérez Fern Ande». San Ildefonso N® I Májdoo.D. F Vean.. las condiciones De ninguna manera debemos ver en este asunto un acto do moralise olón ejercido por la Dictadura; uo propósito de oaetigar, aunuue aea levemente, al culpable, y de impedir con ese ejemplo de represión, que en lo sucesivo se registren nuevo» delito». Nó. El proceso Delgado obedece á fines bastardos: ee la expresión morbosa de intrlguiilae ¡ m a ciega», el fruto enfermlso de envidia» que germinan en pechos sombríos. Por cuestión de inteeeeee, un bando de preteríanos ligado á jesuítica» e-mlnenoiae de la política, ee proponía efectuar un cambio en el personal del Ministerio de la Guerra. El Sub-se-cretarlo Escudero estorbaba para oierta» maquinaciones y era necesario suprimirlo. Delgado era gran amigo de Escudero y esa intimidad con el Jefe qu* ee trataba de nulificar, lo perdió. Sus robos eran público» y notorio»; pero nadie hubiera fijado la atención en tan trivial aeunto. de no existir el plan á que noe referimos. Se necesitaba asestar un golpe de audacia para precipitar la caída del Sub-secretario Escudero y el golpe ee asestó certeramente, denunciando loe fraude» que cometía eu cómplice y protegido José Delgado. Este fué confinado en una prisión por breve tiempo y Escudero renunció ia Sub-eeore-taría para no volver á aparecer en el escenario político. La mejor prueba de que la Dictadura no trató de deeagraviar la Jueticia en el caso que noe ocupa., la encontramos en el hecho de que Delgado, en ves de extinguir una condena equitativa, obtuvo la libertad bajo fianza poco tiempo después de su encarcelamiento y pasó con el carácter de Jefe Político á prestar eu* servicio» en un Distrito del Estado de Chispa». Bajo el reinado de Tu x te peo Bolamente han eido castigados loe Jefee militares que conspiran contra el despotismo ó que se niegan á acatar consignas. Loe delito» de Delgado no eetán comprendido» en eea categoría y por eso no corre peligro de a-rrastrar en presidios el grillete de su culpa. A ia misma razón obedece que hayan quedado impune» la* incalificables infamias con*urpada* por la beetle ma* cruel del mhitariemo, el Coronel Mainero. .• • • Los prooeeoe de Mainero y Delgado han conmovido fuertemente la atención pública por la grave culpabilidad que enojerran y por la posición social de los acusados. Sin embargo, en ambo» caso», ¡a desilusión ha sido tremenda para loe que anhelan que la ley ee aplique ein miramientos ni dletin goe odioso». Delgado en castigo á eu» prevarioacionee, obtuvo una Jefa-tura Política en el Estado de Chispas y al monstruoso Mainero, en ves de la pena de muerte que merecía, ee le condenó á la vida privada, á regodearse en la roigan»», ádisfrutar de riquezas y oomodidadee que ofenden al de coro nacional. Ambos prooeeoe se instruyeron por mera fórmula, porque gueta de eea» tarea» indigna» el tartufo Dictador. Bl prooeeo I>e gado dar- Es proverbial el despotismo con que son tratados loa empleados ferrocarrileros - mexicanos, por los americanos que desempeñan puestos superiores. Hay que saber que para los mexicanos se destinan los trabajos más pesados y más mal retribuidos, en tanto que los americanos tienen los mejores empleos. Se da el caso de que un americano tenga que desempeñar alguno de los empleos que están destinados á loa mexicanos, y entonces se comprueba el menosprecio en que se nos tiene á los hijos de México, pues al americano se le paga ia sueldo mayor que el que ganan loa mexicanos por desempeñar las mismas funciones. Lo que ocurre en todos los ferrocarriles, es lo mismo que ocurre en el Ferrocarril de Tehuantepec. Loa mejores puestos en ese ferrocarril son para los americanos, aunque sean estos unos ignorantes. Para los mexicanos quedan los oficio» más rudos, co- i-de que se detuviera algüna» hoiks en Veracruz, qué visitara esa du dad, de bastante importancia, Siquiera por cortesía para con habitantes. 7* _____________1 de llevar prisa, como parecía la llevaba Don Porfirio, no h Pero aun en el cí»o ue ón ti- a de tirar nuevos rieles para rrarse cinco minutos de esta en Veracruz. Lo natural hub sido que el Dictador y su co va se hubieran conformado ion llegar á la Estación y dirígese luego al Muelle, ya aue tan afe-suradosiban. No hubieran fal tado carruajes que loa hubitfan conducido. Pero el Autócrata no qui brar con sencillez, y prenri nerse en ridículo, haciendo truir un camino especial q permitiera pasar del tren a Jue, sin interrupción, y »obr o, sin ver á los veracruzan ser visto por ellos. ¿Por qué tanto terror? Es que en la mente de Po Día» se levantaban los fanta de los que mandó asesinar el morable 25 de Junio, en Veragüe, y debe haber temido el cri nal que su presencia provocara n el pueblo ofendido la tentación c * tina tardía represalia. o» u- ni rio Pragedis Peña Flores y el Conser-e de la Recaudación de Rentas, Soero Dávila, son todo» parientes cercanos, tíos, sobrino» o primos hermanos. Román Cabello, Juez de Letra» Civil, es primo hermano del Diputado Juan Cabello Siller, y el mismo parentesco une al Diputado Everardo Rodríguez con el Magistrado de la 2a Sala, Andrés | Rodríguez Flores. El Juez de Letras del Ramo Penal, Eduardo Durán, es hijo de Joaquín Durán, Director de la Penitenciaría. Esas familia» influyente» consideran el Gobierno como cosa < propia y cuidan de su inalterabi- ¿ lidad Al Señor que le» dispensa poderío y distinciones, lo adulan v lo defienden obstinadamente. V Miguel Cárdena», en la última l campaña electoral, tuvo oportuni-dad de aquilatar la fidelidad de sus • protegido». A falta de ellos, ni una I voz se hubiera levantado en su de- Motivos tiene, pues, para seguir sosteniendo su política de compla-«encías y favores, que por otro la- ante la opinión de sus gobernados. B1 pueblo reprueba con indignación que el favoritismo sea la regla de conducta observada por Cardenas para conceder puestos públicos. EL POTENTA DO DEHESA fista de las Estaciones. En estos últimos se gana poco y ae tiene Sue trabajar día y noche, contan-o domingos y días festivo». A los empleado» mexicanos se les pagan las horas de trabajo durante la noche al mismo precio c|ue durante el día. En cambio, á los americanos se les pagan precios extraordinarios en la noche. De ahí proviene que . loa conductores, que son casi todos americanos, prefieren trabajar de noche porque obtienen mayores ganancias, arruinando á los telegrafistas que se ven obliga-á trabajar de noche por un sueldo miserable, i □ Esta injusticia aue proviene de la complicidad del Gobierno con las grandes compañía», no podrá remediarse ai los empleados de ferrocarriles no ae hacen el propósito de reclamar virilmente sus derecho». Loa empleados mexicanos son esclavos vilmente explotados por las compañías. Se da el caso de que loa empleados mexicanos sean hasta tu toreados por los americanos como ocurre en Tehuantepec. Pearson ha dicho que á él no le gustan los empleado» borrachos; pero en realidid lo que á Pearson le disgusta ea que se embriaguen loa mexic« nos, pues en cuan- Política de favore: Miguel Cárdenas se propoi ? resucitar sistemas de gobierno epu-diados por vicioso» y estériles I-mitando á los señores absoluta de la época medioeval, quiere íie el Poder resida en unas cuantas familia» privilegiabas. En Saltillo, prindpalmentépue-de observarse la implantaci