For el Dr. James L. Sullivan Hay mucho que la iglesia puede hacer en el cumplimiento de su misión neotes-tamentaria. Por medio de mejores hogares cristianos debe procurar formar cristianos fuertes. Tu iglesia puede rendir significativo servicio si proporciona dirección al hogar. (1) Ayuda a solucionar los problemas de la vida— Esto se hace por medio de los sermones, las lecciones de la escuela dominical, los programas de la Unión de Preparación, la literatura de la Unión Femenil, las discusiones de la Fraternidad (Unión Varonil), etc. La Biblia es el verdadero libro de texto de la vida; trata de todos los aspectos de la vida humana. La Biblia nos dice cómo han de fundarse los hogares, y describe las relaciones familiares y hogareñas que deben de existir. Si la Biblia se enseña y se atiende, el hogar se orienta y se fortalece. Uno necesita conocer el propósito de Dios con respecto al hogar. Debe comprender cómo prepararse para el matrimonio, y debe ser consciente de la necesidad de una vida moral limpia para que el hogar sea estable y seguro. Necesita uno advertir los peligros con los cuales inevitablemente se enfrentará el hogar al competir diariamente con las fuerzas malignas en el prosaico mundo moderno. Siempre debe advertirse a los miembros de la familia que hay peligros latentes que amenazan destruir su vida espiritual, para que así puedan enfrentarse a ellos y resistirlos. Reconociendo a los enemigos potenciales del hogar puede ayudarse a éste a ganar muchas victorias. Por medio de cursos especiales de estudio y conferencias acerca de la vida cristiana del hogar, y por la Semana del Hogar Cristiano, durante la primera semana de mayo de cada año, muchas familias pueden observar sus necesidades y oportunidades en la formación de hogares mejores y más firmes. (2> Ayuda cuando surgen crisis y se obtienen victorias.—La vida humana inevitablemente trae gozos y tristezas, y también derrotas y victorias. No puede uno pasar la vida sin experimentar tanto de sus asperezas como de sus delicias. La vida es de ese modo. Los cristianos tienen que vivir al lado de otros en un mismo mundo, y tienen que encontrarse con las mismas asperezas. Cuando llega la enfermedad o está cercana la muerte, la iglesia está lista para consolar y ayudar. Las penas proporcionan a la iglesia una gloriosa oportunidad de servir en forma especial en el hogar. Las lecciones de la vida a través de las penalidades pueden ser severas; pero son perdurables y significativas. Frecuentemente Dios nos ha enseñado el significado del compañerismo cristiano, poniéndonos frente con alguna dura experiencia de la vida. Es entonces cuando apreciamos plenamente lo que es la iglesia y comprendemos cuánto tiene que ofrecernos en las horas de mayor necesidad. Una iglesia nunca debe perder esta oportunidad de ayudar a otros en tiempos de sufrimiento y calamidad. La iglesia ayuda a los miembros jóvenes de la familia en el descubrimiento de su vocación. Dios tiene para cada vida un lugar especial de servicio. Hay algún lugar en donde cada persona puede servirle mejor. Dios dio a cada individuo IL HOGAR CRISTIANO