■< i La Penumbh ■■■ Tu pupila es azul, y cuando ríes, Su claridad suave ine recuerda El trémulo fulgor de la mañana (jue en el mar se refleja. Tu pHjnbi es ij cumulo lloras Las trasparolles l'.ujriitius oí ella k-íe me ji'juran yutas tic rticío Sobre una 'violeta. Tu pupila es azul, y si en su fondo Como un punto de luz india, una. idea Me parece en el cielo do la tarde ¡Una perdida estrella! Gustavo A. Eecqukil y::::isiS Magdalena era el nombre de hi ingrata Cuya triste momoria El aliña aun me maltrata; Tiene de señas dos hermosos ojos Dulces y gratos si amorosos miran; Pero si tiene entre su pecho enojos Es estraño el fulgor conque se animan; Tiene un lunar muy cerca de la frente, Erente hacia -el cielo con orgullo alzada, Y' el color de sus labios y mejillas Corno lii fresca flor de la granada. Es la voz que 1 > brota de su seno Cuándo en sus labios la sonrisa asoma, Como nido de besos de las auras, Cóiho canto de mística paloma, Y cuando airada vibra entre su boca Y' que se escapa y suena, Tempestad rugidora que proboci?, Que lanza un grito y como el rayo truena, i Tiene en sus labios cuando amante besa ¡ Panal de miel que sin cesar destila, Y líquido veneno Si no brilla el amor en su pupila. Asi la conocí, y en el momento Sentí del corazón perder la calma i Y vacilar dudoso el pensamiento Que le di todo al entregarle el alma. : • Yo no se si aí mirarme arrodillado, J Já Baja la frente de rubor cubierta ' s ;v Y íie emosíou el pedio dilatado. Esa mujer para el cariño mnert.. Se inñíimó de pasión ó fue capricho, Pues en mis labios tiunblorosos, presas, Cuando escuchó lo que le habían dicho Me dejó muchos besos,,., i La org’-.llosa altivez de la doncella Jamás cstubo en su mirada ausente ñ' mientras mas altiva era mas bolla, Porcino cu el claro cielo de su frente ¡ Era la única estrella. i K1 amor que sus labios me juraron ! Jamás en su se>nrisa aparecía, í Porque era su sonrisa. Cuando traces de amoios me decía, Lijern como el soplo de la bnsa. Como la blanca nieve así de fría. Hace dos años ya: la aurora siUve Aun no brillaba en el confín del éielo, i Ni la tijera y bulliciosa ave Dispoma sus alas para el vueld* ¥.. ; Este era el cuadro triste que mí vida Nunca ha visto mas crael y..dólormo Y jamás se me olvida: Uniendo su sollozo & mi. solloS, A su suspiro uniendo ini suspiro» Ella y yo en un rineon muertos de meció Y lanzando en eáda ¡^yklioúdd jetódo I Que se escuchaba á penas tle tan/queM* Y después de deciriibM 1& prom^M De nuestros dos amantes corazones.. Escuchar una hora... .dar un grito, Un ¡.adiós! y partir á otras regiones Levantando una queja al Intiiüto. * • * * ■ * »•« . • • • e » • • •« * » * • • « * • «• • * » Magdalena olvidó sus juramentos. En un año y mas dias que.pasaron, Y aquellos amorosos pensamientos j También se le olvidaron.... | Las lágrimas ardientes que brot&róh De sus dos ojos, como en otros dias, ¡Ni eran lágrimas dulces y quejosas, Ni eran lágrimas mías....! El suspiro de su alma quebrantada I Que ocultó tantas veces por desvío, [Ni era suspiro de alma enamorada í i ¡Y’ ni volvió á ser mió ...! ;.-ñ 1881.—*** .. ./V