___________ ExL. HORIZONTE. _________ __ Entered July 21 st. 1902, as Second class Mutter, Post Office at San Igua clo Tex. Act of Congress of Match 1879 Por seism scs............so co/ vertidos de la comunidad que lee y admira: pero esta sir-Números sueños_________¿ 0,04^ cu listan cía es hija de su extremada delicadeza y suma modes-Números atrasados....... #0.06f|tia. EL HORIZONTE. ¿ara nuestros subscriptor^ de Méxicd [Ja cu]f¡ va,L) -aie la subscripción anua! ¿ 2-, Gi/inex ' La corresponden i-i debe dirigns-. al Director Sr R. Campos. íía^Tcdo pago será adelanUdy'^xx inmas con preferencia aun-vado i ap< na< lo ha hecho en la centésima parte de su ;ingenio, poique >iempre irresoluto y abstenido, él mí ^mutilado las alas á sus respiros de bardo clásico. _________________________________________________________ -i Cuando yo publicaba “El Amigo dq los Hombres, a mi «Dstancia, Don Ramón, escribió, al parecer, con esa confianza _______ jque se siente cuan io se tiene un amigo á quien confiar las que- jjas del corazón. j ue un colaborador constante qué mucho in-¡iluyó en la popularidad de esté humilde periódico, porque sus 7 7 , , • , . obras, netamente libeAiles v progresistas, evadí leídas con en- El pobre, el poderoso, el tico, elinerte, olw:.. vnill ■' , .... „ z, ‘ id -i • . 7 J , tusi.ismo, bu composición poética El Marino de la Vida co- Cou igualdad caminan a la muerte1 , . d ' 1 ld- ( HOR.dCIO. :!no otras muclias c¡e sus creaciones, alcanzólos honores de la Corría el año de 1898. El ventisqueo precario de desgra- ^-producción en varios perr.dic.ts de consideración, y no pochas periodísticas, arrastrábanme por los zarzales de aventura ,cos para su autor, penosísima^ llena de sinsabores y lasitudes. Todo en mi aire- : dedor era miseria, soledad, congoja y desaliento. . . . Lejos de mi patria y de los míos, sin tenor una mano amiga (pie estre-.tino-char en mi proscripción, esto era desconsolador. Caminaba al acaso, y al acaso también estaba encomenda-1 da mi subsistencia y mi vida. Nadie, ni la esix-rnn-za csfnbn tambre á 1 conmigo. L n repudiado del mundo; un excluido del cariño de los hombres, sería menos desgraciado que yo. ¡No se podía probar mayor desventura!. . . . Solo el ardor de la juventud me proporcionaba energías para arrostrar aquella situación de penurias inconcebibles. ¡ Aterra.dg.jpor «l^insaimio; débil por la ni ¿si¡ri _________ tecido por el desastre71c mis esperanzas, dalia prórroga á mis energías en un pueblo del interior de Texas, para continuar mi horrible peregrinación. . . . ¡No se á donde iba ni cual mi S) p ib (ci i loa tábado, siendo el precio le subs ripción como sigue • M NKDA DEL PAIS. l-or un año..................$ 1.00/ DON RAMÓN CAVAZOS J-QUO PULSAT EÍ?DE ca bastaría para identificar al poeta idea! lime y ai • pientad > por las ironías del des- Hav una circunstancia miscible á la modestia de este Lai'll ignorado, (pie ha hecho mis denso el velo <¡ue oculta su ni la esperanza, estaba n<)ni,)re <*i la pista ápreciacb n, y es (pie abusa mucho | hay q* decirlo con franqueza I de] anagrama y el seudónimo en casi ■o Prefiere á su nombre su ;o recuerdo cuantos usos ha- rfuigrama: “Marc- ee del seudónimo. Es un poeta -uie ilora vu.mdo canta, dejamt) O’!*! prender y resistir. A siempre lia sentido c d- .... los .‘os ¿¡euior. de sii adcüri'ia, v ■ ' * ese monstruo de las horribles cómprendécuando, cantándole misión! ¡Iba en brazos de mi destino!. . . . El acaso me detenía allí, quizá, para conquistarme un amigo: amigo en mi infortunio y en mis desgracias..... Es allí dondo fui presentado, por el Director de “La Voz del Pueblo," á un hombre sobre cuya cabeza brillaba la nieve de los años, y sobre su noble faz, las huellas de los desengaños y las torturas de grandes sufrimiento morales______ ¡Era este señor, I). llamón Cavazos! No sequé de interesante encontró en mí este hombre de mirada apacible y penetrante, lo cierto es que desde luego fui objeto de un singular afecto y amistad franca y leal. Y por lina causa inexplicable y desconocida, por mi parte, me sentí compelido hacia aquel hombre (pie en mi desesperada sitúa-, ción me tendía su mano de amigo. Hablamos un rato, y fue entonces cuando supe que aquel hombre respetable, y ya querido para mí. traía, una herida profunda en mitad del corazón; pues que hacía poco había' perdido á uno de sus tres hijós que amaba tiernamente. ¡Qué coincidencia! Yo acallaba de perder á mi padre, y ambos teníamos el corazón lacerado por igual causa. Por eso' nos hablamos y nos entendimos. El interés que yo inspiraba á mi amigo, acrecía cada vez. Todos los días me veía en ja imprenta de “La Voz,” hasta el punto de hablarnos con la más debida franqueza. De aquí nacieron dos sircunstaucias (pie nos estrecharon más: el haber nacido en un mismo lugar, y la analogía de ideas. Él, liberal por instinto, y yo también. Sus ideas eran las mías. Esta fué la primera vez (pie le vi y conocí y mucho me temo sea la i Itima (pie le vea. Nos despedimos, quizá, para siempre; pero desde entonces hasta hoy, nos hemos hablado sin interrupción á través de distancia bien enorme. * * * Don Ramón Cavazos, es uno de esos soñadores (pie pasan, á una muerta exclama: /—-i W-O . . • . »- . ...» XA. . _z . . . , _ , ^4 _4 _ . . , , j,_„ k. i V 1 w V . V *. I V. y »*_ . . . . x," . V V „ , Lyortrcrs r;cso sor. ny y-JO ror-;bo E rr^ci-bc ol.oc'.o y so osos?" r.ss'.s el cic.o, j jcye íy a.-.er abriga d] so irá á o loir sordióo ¿-yiorí fyá bu amor cr. ei suelo! ¡Fatalidad!. . . .¡El poeta tañía la lira del corazhi y sus lágrima-, eran lágrimas de fe arrancadas p >r un presentimiento fatídico! ¡Sus arpegios eran el vaticinio de realidad funesta!... . ¡l n año dcsjiués, el poeta veía desplomarse en la tumba íi su segundo hijo, en nombre del cual había cantado!. . . . ¡Pobre bardo herido en el alma! g Su dolor solo tenía por límite esa invulnerabilidad de la.s almas grandes (pie hacen del hombre el mármol deSarancolin. Yo, en mi reducida esfera hiperbólica, nada pude decirle (pie le consolara; sólo aduné mis lágrimas á las suyas. ¡Embates terribles del humano desthio! Sin embargo de esta catástrofe, el hombre y el poeta se solidificaban: el hombre. pam resistir resignado ■ ti poeta para cantar sus dolores.... ¡Infortunado amigo mí ,1 Aun le quedaba una esperanza en el mando;.un pe« dazo de sn corazón en pie; ¡el último de sus hijos! 11 E! último de sus hijos ha mn-rto!!..... ¡ Oh designios invariables del Altísimo! .. .¡ Tres catástrofes en seis años cortos! .... ¡ OatsfüEmo!.... ¡El cantor de ¡as angastiáS humanas se muere! !No resistirá sobre su cabeza de nieve esa greu mole que se derrumba sobre élf. ...Qué digo? ... ¡ No! no morirá! .....No cederá ál p- so de tanta angustia ¡Es hombre, es verdad , ya en la senectud de la vi Ir . pero en alma es de granito con un corazón á prueba de lidi-. ta! Es poeta además y loa poetas habitan el Olimpo .... i Bardo ignorado, el más modesto de tus amigos te hace justicia! ¡guació J*. Rodríguez. 1904 J