EL MENSAJERO
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De los Campos Pastorales
Pecos, Tex.
El 3 de octubre del presente año, a las 8<a. m. dejó de existir el joven Francisco Tarango, a la temprana edad de 18 años 5 meses, en un lugar vecino a Pecos, Tex. llamado Patrole, Tex.
Donde vive su padre, Basilio Tarango y su esposa Josefita de Tarango que lamentan la desaparición de tan noble joven que después de largos ocho meses de sufrir una terrible afección pulmonar, por fin le arrancó la vida.
En este tiempo se despertó en este paciente una viva fé en Dios y en Cristo como su Salvador, que le fortalecía y reanimaba, y esto debido a la incansable insistencia de la hermana Josefita de Tarango que como si hubiera sido su madre, no sólo lo cuidaba día y noche y lo alimentaba físicamente, sino que le leía la Palabra de Dios, que fue el mejor alimento para el alma de este joven.
Esta mujer, se propuso una tarea de leerle toda la Biblia y sólo logró leerle desde Génesis hasta el Capítulo 14 de San Juan.
Oyendo este joven el glorioso E-vangelio de su Salvador, terminó sus días.
Cuando lo entrevistaba por última vez quien esto escribe, me aseguró estar listo para esperar la voluntad de su Señor y yo le insistía diciendo que no se engañara y él me aseguraba ya estar preparado y muy seguro.
Yo no pude^ decir sino que era uno de los Bienaventurados. Revelación. 14:13.
Los funerales los celebramos en su propio hogar que muy pronto dejaría vacío sin su presencia y a sus afligidos familiares que lo despedían.
Sus tíos asistieron al duelo desde Mesquite, Nuevo México. Euseb:o Tarango, Trinidad Tarango y fami
lia y el bien conocido hermano Mau ro Villesca y familia.
El día 4 depositamos sus restos en el panteón de Pecos, Tex. Donde lo despedimos con el acostumbrado hasta luego.
Dios envíe el consuelo a la familia Tarango. En estos casos digamos todos los redimidos. Como dijo Job. 1:21
DE VACACIONES
El día 1 5 de octubre próximo pasado Ja familia de nuestro querido hermano Daniel Ortega se despidió de la pacífica población Big Spring, Tex., y después de 30 horas de fatigoso viaje, saludaban a la hermosa ciudad de las industrias, Monterrey, N. L., Méx., a donde fueron a disfrutar de sus merecidas vacaciones y a ver a sus familiares. Ya ha regresado nuestro hermano Ortega y continúa con mayor entusiasmo al frente de la Escuela de la Iglesia. Su familia, aún continúa en Monterrey, les deseamos felicidades y un feliz viaje de regreso.
V. AGUILAR.
PENSAMIENTOS
Si deseas conocimiento has de esforzarte en adqurirlo; si alimento, con el trabajo has de ganarlo:— Ruskin.
Del trabajo proviene cuanto de grande hay en el hombre, y la civilización es su producto.—Smiles.
Por muy pobre que sea un hombre honrado vale tanto como un rey.—Burns.
La línea recta es la distancia más corta entre dos puntos, tanto en geometría como en moral.—Isaac Barroso.
De una palabra puede depender el destino de una nación.—Wendell Phillips.
Un poco de paciencia convierta la ira en amor. Un poco de amor hace dichoso un hogar. Un poco de esperanza alegra un día lluvioso. Un
poco de caridad suaviza las asperezas del camino.
El éxito es el hijo de la audacia.
—Beaconsfield.
Quien pierde el valor, todo lo pierde.—Goethe.
Sólo tengo miedo de hacer cosas ruines.—Garfield.
La vacilación es el más vehemente indicio de la debilidad de carácter.
La dignidad del hombre estriba en su pensamiento y su principal deber es pensar rectamente.—Pascal.
Y tambin todos los que quieren vivir píamente en Cristo Jesús, padecerán persecución.—San Pablo.
XXX
ESTAD FIRMES
— ¿Puede correr muy de prisa este caballo, hijo mío?—preguntó un señor a un niño, al ver que lo acariciaba. —No, señor, no tanto—contestó,—pero puede estar firme.
Buena virtud es ésta en un caballo. ¿Quién no quiere a un animal que sabe permanecer firme y quieto donde se le coloca, sin romper el cabestro o la brida? ¿Poseemos nosotros semejante virtud?
EPITAFIO
El célebre Benjamín Franklin, uno de los fundadores de la independencia americana, compuso el epitafio para su propia tumba:
El cuerpo de Benjamín Franklin, impresor,
Como la cubierta de un libro viejo.
Cuyo contenido ha sido arrancado.
Yace aquí alimento de gusanos.
Sin embargo la Obra misma
No se perderá, sino que aparecerá
Una vez más, en edición nueva.
Más hermosa, corregida y enmendada.
Así expresó el eminente sabio Benjamín Franklin, su fe en la resurrección.