AMADO ÑERVO HABLA EL POETA Nací en Tepic, pequeña ciudad de la costa del Pacifico el 27 de Agosto de 1870. Mi apellido es Ruiz de Ñervo; mi padre lo modificó, encogiéndolo. Se llamaba Amado, y me dió su nombre. Resulté, pues, Amado Ñervo, y esto, que parecía seudónimo—así lo creyeron muchos en América—y que eü todo caso es raro, me valió, quizá, no poco para mi fortuna literaria. ¡Quién sabe cuál habría sido mi suerte con el Ruiz de Ñervo ancestral, o si me hubiese llamado Pérez y Pérez! Empecé a escribir siendo muy niño, y en cierta ocasión, una hermana mía encontró mis versos, hechos a hurtadillas, y los leyó en el comedor a to-de la familia reunida. Yj escape a un rincón. Mi padre frunció el ceño. Y eso fue todot Un poco más de rigidez y escapf para siempre. Hoy seria, quiza, tin] hombre práctico. Habría amasado t^na fortuna con el dinero de los demás, y mi honorabilidad y seriedad me abrirían todos los caminos., Pero mi padre sólo frunció el ceño____Por lo demás mi madre escribía también versos, y también a hurtadillas. Su sexo y sus grandes dolores la salvaron a tiempo, y murió sin saber si tenia talento: ahora lo habrá descubierto con una sonrisa piadosa— No he tenido, ni tengo tendencia alguna literaria especia!. Escribo como me place. Según el spiritus qui flat ubi vult. No sostengo más que una escuela: la de mi honda y perenne sinceridad. He hecho innumerables cosas malas, en prosa y verso, y algunas buenas: pero sé cuáles son unas y otras. Si hubiese sido rico, no habría hecho más que las buenas, y acaso hoy sólo se tendría de mi un pequeño libro de arte consc'ente, libre y altivo. ¡No se pudo! Era preciso vivir en un país donde casi nadie le:a libros, y la única forma de difusión estaba constituida por ^1 periódico. De todas las cosas que más me duelen, es esa la que me duele más: el libro brr* ve y precioso, que la vida no me dejó escribir: el libro libre y único. He publicado, hasta hoy, en prosa: "El Bachiller,’’ “El Donador de Almas,” "Pascual Aguilera,” "Otras vidas"—en el que están los tres anteriores reeditados,—"Almas que pa- san" e infinitos artículos de todos géneros, en infinitos periódicos y revistas. La prensa, y los críticos en ge-* neral, se han ocupado muchísimo de mí; pero casi siempre para decirme horrores. Me he comido diez toneladas de sapos frescos.....y los he digerido. —.. “El Bachiller,” por lo audaz e imprevisto de su forma, y especialmente de su desenlace, ocasionó en América tal escándalo, que me sirvió grandemente para que me conocieran. Se me discutió con pasión, a veces con encono; pero se me discutió, que era lo esencial. “El Bachiller” fué publicado en francés, por Vanier, el edi GRATIA PLENA Todo en ella encantaba, todo en ella atraía: Su mirada, su gesto, su sonrisa, su andar. El ingenio de Francia de su boca fluía. ¡Era llena de gracia.....como el avemaria! ¡Quien la vio, no la pudo ya jamás olvidar! Ingenua como el agua, diáfana como el día, Rubia y nevada como margarita sin par, Al influjo, de su alma celeste, amanecía..... Era llena de gracia, como el avemaria. ¡Quien la vio, no la pudo ya jamás olvidar! Cierta dulce y amable dignidad la investía De no sé qué prestigio lejano y singular. Más que muchas princesas, princesa parecía. ... . Era llena de gracia, como el avemaria. ¡Quien la vio, no lá pudo ya jamás olvidar! Yo gocé el privilegio de encontrarla en mi vía Dolorosa; por ella tüvo fin mi anhelar Y cadencias arcanas halló mi poesía. Era llena de gracia, como el avemaria. ¡Quien la vio, no la pudo ya jamás olvidar! ¡Cuánto! ¡cuánto la quise! ¡Por diez años fue mía! ¡Pero flores tan bellas nunca pueden durar! Era llena de gracia, como el avemaria. Y a la fuente de gracia de donde procedía Se volvió.....¡como gota que se vuelve a la mar! Amado ÑERVO. tor de Verlaine, y se han hecho de él tres ediciones en español. En cuanto a mi lírica, hela aquí: “Perlas Negras” (versos de adolescencia), -Místicas.- Poemas (de los cua'es -El Prisma rotó- y -La Hermana Agua,-) “Lira Heroxa,” "Jardines inferiores” y “El Exodo” y “Las flores def camino” (prosa y verso.) Preparo “En voz baja ” que será un libro exclusivamente de tono menor, en el que no hay que buscar ni sonoridades, ni oratorias, ni conceptúo-sismo: es la Vida, en lp que tiene de enigmático, de insinuante y bellamente impreciso, que pasa cuchichean do por esas páginas.