SECCION: DEL U FAMILIAR A---r *4—reerMra M CwryO «• fTWryenMi McGevock * Weodweed leeeMe de 1» Eseesie D—ielssl pera el • ée JeHe. TWe: Le Jasti* y le Mlesriwrdia * Di*. ■tWT.*r• DeeiiriaeeUe 19:19-11:1; Migases 6:6-8; ■—■* 5:6-lL L. 30 de junio: “Mandón* Jehová", Deu-teronomio 0:00-15. ¿Han pensado alguna vea en cómo puede sostener* el pero de un aeroplano en el aire? La explicación ee sencilla. Existen ciertas ley* de la naturale* que hacen posible que el aeroplano vuele si se diseña según estas reglas y * manejado correctamente. Lo mismo sucede en nuestra vida moral y espiritual. Podemos caminar seguramente por el turbulento espacio de la experiencia humana sólo cuando el diseño y la dirección de nuestra vida está de acuerdo con las ley* moral* que Di* n* ha mandado. Tenem* que saber estas ley* y obedecerlas, porque son tan encares hoy día como en el día de Moisés. Cuando las ignorara*, tenem* que sufrir las consecuencias inevitabl* de nuestra indiferencia. Cuando las menospreciara*, nuestra empresa tendrá un fracaso seguro. O) oció*: Padre celwtlal, dán* la habilidad de conocer tus le/* y obedecerlas según tus indicación*. M. lo. de julio: Las bendición* vienen de Di*, Deuteronomio 6:10-15. La» meditactone» deeoctoncle» para 1* mes* de jimio y aposto fueron escritos por el Dr. W. L. Howee y el Sr. Jtettben Herring, reepectteomente. Be di* que ha* afl* un hombre anciano ee sentaba frecuentemente a orillas del río Mislslpl esperando que pasa* cierto barco. Cuando éste pamba a cierta distancia del anciano, éste movía el sombrero enérgicamente y gritaba con v* alta al hombre que estaba parado en el puente del bar*: “Gracias, capitán, gradas." Un traunseúnte observándolo un día le preguntó por qué lo hada, y ésta fue su respu*ta: "Un día me cogió la corriente de agua. Pensé que había llegado el fin de mi vida, cuando pasó este mismo bar-*. El repiten al ver el peligro en que *-taba rae tiró una soga salvándome así la vida. Aunque han pasado much* afi* deede este incidente, nunca he dejado de agradecerle. Por ero, señor, nunca dejo pasar una oportunidad de mostrarle a este capitán mi agradecimiento por lo que hizo por mí aquel día." A medida que Moisés preparaba a su pueblo para entrar a la tierra prometida 1* instaba a no olvidar nunca las muchas bendición* que habían recibido de Di*. El 1* había sacado de la esclavitud en Egipto. L* había proporcionado pos* de agua; viñas fructíferas, y el alimento diario. Por esto debían agradererle eternamente. Nosotros también debem* recordar hoy y tod* 1* di* que “Toda buena dádiva y todo don perfecto * de lo alto, que desciende del Padre..." (Santiago 1:17). Oración: Gracias te dam*, Padre, por las grand* bendición* que n* has dado últimamente. Amén. M. 3 de julio: Di* de justicia, Deuteronomio 10:17-22. ¡Qué extraño * oír 1* siguientes palabras en cuanto a Di*: "Porque Jehová IL HOGAR CRISTIANO vuestro Di* * DI* de dieces, y Señor de señores, DI* grande, poderoeo, y terrible, que no acepta persona, ni toma cohecho" (Deut. 10:17). Es Imposible pensar en que Di* toma* cohecho. Lo que el escritor de estas palabras quiere decir * que No podem* engañar a Di*. El puede ver nuestros corazón*, vem* romo rom* en realidad, y n* premia según mererem*. El huérfano, la viuda pobre y el extranjero son tod* Igualmente precios* delante de Di*, tal como lo * el hombre rico o famoso. Se di* que la reina Victoria de Inglaterra estaba visitando un pueblo minero y una niña la tomó del vestido procurando darle la mano para saludarla. La reina cogió la ¡nanita de la niña entre 1* suyo y la acarició tiernamente. Al seguir adelante una de su cortejo preguntó arrogantemente: "¿Quién * aquella niña?" “No sé", contestó la reina apaciblemente, “lo único que sé * que * una de mis leales súbditas y que yo soy su reina." ¿Qué ronsolaclón más grande * recordar tod* 1* dí* de nuestra vida que "DI* no ha* acepción de personas" (He-ch* 10:34). 81 lo amaro* ron todo el corazón por medio de Jesucristo él * nuestro Di* y nosotros rom* sus hij*. Oración: Padre nuestro, gracias te darn* por tu amor y porque tú eres nuestro rey y noeotr* rom* tus súbdlt*. Amén. j. 3 de julio: DI* de misericordia, Roman* 5:6-11. Un pastor visitó a un hombre que había llevado una vida muy pecaminosa. Se le conocía como el hombre más malo de aquella reglón. El pastor le rogó al hombre que aceptara a Cristo; pero él rehusó. "Yo sé que debería hacerme cristiano, y realmente quisiera serlo, pero no puedo, simplemente no puedo", dijo el hombre. “Deme una razón buena por la cual no puede aceptar a Cristo romo su Salvador." El hombre * quedó pensativo por vari* minutos y al fin dijo: “Hay vari* rasen*; pero la más grande « que no soy bastante bueno para ser cristiano." "Pero", dijo el pastor, "esa * la razón más grande para que acepte, usted debe aceptar a J*ucristo, él declaró en una oca-slón: "Porque no he venido a llamar justos, sino pecador* a arrepentimiento" (Mateo 5:13). Esto era lo que trataba de explicar Pablo a 1* creyentes de Roma cuando escribió: "Mas DI* encare* su caridad para con nosotros, porque siendo aun pecador*, Cristo murió por noeotr*" (Roman* 5:8). Oración: Padre celestial, ayúden* a dam* cuenta de que la puerta del cielo IL HOGAR CRISTIANO está abierta para aquell* que están dispuestos a entrar. Amén. V. 4 de julio: La bondad de Dios, Salmo 145:1-9. En una ciudad en donde había una universidad vivía un anciano que nunca faltaba a ningún servido de la iglesia. NhU a menudo el pastor solía pedirle al anciano que dirigiese la oración, y cuando lo hacía, ee sentía una reverencia especial en el auditorio, porque 1* unlversiteri* que asistían al servido siempre obtenían una bendición de estas palabras con las cual* el anciano comenzaba la oradón: "Padre amante y bondadoso." Era evidente que este era un hombre que en verdad sentía dentro de su ser que el Señor había sido bondadoso con él durante 1* afl*. Así que cuando oraba, no solía hablar de la grande* de Di*, sino de sus bondad* y de su misericordia. Sin duda alguna esto * lo que estaba pensando el salmista al decir: “Gustad, y ved que * bueno Jehová" (Salmo 34:8); y "Bueno * Jehová para con tod*; y sus misericordias sobre tod* sus obras" (Salmo 145:9). Por su comprensión de la bondad de Di*, él pudo decir con un corazón lleno de agradecimiento: "Ensalzarte he, mi Di*, mi Rey; y bendeciré tu nombre por siglo y para siempre" (Salmo 145:1). Oración: Padre celestial, gracias te darn* por tus bondad* y tu amor, por tus dádivas de lo alto y por tu ayuda. Amén. 8. 5 de julio: El Interés de Di* por 1* débil*, Salmo 145:10-21. Un día Jesús dijo algo casi increíble pero cierto a sus dlscípul*. "¿No se venden d* pajarill* por un cuarto? Con todo, ni uno de ell* cae a tierra sin vu*-tro Padre. Pues aun vuestros cabell* roten tod* contad*" (Mateo 10:29, 30). Quizá al leer *t* versícul* usted ha pensado: "¿Cómo puede Di* cuidar a tori* 1* millón* de personas que hay en el mundo? Es difícil creer que él pueda hacerlo; pero el hecho glorioso * que Di* puede hacerlo y lo ha*. En este pasaje el salmista expresó que deben admirarse 1* grand* verdad* en cuanto a Di*: que * un ser todopoderoso (v. 11), que 1* páginas de la historia hablan de sus hech* poderos* (v. 12), y que diariamente suple las neresldad* de "todo viviente" (v. 16). Lh otra gran verdad en cuanto a Di* que asombró al salmista fue el hecho de que a pesar de su grande*, de su mr Jested y poder, y por causa de ello, erraba interesado en el bienestar de toda le. humanidad, parque "cercano está Jehová a 25