arreaba a sus animalitos. A veces, trepado en un árbol, les peroraba en su lengua, en zapoteco. Un día, el miércoles 16 de diciembre de 1818, por andar jugando con uno de sus amiguitos de infancia, no advirtió que el rebaño había entrado a saco en una sementery. El propietario tomó en rehenes a las ovejas, en tanto no le fuese reparado el daño. Perdido de ánimo el pastorcito y puesta su consideración en la severidad de su tío, huyó del pueblo y tomó camino de Oaxaca. Iba el po-brecito con sola su ropa en el cuerpo: sombrerito de palma, camisa y calzoncitos de manta, y cacles. A trechos parecía detener el. paso para escuchar la voz de su conciencia en la lucha sostenida entre cl amor a su hogar y el temple de su carácter. Así, con estas tempestades en su alma, hermosa y pura, llegó a la ciudad, preguntó por la calle de Segovia, y paró en la casa de Don Antonio Maza, español y amo de su hermana Joseta. A poco de transcurrir tiempo, Josefa, le puso de sirviente con Don Antonio Salanueva, tercero descubierto de la 3a orden de San Francisco y encuadernador de libros. Cerca de este buen hombre completó su instrucción primaria, y en seguida se matriculó en el Colegio Seminario, en que había dos cátedras de gramática, una de filosofía, una de teología y otra de teología dogmática. El 8 de enero de 1827 abrió sus puertas el Instituto de Ciencias y Artes del Estado, y él fue uno de los primeros alumnos: se inscribió en *la 8a aula, que era la de Derecho natural y Civil, desempeñada por el Lie. José María Arteaga. \ La noche del jue^s 30 de julio de 1829, en el Instituto, defendió en acto público estas tesis de derecho: la Los poderes constitucionales no deben mezclarse en sus funciones. 2a Debe haber una fuerza que mantenga la independencia y el equilibrio de estos poderes. 3á Esta fuerza debe residir en el tribunal de la opinión pública. El 12 de agosto de 1830, en el mismo plantel sostuvo públicamente estas otras conclusiones: la La elección directa es más conveniente en un sistema republicano. 2a Esta elección se hace tanto más necesaria cuanto más ilustración haya en el pueblo. ¿Todo esto no revela al pontífice impasible y perseverante de la República y la Reforma? |Y quién habia de creer que, transcurridos veintincinco años de babee llegado aquel indito, prófugo de su pueblo, a Oaxaca, en busca de fortuna, contraería matrimonio con una hija del amo de su hermana Josefa 1 ANGEL POLA.