KI Al K.VS.L! K KO
SECCION DELA JUVENTUD
A cargo de IGNACIO GALINDO
PROGRAMAS P A R A ler. Programa
El Cristo Resucitado Lucas 24:1-10
Sugestiones para ei desarrollo:
1.	La creencia universal en una vida inmortal
2.	Cristo, el Autor y Dador de la Vida Eterna
3.	La Resurrección de Cristo como una promesa de Vida Eterna
3er. Programa
El Auxilio de la Oración Mateo f»:33, 7;7-11
Sugestiones para el desarrollo:
1.	La Oración entre loe Judíos
■_*. Cristo define claramente la Paternidad de nuettro Dios
3. El Cristiano.v ia necesidad de un contacto continuo con su
Padre
E L M ES DE ABRI L
2d o. Programa
La Vida Plena del Cristiano Lucas 6:27-38
Sugestiones para el desarrollo:
1.	La Ley Sinsilica como Norma de Conducta
2.	La Necesidad de una Vida Ordenada
3.	La» Enseñanzas de Cristo Jesús como NUESTRA Norma
4o. Programa
El Arte de Pensar Marcos 7:15 y Eilip 4:8
Sugestiones para el desarrollo:
1.	El ejercicio Intelectual y ?n provecho en la vida
2.	El peligro de dar cabida a pensamientos malos
3.	Ei joven Cristiano y su modo de pensar
La Vida Eterna en el sentido Cristiano sólo puede conseguirse por la batalla continua y por la sumisión absoluta de la carne al espíritu, por el triunfo de lo espiritual sobre lo material, por el triunfo de lo eterno sobre lo caduco. Con este concepto la vida adquiere verdadero significado y una nueva dignidad, puesto que las cosas del tiempo se miden, pesan y ajustan con los supremos valores de lo eterno Con las doctrinas del Verbo Divinóse renovó o mejor dicho se creó un nuevo mundo; la existencia humanase enriquece con este nuevo y maravilloso sentido: el tiempo se reviste con el poder de la eternidad, y la tierra viene a ser el vestíbulo del cielo. Esta vida eterna que depende del justo uso que se haga del tiempo lo mismo la puede al canzar el más rustico campesino que el más profundo filósofo. El sello de la redención está impreso lo mismo sobre el alma del César que de su más humilde esclavo El tiempo está circundado por el gran abismo de la eternidad; y el valor de una sola alma es más precioso que las riquezas de todas las naciones, y su dignidad más alta que todos los imperios. Con el poder del Verbo Divino, e! horizonte de la vida humana se extendió a todas las plenitudes imaginables en el tiempo y el espacio El hombre puede decirse que existe en el tiempo, pero vive en la-eternidad. De esta nueva conc<p-ción de la vida nació una nueva literatura jamás imaginada por los más cultos pueblos antiguos cuya sustancia y principios sobrepasa todo lo concebido anteriormente. Y el principio de esta nueva vitalidad radica en que ya NO NOS PERTENECEMOS A NOSOTROS MISMOS sino que hemos sido rescata dos con un precio inestimable, y que nuestros cuerpos son LA MORADA DEL ESPÍRITU SANTO.
De “Li Pilnfmffa del Quijote*' por David Rubio.
SIMBOLISMO
(Parte del diacnreo de la Presidenta de la Sociedad Misionera Femenil Conferencia! al entregar el broche de miembro vitalicio
a la Srita. F. Montagne)
¿Qué valor tiene? Poco en verdad es su valor intrínseco, pero no se puede valuar su simbolismo. Los símbolos cristianos son tan antiguos como el arte cristiano. En antaño los seguidores de Cristo hicieron uso de símbolos para identificarse- En esos días de persecución y prueba era necesario tener algún emblema a la vista, en el hogar, para que aquellos que profesaban la misma fe. lo reconocieran al verlo. Hoy no es necesario; peni amárnoslos cuadros o símbolos que nos hacen pensar en el Padre celestial que está en los cielos y en su reino
E<te broche de miembro vitalicio combina perfectamente tres símbolos: la estrella, la cruz y el círculo. La estrella nos recuerda aquella que le señaló como la luz del mundo. La cruz, símbolo de su sacrificio. El llevando nuestras pecados y ofreciéndonos vida eterna. El círculo simbólico de la eternidad de Cristo, El. sin principio ni fin. por siempre y para siempre. La estrella. la cruz y el circulo — la estrella tan brillante de esperanza. la cruz sobre la que descansa nuestra fe y el círculo que le representa a El que es amor.
Por lo tanto, nuestro broche, por sus símbolos tan antiguos como la primera o segunda centuria nos traen a la mente el cuadro de fe, esperanza y amor. Los privilegiados en portar tal insignia siempre señalarán a os . nos que Cristo es la luz del mundo.