Desfile de Húsares alemanes a través de Polonia. LO QUE VA DE AYER A HOY (Conclución.) General Don Ignacio Salamanca, quiénes también lucíah uniformes de gala y condecoraciones; Su Excelencia el señor Ministro de España, don Bernardo J. de Cólogan, caminaba entre el Primer Introductor de Embajadores, don Luis S. Carmona, y el Director del Colegio Militar, Brigadier don Joaquín Beltrán; iban en seguida los señores Secretrios de la Embajada y de la Legación los miembros de la delegation militar y los Jefes y Oficiales del Ejército nombrados para atender á los huéspedes hispanos. La mezcla de uniformes militares y de casacas diplomáticas daba a esta sección del desfile un aspecto, si bien pintoresca sobremanera solemne. Seguían luégo, en representación del señor Presidente de la República, el Jefe de su Estado Mayor, Teniente Coronel e Ingeniero don Samuel García Cuéllar y el Teniente Coronel e Ingeniero don Porfirio Díaz. (hijo). Después de este brillantísimo cortejo, aparecían las banderas históri-Cas, que constituían la nota-más conmovedora de la ceremonia; pues la visión de un estandarte siempre evoca la memoria sagrada de la patria. La bandera es el símbolo de la nacionalidad, la representación material de todos los anhelos, la síntesis maravillosa de todos los ideales, y si ella por sí sola es siempre objeto de veneración. los pendones de hace cien años, destrozados por las balas realistas, revivían en,, las memorias a los abnegados insurgentes qae los tremolaron en los campos de batalla, y ha cían que se inclinasen con reverencia todas las frentes y que se conmovieran hondamente todos los cora- zones. A El primer pendón que apareció fué el de don Miguel Hidalgo y Costilla, que es una imagen de la Virgen de Guadalupe, la diosa de nuestras multitudes, la capitana libertadora que animó a los padres de la Patria en sus terribles momentos de desencanto y de duda, la que los guió siempre al combate y los condujo a la victoria. Tras de este pendón, pasaron, cubiertos con el polvo amarillento de los años, y evocando visiones de grandiosas-leyendas, el estandarte de -Atórelos, la bandera del Batallón de Te-pjc, la oriflama del Cuerpo de Caballería de Valladolid y, finalmente, el guión conocido con el nombre de “Doliente Hidalgo.”; El Ministro de la Guerra nombró Z'los Generales de Brigada don Gregorio Ruíz _y don Emiliano Lojero custodios del pendón del Padre de la Patria, y, para que escoltaran los otros estandartes, a los señores Generales de Brigada Manuel Sánchez Rivera y Brigadieres Manuel Mi Blázquez, Miguel Gil, Carlos Becerril, Adolfo Iberri, Enrique Mondragón y Eduardo Paz. El cuadro era solemne: los Generales de hoy rindiendo palmas a los soldados de ayer; las tropas que formaban valla, presentando armas; las flamantes banderas tricolores inclinándose ante el paso del cortejo y la multitud, atónita y conmovida, arrojando flores a) contemplar la resurrección del más bello capítulo de la Historia Nacional. Hubo un .momento en que esa multitud rompió la valla para acercarse a las banderas sagradas, sin que -los soldados, conmovidos, rechazaran a la masa popular, porque sabían qíie iba a rendir el mayor homenaje que ha recibido el Ejército. A fin de estar representada en tan interesante ceremonia, la Cámara de Diputados envió a una comisión integrada por los señores Manuel Sierra Méndez, Licenciado Demetrio Sala-zar y Secretario Licenciado Antonio de la Peña y Reyes; y otro tanto hicieron la Secretaría de Relaciones, el Estado de Michoacán y el Círculo Mi-choacano residente en la Capital. A los representantes del Congreso y del - Estado de Michoacán se unieron galantemente-^! Alférez de Na vi o I s=~ mael Zurueta y el Teniente de Fragata Américo Fii.canti, el Oficial Caillet Bois y los Aspirantes Jófre, Bertrongo y Ferreira, todos ellos de la Marina Argentina, y los Tenientes Texcira y Paz Oliveira y los Segundos Tenientes Frpmpesky, Castillo y Campos Páez, de la Marina Brasileña. Cerraban el cortejo dos compañías del Colegio Militar y una brigada, mixta, al mando del Brigadier Don J. Refugio^Velasco, integrada por el 19o. Batallón de Infantería, por et lio. Regimiento de Caballería y por una batería del Regimiento lo. de Artillería. Hermosas niñas vstidas de blanco se agregaron a la procesión en la calle del Empedradillo, y desde allí comenzaron a derramar sobre las reliquias de Morelos brillantes pétalos de flores que llevaban en canastillas. La llegada al Palacio Nacional fué indescriptible. En el instante en que fueron bajadas del armón las reliquias, las bandas de los Batallones 18o., 20o,