Lección I. Jamás huyó como HERALDOS DEL REY Octubre 4 de 1931. BOSQUEJO DE LA LECCION SEGUIMOS, amados niños, estudiando la vida misionera del gran apóstol de los gentiles, como se llama a Pablo. 1. La visión del varón macedonio. El Espíritu Santo le había prohibido a Pablo predicar el evangelio en Asia y como vinieron a Misia procuraron ir a Bitinia. Luego descendieron a Troas y estando Pablo ansioso de predicar las Buenas Nuevas de Salvación, de noche tuvo una visión. Un varón macedonio se puso delante de él, suplicándole: “Pasa a Macedonia y ayú-danos”. ¿Y saben, mis queridos lectorcitos, por qué Dios le mandó a Pablo esta visión? Porque durante el día había estado pensando en las pobrecitas gentes de más allá que no conocían al Señor Jesús y en su imaginación había medido la distancia de aquella tierra a donde Dios lo había de llamar. El Señor ocupa en su obra sólo a los que se entregan a ella. 2. Obediente a la visión celestial. Pablo nunca fué rebelde a la visión celestial. Jonás por no ir al lugar a donde el Señor lo enviaba. Inmediatamente le comunicó a sus compañeros la | visión que el Señor le había enviado y todos se pusieron en marcha rumbo al lugar indicado. Pasaron por un lugar llamado Samotracia y el día siguiente llegaron a otro llamado Neápolis. De allí se internó el apóstol con sus compañeros en aquella isla hasta llegar a Filipos, primera ciudad de Macedonia y una colonia romana. 3. El primer convertido en Europa. Sin duda que en Filipos no había sinagoga, pues el apóstol y sus compañeros tenían que salir a las afueras del pueblo, a un lugar junto al río, que era en donde se reunían algunas gentes a hacer oración, para hablarles allí del evangelio de Cristo. Y de entre un grupo de mujeres que se juntaron, una de ellas estuvo muy atenta a lo que Pablo decía de Cristo Jesús como Salvador y Señor y aceptó allí mismo el evangelio. Esta mujer se llamaba Lidia, era comerciante y sin duda que tenía alguna comodidad. Ella y todos los de su casa creyeron y fueron bautizados. Después de confesar a Jesús Salvador y obedecerle en el bautismo, rogó a los misioneros saran en su casa, lo que ellos aceptaron con mucho gusto. 4. La Misión Especial de Pablo. En su carta a ios romanos Pablo les dice que su misión era entre los gentiles, en los lugares en donde el nombre de Cristo como su que po- especial