E I. S E M B H A 1) O H E L S E M B B A I) O B TZacionaliiac), Estilo c)e Diia ® o • DAMOS a conocer en seguida otro elocuente discurso del Arq. Agustin Basave pronunciado en una de las últimas sesiones del Club de Monterrey, que por su forma, su esencia y su delicado estilo debe ser conocido de todos los Sembradores de Amistad que como una de sus metas tienen el afianzamiento ile nuestra nacionalidad. q o & En su “Idea de la Hispanidad’’, Barcia Mórcale analiza con sagacidad el concepto de patria, para fijar, después, el que constituye el lema de las dos conferencia que pronunció en Buenos Aires y el cual sirve de tilido a la obra citada. Comienza por dividir en dos grupos, el naturalista y el espiritualista, las teorías sobre la esencia de la nacionalidad. Según las primeras, ésta es cosa natural y se integra con determinados territorio. sangre, raza e idioma. El autor acepta que estos elementos son importantes en la formación de tal ¡dea; pero no los considera esenciales, sino únicamente como parles de la corporeidad nacional. Su espiritu es creación humana y supera indeciblemente al cuerpo, a lo material. Dos son los principales campeones de las teorías espiritualistas sobre el punto de que hablamos: lienán y Ortega y Cassel. El primero considera la patria como “el acto espiritual colectivo de adhesión que, en cada momento, verifican lodos los participes de una determinada nacionalidad", “l’na nación, dice, es un | lebiscito cotidiano". “¿Cuál es el objeto de esa adhesión? El pasado, la historia nacional, con sus glorias y sus remordimientos. La otra teoria, la de Ortega y Gasset, no se refiere al -¡asado, sino que se proyecta hacia el futuro. Según él, la nación es, primero: un proyecto de convivencia total en una empresa común: se gundo: la adhesión de los hombres a esc proyecto incilativo”. En ambas teorías, la del francés y la del español, la esencia de la idea que analizan, eslá vinculada al acto de adherir; pero salla a la vista que este acto eslá condicionado por cierto “carácter”, por cierto “modo de ser". Asi pues, "la nación no es el acto de adherir, sino aquello a que adherimos". Y eslo no es ni la realidad histórica del pasado, ni la del presente ni el proyecto futuro, sino lo que hay de común entre los tres momentos y esta comunidad formal “no tiene realmente más que un nombre: estilo, l’na nación es un estilo: un estilo de vida co lectiva". Garcia Morcnle. en la segunda de las conferencias referidas, pasa a hacer el análisis de lo que consliluye el estilo es pañol, esa manifestación de lo más intimo y auténlieo del ser moral, configurado por el ideal que lleva cada uno, de lo (pie es “absolulamente preferible", de lo (pie debe informar al “mejor yo". Y el conferencista encuentra que en el fondo de cada estilo individual español, está latente y actuante un estilo colectivo, estilo persistente a través de la Historia, trasmitido de una a otra generación y el cual encarna y se simboliza cu el tipo (iel caballero cristiano. Pero ¿como es, que siente, como actúa, <¡ué prefiere el caballero cristia- Se encuentran en él las siguientes características : Es paladin, denodado y espontáne'o. Defensor de las causas (pie por cifrarse en Dios, le encienden el valor y lo impelen a la acción. Es grande, por el sentimiento de su personal valia y no mc/xpiino como el (pie prefiere lo (pie tiene a lo (pie es; generoso hasta la locura, despreciador de las cosas materiales, sobrio (pie confina en lo austero, incapaz de doblegar la con ciencia (pie de si mismo tiene. Intrépido y nunca tímido, arrojado en el peligro y capaz de ir hasta el sacrificio impelido por el resorte de sus convicciones ideales. Altivo, como resultado de la confianza (pie cu si mismo siente, de su grandeza y de su arrojo; nunca servil, sino digno servidor de causas (pie por buenas ha hecho suyas; silencioso de ordinario, grandilocuenle cuando la ocasión desata su lengua. Con “más pálpilo (pie cálculo”, movido más por impusos nobles (pie por el raciocinio de los precavidos. Hombre de fuerte personalidad, afir-mador de su “yo", cual compele a un caballero. Consciente de su propio valer, no echa por tierra cl del prójimo. Le parece suficiente el suyo y nada envidia al otro. No es como el resentido (pie finge menosprecio por lo (pie, en el fondo, estima superior a lo (pie él posee. Es sincero y nunca hipócrita, pues no tiene empacho cu mostrarse lal cual es. Profesa el culto del honor, el cuidado de su honra; ese reconocimiento en forma exterior y visible, de su valia individual. Y este honor, “patrimonio del alma", es “la forma con (pie acatamos y reverenciamos exteriormente nuestra misión ideal, el “mejor yo". Para el caballero cristiano, esta vida es una preparación y desemboca naturalmente en la eterna. Es, pues, breve caminata (pie solo es importante en cuanto a la meta propuesta. Conviene no desviarse ni demasiado aficionarse a lo (pie tan presto pasa. ¡Y cuando más pronto termine la prueba, lauto mejor! En el caballero cristiano y español "hay una concepción de la vida basada en el predominio de la realidad sobre la abslracción, del ser individual sobre la definición racional, de la persona sobre la especie, de lo privado sobre lo público". Dice Garcia Morente, para terminar, (pie el hombre cuyas caracterislicas traza, es esencialmente religioso, tiene una ilimitada confianza en Dios y su providencia; una fe (pie nunca sufre vacilaciones ni congojas y una “impaciencia de eternidad". Estas son. a grandes rasgos, las caracterislicas del caballero cristiano, en el cual se encarna el intimo modo de ser del español. Es la forma visible, el tipo del hombre al eslilo español. Y el conferencista puso un punto final a su magnifica disertación, considerando (pie mientras en el mundo preponderen los menesteres de la tierra y el sentido de lo material, la Hispanidad aparecerá como anacrónica y fuera de lugar; pero cuando, por el contrario, el soplo de lo divino infunda de nuevo al hombre ansias de eternidad, sonará la hora de España. “Entonces, dice Garcia Morente, la Hispanidad asumirá otra vez la representación suprema del hombre en este mundo y sacará de sus inagotables virtualidades. formas inéditas para dar nueva expresión a los inefables afanes del ser humano". INDICADOR "