Miércoles 23 de febrero de 1938 ‘LA MATRACA* PAGINA TRES Sonando el Cuero Nuestro Cuarto a Espadas ¿Disciplina o Mordaza** | Cronistas Taurinos Por VALJEAN. Cuando una persona concien-te, a la que no ciega la pasión por la fiesta de toros, dedica parte de su tiempo a leer las crónicas que dan a luz los “Verduguillo”, “Don Dificultades", “Monosabio”, “Don José", “Pepe Gallardo", etc., no puede sino alarmarse por la cantidad de adjetivos, por el fuego, por la idolatría que cada uno de esos escribidores pone desde la primera hasta la última linea. ün sólo ejemplo, basta. Tomemos “El Universal", del lime, 14 de los corrientes, y leamos i>i que “Verduguillo" dice de la corrida del domingo anterior. Oído al parche: “Corrida en que los toros, más que enemigos, parecían a-migos de los toreros; corrida en que cada animal parecía decirle al torero: vengo a hacerte millonario; corrida en que los toros daban la impresión de que les escurría miel del hocico.. ." ¿Qué tal? Pero apenas vamos empezando. Siga el amable lector: "Ese quinto toro. “Toriolito". .'qué preciosidad de animal: Qut alegre, qué delicado, qué tempk tan exquisito tenía". Toro raro, el tal "Tortolito". sobre todo, por lo “alegre"’ y 1 “delicado". En lugar de "Tort<. - I lito’’ merecía llamarse "Casta ñuelas”, y por lo delicado debe : haber dado la impresión de una figurilla de Sevres. Continuemos: | “Alanzanito", el cuarto, fue también estupendo. Con qué ale > gría se arrancó en el primer tei ció; veía a los'caballos y des - ¡ de los medios se iba sobre ellos con la fuerza de un tren." La misma alegría con que el gato se va sobre el ratón. Habría que preguntar a los caballos si ellos también veían a "Manzanito" alegre, y si no desearan que la embestida “como tren" hubiese sido mejor para "Verduguillo" . Si ésto ha dicho el cronista, de los toros, que no pagan a tan to la linea, ni conceden pases, ni invitan a las juergas, puede presumirse desde luego cómo (¿asa a la 4^ Pág.) uatro de los nueve miembros que integran el Comité Eje-Ccutivo General del Sindicato Unico de Trabajadores de ■ la Enseñanza del Estado Coahuila, los profesores Pe ; :1ro Flores Chaires. Eliséiio Aguirre, Roberto Torres Ca- , bral y Melchor Sánchez Jimenez, se erigieron por si y ante sí.. I rccicntoncnte, en Supremo Tribunal.— diríase mejor en Santa Inquisición.— y dictaron un ukase, ordenando la suspensión en sus derechos sindicales, por el término de sesenta días, de los señores profesores Ramón Ortiz V., Juvenal Boone, Agustin Du- j ran, Abe! Vaiadés. J. Guadalupe Luna, Luis ? divei sos sistemas,—con las piruetas que ejecuta Doña Meri y que por ágiles que sean no al . canzarán, de seguro, la pues teza de las contorsiones que ejecuta un simio longevo? Luego se nos dice que es una danzarina en toda la extensión de la palabra,—¿de nueve letras?— que no es una, sino veinte mujeres,— ¿ come y descome como veinte?—que tiene un temperamento cent:, lleante,—proveerse de pararía yos. quienes vayan hoy al “O-brero".— el sic de coeteris. Y aún hay más, recurriendo a! manoseado expediente de un historial que a nadie interesa y nadie va a esclarecer, se nos quiere hacer abrir la boca. en una inmensa admiración, ennumerando los tea tros en donde Tía Meri ha ac (Pasa a la 4» Pág ) Ingenio Aje^no ‘Olores’ Chofer Hes Por CHAXTECLER. Lector, si gastas en autos de sitio, frecuéntenmete, para ganar tiempo cuando velas por tus intereses, pues por mor de tus negocios que ir a muchas partéi, tienes te habrák dado clara cuenta de que hay algunos choferes que con el jabón y el agua se hallan peleados a mu ""te que no se cambian de ropa, que no se lavan los “pieses", y pues en auto cerrados se hallan herméticamente los vapores de ¡a mugre poco a poquito se extienden y llenan pronto el espacio de tan reducido ambiento; y el infeliz pasajero se siente presa de fiebre, quitet'e abrir las ventanillas, pero) si el frío es muy fuerte, las vias respiratorias se cubren prudentemente; pero a través del pañuelo aun los “olores" trascienden y a lo más hondo le llegan y lo amenazan de muerte por asfixia inevitable... ¡y el mal remedio no tiene! Claro que en el mismo caso no están todos los choferes, ya que Jos hay que se bañan que visten correctamcsitc. que con el jabón y el agua no están reñidos a muerte, y que a veces hasta s? hacen el "rizado permanente". Pero estos son minoría y habrá dos en cada veinte; pero los otros, los otros. . baste con decir a ustedes que no ha poco, al salir del cine, yendo yo con dos mujeres, tomé un automóvil de esos que pueden causar la muerte con los “olores" que exhalan sus apreciables choferes, y una de mis compañeras se desmayó de repenQi, y hubo que aplicarle sales para que pronto volviese de aquel terrible desmayo muy parecido a Ja muerte, producto de los “olores" de los choferiles “pieses". Señores dueños de coches de sitio: deben ustedes hacer por todos los medios que se bañen sus choferes, (Tasa a la Cuarta Plana)