Pagina ? RL MKXÍ.4JKK0 3 SECCION DE LA SQCIED¿ D MISIONERA FEMENIL || A cargo de la SRA. G. E. CISNEROS EL MOVIL DE TODO DESCUBRIMIENTO Hay un cuadro del Supremo Explorador que deberíamos colgar eternamente en la pared de nuestra imaginación, porque nos revelaría el motivo de todo descubrimiento espiritual, cuadro que ostentaría esta inscripción: “Jesús al Orar”. Su fecha, última noche de Cristo en la tierra. Este cuadro trazado y acabado en rasgos de negro trágico, mostraría al hombre que pasó treinta añas buscando el camino secreto que conduce a Dios y la altura espiritual alcanzada al finalizar su peregrinación terrena; pero más que todo declararía cual fué la razón que tuvo para hacer tan intrépida exploración — razón por la cual también nosotros vamos en pos. Por cinco meses hemos intentado seguir paso a paso el sendero del descubrimiento. Por cinco meses hemos tratado de adquirir nuevo conocimiento de nosotros mismos aquí en ki tierra, así como de un Padre cuya morada está en el más allá. ¿Qué nos obligó a encontrar vitalidad e iluminación en un camino envuelto en el misterio? El mismo móvil que tenía Jesús cuando declaró en su oración pontifical: Y por su causa”, ciamó a Dios. “Y por su causa”. esa declaración llegó a ser la clave del por qué Cristo seguía en pos de Dios — clave para sus oraciones y también clave para poder encontrar a Cristo mismo. No hay que olvidar que hay dos oraciones dirigidas al Señor, una de ellas expresa los anhelos unidos de los fieles y la otra es como un anuncio señalando el camino al que quiera aventurarse solo, para encontrar a Dios. El móvil supremo del hombre debiera ser. hablar a los inconversos de El e El cuadro de Jesús orando, pintado por el discípulo amado, es de lo más conmovedor. La última cena había terminado. Las últimas admoniciones dadas. Había desaparecido la figura de Judas y en el profundo silencio que reinaba en el salón, once hombres esperaban temerosos y desesperados con el Maestro. En contraste con la espesa sombra del cuarto y las caras entristecidas que rodeaban la mesa se yergue magestuosa la faz gloriosa de Jesús. Después de prolongado silencio suena una voz, clara, precisa y concisa. Esa noche no volvió a hablar a sus amigos-sino que habló de ellos a su Padre — cuando hubo terminado les conduce al Cedrón. Por este cuadro desgarrador se notara que se estaba pasando por una crisis de conmoción social y odios nacionales, por donde atravesaba al parecer una procesión de desvalidos, enfermos y sedientos; pero un hombre es amaba. ¿Podemos recordar de algún otro momento más trágico en la historia del mundo en que la oración se hubiera encontrado más fuera de su lugar, en que hubiera sido menos apropiada? En esa hora Jesús oró. Intercedió por ellos. La intercesión es el único medio que puede hacer obrar el amor del Señor. Es pues, por nuestros semejantes por quienes hemos emprendido de nuevo la tarea de consagrarnos a Dios haciendo nuestras las palabras cuando dijo: "No por el mundo, pero por aquellos que Tú me diste; por esos oro”. Nuestra primer responsabilidad es para los nuestros. Porque si no amamos primero a nuestro hermano a quien hemos visto, cómo podemos amara Diosa quien no hemos visto? Volvamos nuestros ojos al Maestro cuando se encontraba en el cuarto, lleno de tristeza, de aquel aposento alto, y confiadamente seamos nuevos mensajeros «leí Mensaje de Pascua. Por W. Kirkland. Traducción de G. E. Cieneroa. A LA LISTA DE HONOR Cabe una gran honra a la Sociedad M F de * El Mesías”, dirigida por su presidenta la Sra R. J i aik-er, tener entre sus componentes a un miembro que se distingue por su laboriosidad, consagración y abnegación en el servicio. Me refiero a la Siita Frances Montague, quien por muchos años ha laborado en pro de la mujer mexicana para ennoblecerla, modelando caracteres y ganando corazones para depositarlos como ofrenda de gratitud al tiran Artífice. Pesando en oro la obra que la Srita. Montague ha hecho, entre aquellos a quien Dios la envió, la Sociedad Misionera Femenil de‘‘El MosíaV’, favoreciendo la sugestión de su presidenta y secundada por algunas ex-alumnas de la Escuela Effie Edington, quisieron junt .s, honrar a la querida maestra, a la fiel amiga, a la incansable obrera del Señor, con un hermoso ramillete de claveles que significan sinceridad, y la medalla <)e miembro vitalicio de la Soc. M. F.. símbolo del honor que en el cielo conferirá Aquel que dice: ‘‘Bien, buen siervo y fiel,sobre poco has sido fiel,sobre mucho te pondré” La primer Sociedad Misionera Femenil en la organización de la Conferencia que confiere tal distinción a Pn*a a la página 11