40 LA voz . suprimieron en algunas partes los institutos monásticos, y el pueblo mexicano se lanzó á la arena, apellidó la cdnserváción de la Religion santa, y antes de cuatro meses los'legisladores fueron á confundirse con los dembs ciudadanos. El sólo anuncio dé intentar el congreso constituyente de 1842 establecer la malhadada tólerañcia de cultos, bastó para que fuera .disuelto, sin que una sola voz se pfohunciara eh su ayuda, ni apellidara, su defensa la autoridad mas insignificante de la República. ,J' : . i Después de tan diferentes ensayos para mejorar la suerte dé la República; después de tantas revoluciones que sucesivamente han invocado ,el bien y felicidad de la nación; después que hombres tan distinguidos por sus cualidades eminentes han empuñado las riendas del gobierno; y después, en fin, que hemos corrido la escala de todas las instituciones sociales, sin que en el discurso de veintisiete anos cumplidos hayamos conseguido mejorar la suerte del país, darle paz y sosiego, y afirmar spbre.bases indestructibles la legislación acomodada á nuestras costumbres y necesidades, ¿cuál otro es el deber de un legislador ilustrado,