214 LA voz - ■ . ■ ' 6.2.° / . Libro de Daniel, 4. —Este libro sagrado, todo él fué reconocido siempre como inspirado, y así lo ha reputado la Iglesia universal desde el tiempo de los Apóstoles; pero nada vale esto para el que no busca la verdad sino modos de contradecirla, y como la verdad jamas há. estado sin enemigos, los que tuvo antes son el testo de los que habrá siempre. Nada tiene de contrario á la razon natural el modo con que Daniel descubrió los artificios de los sacerdotes de Bel, ni el modo con que quitó la vida á la serpiente que adoraban los babilonios; y ninguno ha dicho que no fuese milagrosa la conservación del profeta en el lago de los leones: Todos los moradores de la tierra teman al Dios de Daniel, dijo el rey al ver el prodigio, porque él es el Salvador, el que hace señales y maravillas en la tierra, el que libró fi, Daniel del lago de los leones. Esto dijo un rey gentil, testigo de cuanto habla pasado; pero todo: es ficción para un protestante que apenas cree lo que ve. ■ s. 3.° Libro 2.° de los Macabeos en particular. 5. —Como en este libro sagrado se condena tan clara y espresa-mente el error de los protestantes con respecto al purgatorio, nada tiene de estraño que desconozcan su autoridad. Es falso que Judas Macabep fuese el que inventó se hiciesen oraciones por los muertos, y lo qué los vv. 43 y siguientes dicen hasta concluir el cap. 12 de dicho libro, es: que el valerosísimo Judas hecha una colecta, envió á Jerusqlen doce mil dracmas de plata para que se ofreciesen sacrificios por los pecados de los que habían muerto, pensando con rectitud y piedad de la resurrección; pues si no esperara que hablan de resucitar aquellos que habían muerto, tendría por cosa vana é inútil el orar por los muertos: y poique consideraba que los que habían muerto en la piedad tenían reservada una gran misericordia. Es, pues, santa y saludable la obra de rogar por los muertos para que sean libres de sus pecados. 6. —Ni una palabra siquiera hay en este testo que indique haber sido Judas Macabeo el inventor de los sacrificios y oraciones por los muertos, antes bien la colecta que hizo es una confirmación de la práctica de rogar por los difuntos, ó de una verdad que ya era conocida, y que se consolida mas con la acción piadosa del Macabeo. Mas de quinientos años antes de los Macabeos ya habia mandado Tobías el anciano á Tobías su hijo que tuviese este cuidado por los muertos: Pon, le dijo, tu pan y tu vino sobre el sepulcro del