i 2 Revista Estudiantil 3 SECCION PEDSGOOICS. g StKinDdaaDQamxxi nnnrrifirr*TnrinnnH iEs el niño un Adulto en Miniatura? Alrededor de este tema interesante han girado algunas teorías con el propósito de delucidar el asunto que comprende. A pesar de ello, creo que no hay inconveniente alguno para externar mi opinión; El niño y el adulto no soa dos seres iguales que únicamente difieren en el tamaño del cuerpo en general y de cada uno de sus órganos, o en la magnitud y trascendencia de sus pensamientos, por lo mismo, sería absurdo considerarlo como una reducción del adulto, hablando anatómica, fisiológica y psíquicamente. Con suma vulgaridad oímos decir, que el niño es el animal más inútil para abastecer por si solo a sus necesidades. Naturalmente que si, viene al mundo muy mal preparado para la vida, constituyendo un centro plástico en vía de desarrollo, merced a la constante relación que habrá de tener con el medio ambiente. Viniendo con una adaptación más o menos buena, como lo es el poseer aunque sea un gér-men, las facultades del adulto, no concurren a satisfacer ninguna de sus necesidades; como tampoco se lo permiten su talla, peso, fuerza muscular, y su capacidad para el trabajo; quu, en su evolución, le proporcionarán los conocimientos necsarios mediantes los cuales se ejercite en respuestas adecuadas para influir en el medio Desde luego se trasluce que no es su falta de preparación, su falta de experiencia lo que del hombre lo distingue, si no el sentirse a cada momento impulsado a reaccionar, a actuar, ya que por naturaleza es activo, para adauirir esa preparación, esa experiencia de que adolece. ¿Si el niño fuese un adulto en miniatura, qué papel desempeñaría entonces la infancia? Si aceptamos que el niño es un adulto en miniatura, hay que convenir en que la infancia es un accidente, que es cuestión del tiempo, estableciendo una fase como lo es la vejez, y por lo tanto, tendríamos que combatir todas las actividades propias de ellos en esta época, el juego por ejemplo, que en semejante aserto no ameritaría ningún valor pedagógico. La infancia desempeña un papel primordial en la preparación del niño, puesto qne es el período durante el cual reacciona, despliega actividades, actúa, adaptándose al medio ambiente o modificándolo, causa por la que no debemos considerarlo como un sér que carece de experiencia, sino como Nn sér para adquirir esa experiencia. De lo dicho se concluye que el niño no es un adulto en miniatura, puesto que en sus primeros años atiende, inconcientemente si se quiere, a conseguir esa disposición uqe nécesita para obrar en la vida,que es un conjun o de acli vidades. J?. //, Fernández. tR i '."'-y'íM'j . tii-; 'c ' Medio ‘Ibnojylinea en Zinc y Cobre/ C7^ Placas de. 'Latón_9 I.GJnOf(ESílfflO A RU^IMLPO ‘niM^ONO 14.6Z J3SC0BEB0 BO.rZ Éfl w* .'¡y. Los niños cambian. Las foloápafiasno.Traiáa?asa8aFoíoérafia “MonJencáro”