«u vez, contento de haber visto a su reiritniento perfectamente 'lanzado: "Ahora nosotros, gritó a los de su grupo: “¡Adelante! ¡Viva Francia!” Franquea la zona neutra bajo las ráfagas de obuses y avanza sobre la primera trinchera alemana, a la que se acerca cada vez más, seguido de los bravos que lo rodean y que no lo abandonan. Llega ya a ellas cuando, a cinco metros, una descarga de ametralladora hecha a boca de jarro, por el enemigo que se repliega abandonan do sus posiciones, viene a segarlo, a él y a los suyos. Cae con el rostro en tierra----El capitán ayudante se desploma sobre el borde de la trinchera, entanto que rueda al fondo de ella el subteniente porta-estandarte, asido a él conquistándolo con sus fuerzas inanimadas en el momento mismo en que espira_______cuatro zapadores son ametrallados también_____ Un grito desgarrador resuena al mismo tiempo en medio de aquel es-¡tantoso estrépito: “Han matado a mi coronel! voy a salvarlo!" Es el soldado Fortin, su asistente, quien da ese grito, loco de rabia y de dolor. Pero al arrojarse vacila, asesinado cerca de su jefe, a cuyos pies mue- re, fielmente. Entonces un ciclista y el asiatente del capitán que han escapado a la muerte, saltan, recogen la bandera y se repliegan sobre nuestras líneas, porque les alemanes, pera apoderarse de ella, surgen de los ángulos de la trinchera-— Todo ha terminado. La posición está tomada, se ha conseguido el avance, la batalla está ganada, la bandera salva_________ Pero el jefe ejemplar y los valientes que formaban su guardia, han pagado' con la vida este cruel éxito. La gloriosa conducta del coronel ha sido honrada con la mención siguiente en la orden general del Ejército. “Coronel Desgrées du Lou, al mando del 65o. Regimiento de Infantería, jefe de cuerpo de un valor magno. Herido en el curso de la campaña, había regresado, antes de sanar, al frente. Ha sucumbido valientemente, en la primera linea, conduciendo a su regimiento al asalto de una posición enemiga provista de alambrado, el 25 de Septiembre de 1915.” Qué oración fúnebre más completa que esas lineas, con su pungente austeridad! Obligan a pensar y a admirar por horas enteras._____Nuestro espíritu emocionado las desarrolla, las ahonda y después, sueña largo tiempo con ellas. Quebrantados y engrandecidos a un tiempo en su altivo dolor, la viuda y los hijos del héroe, pueden hoy contemplar con orgullo su postrera imagen. La recibieron después de su muerte enviada por el sargento que la había fijado en plena batalla, en el instante radioso y definitivo. Al mirar al esposo, al padre amado que, entregada por entero a la bandera, no los mira más sobre la tierra, repiten las lineas admirables que él escribió poco tiempo antes de su última partida. Testamento de un alma santa, cumplida, ansiosa de perfección: “Cuánto es necesario orar para que en este momento supremo nada venga a., turbar nuestra conciencia! Y sentimos entonces que nada vale sino Dios. ¿Estoy presto? Si lo estamos, la muerte no es nada. A pesar de todas las penas, quienesquiera que sean los seres queridos que abandonamos, nos decimos que el honor está comprometido, que el deber francés nos obliga y que Dios no permite que nos rehusemos a cumplirlo." HENRI LAVEDAN. Srita Margariti Vázquez Gómez, que contrajo matrimonio en esta ciudad con el Sr. Ignacio Alvarez Icaza.