para eatoa doa ciegos estar en el camino por donde pasaría Jesús, pues si hubieran estado en otra parte no habrían recibido su visita. Así, ellos oyeron el ruido de la llegada de Jesús, y le pidieron que les diese su vista. Algunas personas están demasiado preocupadas en sus negocios y no se dan cuenta de que Jesús pasa a su lado. Estos ciegos habían sabido de la obra sanadora del Maestro, y demandaron misericordia. Eran sinceros y sentían su necesidad. ¡Qué diferencia había entre la insensible multitud y la compasión de Jesús ¡ Oigamos y escuchemos el evangelio. “El nos llama." El pecado ciega a los hombres, y no ven el peligro que les espera, pero deben pedirle a Dios que les abra sus ojos espirituales. Si ven, será por la gracia de Dios que es la fuente de luz. Oración: Señor, gozamos de muchas bendiciones que muchas veces no vemos. Abrenos los ojos para poderlas ver. Amén. Lección de la eseeeia d—iniesl pera el 11 Titele: La Autoridad de Jeséa. Pauje: Matee tl:lt-M:4t. L. 11 de marzo: Jesús declara su Deidad, Juan 8:46-M. Por sus hechos Jesús vindicó que era Hijo de Dios. Sostenía que era Señor de la vida y de la muerte. A sus seguidores les dio libertad, de la ley, de su maldición y condenación, del yugo del ceremo-nialismo de toda especie; del temor de la culpa y de la servidumbre de corrupción; libertad para servir a Dios de buena gana y afectuosamente, ser todo, hacer todo y sufrir todo lo que su voluntad requiere, esta es la libertad que Cristo ofrece a todos los que en él creen. Esta libertad ha de experimentarse imperfectamente en la tierra, porque haste el fin el diablo trabajará a fin de impedirla. Pero la hora de completa libertad había de venir en la hora de la muerte. La muerte no sofoca toda libertad y todo gozo para los que disfrutan de la vida que Jesús da al alma. Para el creyente en Cristo la muerte es desvanecer todas las nubes, romper las caletas, salvarse de todos los enemigos del alma, es una libertad completa. “De cierto, de cierto os digo, que el que guardare mi palabra, no verá la muerte para siempre." Oración: Padre Nuestro, te damos gracias por la libertad que gozamos en ti. Amén. M. 12 de marzo: Los cambiadores de dinero, Mateo 21:12-17. La limpieza del templo indica la actitud de Jesús hacia la casa de Dios. No era templo de los judíos sino de Dios; él lo veneraba aun más que ellos. La reverencia de los Judíos era formal, pomposa y egoísta; la de Jesús era espiritual. El pensaba en el significado del templo y en la santidad de su propósito. Era el lugar donde las almas humanas experimentaban comunión con Dios. Jesús echó del templo a los comerciantes y los llamó “ladrones." Comprar y vender, en sí puede ser legal y honesto, pero el tiempo y el lugar donde se hace cambia el asunto en tal forma que el que compra es como uno que roba, y el que vende como uno que hurta; ellos compraban y vendían en el templo, y esto fue lo que condenó Cristo, así que los echó del templo. Esta conducta de Jesús puede sugerirnos su actitud al entrar al templo del corazón humano. El alma de cada creyente es un templo, y el orgullo, el egoísmo, los celos etc., entran en él. Aun las bendiciones terrenales más escogidas de Dios si son maltrechas llegarán a ser ídolos, y si ocupan el lugar apropiado serán para la gloria de Dios. Oración: Padre celestial, te pedimos que purifiques nuestros corazones de todo lo que tú condenas, y que usemos bien nuestras bendiciones. M. 13 de marzo: La higuera seca, Mateo 21:18-22. La condición de la higuera seca era el estado del pueblo judío. Las naciones paganas eran bastante infructuosas y el pueblo de Israel también era estéril y a la vez era también presuntuoso y falso, sólo estaba cubierto con hojas. Tenía la letra de la ley, los recuerdos, los sepulcros de los profetas, los antiguos sacrificios y los maestros de renombre, y estimaban mucho todo esto. Israel era aparentemente religioso; pero Jesús no halló fruto en él. No tenía fe en las promesas del Mesías, ni ningún sentido de su obligación y de su incapacidad para agradar a Dios. Israel ya no podía dar luz, fuerza, paz y consuelo a la humanidad. Israel, desde ahora en adelante sería un árbol seco junto al camino de la humanidad. La higuera era un símbolo de la condición moral de Israel. Ya no había por qué suspender por más tiempo el juicio. Puede profesarse ser cristiano sin que esto sea una realidad; pero no habrá realidad sin profesión. Muchos tienen una forma religiosa, pero por su vida niegan el poder de dicha religión; por tanto su fin está cercano. Así también se seca la vida espiritual. Oración: Señor y Padre, te rogamos que EL HOGAR CRISTIANO 41