regocijaban de que ee lee considerara dignos de sufrir por causa del Setter. No podemos escapar a la triste» ni evitar todo sufrimiento. Podemos, sin embargo, estar preparados para este tiempo. Por medio del estudio diario de las Escrituras podemos aprender la verdad en relación a nosotros mismos, y enseñar a nuestros hijos que nuestro Padre es un Dios de amor que no dejará que nos acontezca nada que no podamos soportar con su ayuda. Con esta fe no podemos caer, ni ser derrotados, ni separados del amor de Dios. Las dificultades pueden guiar al cristiano a andar más íntimamente con su Señor. Oración: Ayúdanos, Padre celestial, a mantener nuestros ojos en Jesús, quien tiene poder para calmar las tempestades de la vida. Amén. M. 28 de julio: Pe en medio de la aflicción, Job 19:21-27 a. Una señora yacía moribunda por causa del cáncer. Había vivido bajo la sombra de esta enfermedad por muchos años; pero había continuado sirviendo a su Señor, cantando con regularidad en el coro de la Iglesia y guiando a los Jóvenes en todas las fases de actividad de la Iglesia. Su dinámica personalidad brillaba con fe para su Señor. Ni la cirugía ni el radium habían podido mejorar la enfermedad que tenía. En una ocasión que la visitó la esposa de su pastor ésta le dijo: “Recuerde que toda la congregación está orando por usted". Ella respondió: "Dígales que pidan que por medio de mi enfermedad sea glorificado Dios". La congregación oró tal como pidió ella y su oración fue contestada. Como Job en la antigüedad, la angustia no disminuyó su fe en su amante Padre. Dios habla estado muy cerca de ella cuando todo iba bien en su vida; y ella sabía que él no la abandonaría en esos días difíciles y en la muerte. Su esposo dijo que cuando llegó su fin estaba cantando en voz baja un canto que nunca había oído antes, y él sabía que el Señor estaba con ella. Oración: Padre celestial, ayúdanos en nuestras dificultades para dar la gloria a tu nombre. Amén. M. 29 de Julio: El precio de la sabiduría, Job. 28:12-19. El sentido común no tiene substituto. La persona lo tiene o no lo tiene. No es cosa que se adquiere por medio del es tudio, la observación o la experiencia. Cuando una peraona demuestra sentido común hace las cosas en forma natural, sin esforzarse. La sabiduría es sentido común en asuntos espirituales. Significa mucho más que el conocimiento, y viene de Dios. El escritor del libro de Job dice que no se puede comprar la sabiduría ni con piedras Pr¿Cómo podemos entonces obtenerla? El hermano de Jesús nos da una respuesta directa: "Si alguno de vosotros tiene falte de sabiduría, demándela a Dios, el cual da a todos abundantemente, y no zahiere; y le será dada" (Santiago Necesitemos sabiduría de Dios en.todo tiempo; pero dependemos completamente de su sabiduría cuando llegan las pruebas. Aquellos que no tienen sabiduría divina acuden a la bebida, o a las drogas, o a la desesperación. Aquellos que tienen su sabiduría pueden vencer triunfantemente porque la sabiduría nos guía a la fe, y por medio de la fe venceremos. Oración: Padre, te pedimos creyendo que tú nos suplirás sabiduría para las necesidades de cada día. Amén. J. 20 de julio: Dios entiende, Job 28:20-28. ¿Cómo puede el temor del Señor ser el principio de la sabiduría? Es probablemente así: cuando tememos a Dios bastante para reverenciarlo, comenzamos a comprenderlo, y al conocer a Dios conocemos lo que es la verdad. Al reverenciarlo: nos acercamos más a él y él se acerca más a nosotros, y aprendemos, tal como dijo Jesús, que Dios es nuestro Padre que nos ama y nos ha dado vida eterna. Por lo tanto crecemos en sabiduría bastante para no temer la muerte. Aprendemos que él nos ha creado a todos y ha colocado su imagen dentro de nosotros. Por lo tanto crecemos de tal modo que no temeremos a la gente. Aprendemos que él ha creado los cielos, el mar, el viento y las estrellas. Por lo tanto somos bastante sabios para no temer las tempestades, o la noche, o el mañana desconocido. Todo está en sus manos. El único temor en nuestros corazones es que no amamos bastante a Dios, y ese es un temor sabio y sano que nos acerca más a él, y por tanto nos lleva a una sabiduría más completa. Oración: Padre nuestro, enséñenos a temerte con tal reverencia que nunca temamos a cualquier otra cosa. Amén. tL HOGAR CRISTIANO 32