662 REVISTA CATOLICA 5 de Octubre, 1924. SECCION RELIGIOSA ¡HlIJli nriJUL' •á 7874 ~ 16DE Julio s 3 É t ° HERMOSILLO, SON. C R MLACioi. EUCARISTIA Palabra dulce, poética, consoladora, admirable, maravillosa,.sublime, que encierra en la pequeñez de solo diez letras el significado de un prodigio que no cabe en la Tierra ni el Cielo; como el objeto que significa, contiene en la pequeñez de sólo una partícula de Pan, el Sér Omnipotente y Augusto, que no cabe en el Cielo ni en la Tierra. La Eucaristía envuelve un tipo de amor, de abnegación y de ternura, que el Patriarca de la Arabia parecía buscar en su -espíritu profético, cuando desde tantos siglos antes exclamaba en el exceso de su dolor y en la seguridad de su esperanza: ¿Quién nos ofreciera sus carnes para nutrirnos y saciarnos? Puesto que el mismo Jesucristo, muchos siglos después, se expresa en este sentido: "Mi carne es verdadero manjar, mi sangre es verdadera bebida”. Y no contento con esta maní ¡estación tan expresiva, ofrece, estimula, invita a comer este manjar y a saborear esta bebida, agregando: “El que come mi Carne y bebe mi Sangre, está en Mí, y Yo estoy en él”. Y esta clara manifestación, y este amoroso convite, no es otra cosa que una repetición de los sentimientos de su ternura, pues ya antes había dicho: “Yo soy el Pan vivo bajado del Cielo: si alguno comiere de este Pan, vivirá eternamente”. Y "el Pan que yo daré es mi carne, que ofrezco por la salvación del Mundo”, presentando ante li vista de la generación, a quien hablaba, el Pan misterioso que muchos siglos antes había anunciado a las generaciones del pasado, al decir por boca de Moisés: “Este es el Pan que el Señor os ha dado para comer.” , La Eucaristía ’encierra en sí este alimento dulcísimo y este vino generoso, que el Espíritu Santo brinda a sus amigos cuando les dice: “Comed, amigos muy amados, bebed y embriagaos.” “Venid a comer el Pan y a beber el vino que os tengo preparado: Pan y Vino que encierran todo el bien que de él emana, y toda la hermosura que en él resplandece, porque es el pan que nutre escogidos, y el Vino que engendra vírgenes.” La Eucaristía es el. convite que sobre el ara del altar se realiza, anunciado siete siglos antes por Isaías, cuando dice: “El Señor dará a todos los pueblos en este mundo, convite de manjares suculentos y vinos generosos.” La Eucaristía es el alimento a que se refiere Salomón, al decir al Señor: “Alimentaste a tu pueblo con vianda de ángeles, y le diste un Pan del Cielo preparado sin trabajo, que tenía en sí el bienestar de todas las delicias y la suavidad de todos los sabores.” La Eucaristía es un confortante preservativo anunciado por el Profeta Rey diez siglos antes, cuando en sus inmortales cantos exclamaba: “Me preparaste una Mesa para fortificarme contra hs que me persiguen.” La Eucaristía es la esencia de esa ofrenda pura, santa, inmaculada, universal y divina, anunciada cerca de cinco siglos antes por el Profeta Malaquías: “Desde Levante hasta Occidente--- en todo lugar se sacrifica y ofrece a mi nombre ofrenda pura”. La Eucaristía es ese Pan nutritivo y regalado de Asuero, del (Continúa en la pág. 672)