dotes y habilidades extraordinarias con un propósito especial. Una iglesia vigilante ayuda a sus jóvenes a encontrar estos lugares de mayor servicio. Es solamente cuando se ha hecho este descubrimiento, cuando pueden hallar felicidad por medio de resultados positivos. La orientación vocacional es una oportunidad significativa que tiene la iglesia, que rendirá grandes dividendos de felicidad y utilidad humanas. Cuando una familia se cambia de una ciudad a otra, o de un barrio a otro, el hogar experimenta una tremenda conmoción. Es imposible desarraigar a una familia y cambiarla geográficamente sin ocasionar una difícil readaptación. Se dejan atrás amigos de mucho tiempo, se alteran repentina y drásticamente las normas de la vida. Debe uno adaptarse a nuevas escuelas, nuevos amigos y nuevas tareas. En estas épocas de readaptación, la iglesia puede proporcionar ayuda especial a la familia y al hogar. La mejor forma en que una familia puede adaptarse a su nueva vida se halla bajo la dirección y la ayuda de la iglesia bautista del lugar a donde se ha cambiado la familia. Un grupo de amigos especiales espera a cada uno de los miembros de la familia dentro de esa iglesia. La familia puede adaptarse pronto a su nueva situación con el amistoso estímulo de sus recién hallados amigos de la iglesia. La últil dirección de una iglesia sincera y vigilante, significa mucho. Esto hace urgente que los miembros de una familia soliciten sus cartas a sus iglesias inmediatamente después de haberse cambiado a otro lugar. Ellos deben buscar la iglesia; no deben esperar que la iglesia los busque a ellos. Lo ideal es que el cristiano y la iglesia se encuentren buscándose uno a la otra y viceversa. La iglesia debe hallarse cetca del hogar tanto en tiempos de regocijo como en horas de tristeza y confusión. Cuando un miembro de la familia se casa o gradúa, la iglesia debe estar cerca para participar del regocijo. Cuando hay una conversión en la familia, o algún miembro de ella recibe algún honor especial, la iglesia se siente muy feliz por esa victoria. Cuando nace un nuevo niño, la iglesia considera su nacftos deben aprender que la expre-la vida d Dios quiere", no es hueca como piados tto la suele hacer, sino que debe mediatea reaUdad para ser vivida día a reccióni loe estudios, en las recreaciones, mentadsoluclón de los problemas y en las tualmemes que se tomen. conscientes de su responsa-quenos M dan cuenta inmediatamente de rdr?H.»indeta e importancia de su tarea, lOpUmiento de la cual pueden con-pueae lg de Dios. Leí hace poco que son|cul0 «Mis últimos y me- •las en 111 tierra." La autora escrl-t documento pocas semanas antes tiernos anus, eaw* uiAiici» VU111C1-sión se efectuará más fácilmente cuando el niño llegue a la edad de la responsabilidad. Cuando un niño es adecuadamente dirigido en la Iglesia, sus padres se hallan más estrechamente ligados con la iglesia. Pocas cosas unirán más rápidamente a los padres con la vida de la iglesia, que la apropiada y sabia preparación religiosa de su hijo. (3) Da constante orientación e inspiración.—Es admirable ver familias que se sientan juntas durante los cultos de la iglesia. Durante la escuela dominical se reunen en grupos según su edad; pero durante los servicios de predicación es conveniente para ellas sentarse en grupos familiares, si es posible, pues hace un tremendo impacto en toda la familia cuando todos sus miembros se sientan juntos durante los servicios de la iglesia, y se ayudan grandemente cuando cantan y oran uno al lado del otro. Es también un mudo testimonio a los demás de que el hogar se dedica a los gloriosos propósitos espirituales de Dios. La iglesia al proyectar su programa debe tener en cuenta a cada miembro de la familia, no obstante su edad y circunstancias. La iglesia debe dar oportunidad para la participación de la familia en el estudio de la Biblia, en la preparación cristiana y en el programa musical. Es más fácil mantener elevadas las normas de la expresión y la moralidad de la familia aceptable a Dios y a la comunidad, cuando la familia es constante en su asistencia a los cultas de la Iglesia. Trad, por el Pro/. Idel/onso ViUarello. Los padres deben predicar con sus vidas, y enseñar con sus actos. La nueva generación no necesita crítica sino ejemplos. Puede desaparecer el nombre que has grabado en un árbol, pero las impresiones que el niño recibe permanecerán para siempre. EL HOGAR CRISTIANO 5