No. 17 El Paso, Texas, Abril de 1934 II Epoca - Nüestra Ofrenda del Día de la Resurrección - PODEMOS SI QUEREMOS 17 N estos últimos días, antes de la ofrenda especial el Di i s durante aquel invierno Antes del fin del año escolar, a fines de Mayo, más de $2.400 00 habían sido reunidos y mandados a los Campos Misioneros. Según lo que yo sé, ni un solo estudiante había su- ! frido porque se negó algo para contribuir a la Causa i de Misiones. Nunca he visto un grupo de jóvenes y I señoritas mas felices que aquellos. Hubo tiempos i cuando nos reuníamos para orar y hacer planes para i Misiones cuando parecía que las mismas puertas ' del cielo se nos abrían, y nos sentíamos seguros de i que Dios nos escuchaba y estaba bondadosamente í bendiciendo los ('ampos Misioneros y a los Misio- ¡ ñeros también. Repetidas veces cuando llegaba el ' tiempo de depositar nuestras ofrendas para Misio- ' nes, prorrumpieron en canciones de alabanza a Dios Í por las respuestas a nuestras oraciones. De veras ' muchos dieron “con risa de extremo regocijo” <2 i Cor. 9.7). Las noticias de aquellas reuniones y el in- ' teres misionero de los estudiantes fueron llevados ' por todas partes alrededor, y otros oyéndolas que- ' rían ayudar- Recuerdo también que siendo tesore- í ro. en una ocasión recibí $400.00 de una persona en ' una ciudad distante para ayudar a nuestro fondo ' Misionero. Parecía que por la oración los miembros ! de la Sociedad traían el dinero a la tesorería. i Ahora bien, en el nombre de Dios, ¿por qué no ? • Pata a la página 3 !