LA PENUMBRA.

Si pi'eeisamente esa fracción niega toda ingerencia . en tales asuntos, ai Poder Legislativo; si este sabe imiv bien q>or lo menos debe saberlo) que el art. 97 de la misma Carta, n la fracción 4. dice: que: corresponde á lus Tribunales de la Federación, conocer de ipu* a-,'	entre dos ú mus K^tidois:
.y en su art. 96 textualmente, quect/rreípoínie d la S'.t-preinxi Curte de J. « desde lu primera instancia el< o-Aocuítie.du d*-l<!- c-;:d(■•.persists qiue se susciten, de un Jetado cun tiro y de aquellas en que la Union tuviere parto. Es creíble que una reunion de ciudadanos, que por la alta y delicada nnsion que desempeñan v que deben tener la rectitud é ilustración necesarias /se deje dominar de tal manera, que prefiera Apoyar al Ejecutivo, á cumplir con su deb^r, y mas todavía, á cometer actos que hablan muy alto en contra de su decoro?
La disposición á quo bos referimos, no solo ha atacado y destínalo por completo la soberanía de un Estado. sino q te, minando por su base el art. 50 del Código fundamental, que divide para su ejercicio el supremo poder de la Federación en Legislativo, Ejecutivo y Judicially que previene expresamente quenuñ-rxi podran reunirse dos ó m is de estos poderes en una per corpa rucian, se ha arrogado facultades importantísimas del Poder Judicial, que constituyen una usurpación manifiesta y uná centralización odiosa.
¡No solamente es un ataque á nuestro Estado, es un paso mas a la dictadura, es el insulto á todas las entidades federativas*
- La prensa ha denunciado .como causa de la expedición de la ley, la realización de intereses particulares y ambiciosas miras personales de algunos altos funcionarios, y nosotros no nos detendremos á examinar la exactitud ó ipexaetitud do taí asertó; pero si así fuere, la. enormidai del delito no tendría nombra, pues si hay a go vurgonzoso^en un gobierno, nada lo seria mas que este acto tan indigno.	------
1 si el Ejecutivo y el Congreso no se han inspirado mas que en el patiiotísmo el delier, nosotros, en nombre de la justicia y de 15 ley, pettimos:que cuanto antes -.vuelvan, sobre sus	y deroguen tal disposi-
ción, si no quieren que sobre ellos4 pesen los gravísimos males que van á ocasionar, si,¿n quieren que caiga sobre su cabeza la execración y el anatema del pue blo mexicano.
¿Y quien sabe si con la medida ^adoptada y en medio de esas revueltas intestidaff que matan la industria y, la agricultura, y secan 4ddas-4|LS fqéBtes del ira-bajo,^e presenten realmente donfiietos internacionales ^ae hasta ahora han sido solamente imaginarios? Qué ¿se atenta impunemente contra íaTtoberanía de los pueblos libres?
No, conciudadanos. Tiempo es ya de que la augusta voz de la justicia resuene inagestuosa en me<lio del desorden y. del abuso; tiempo es ya de hacer valer nuestros derechos tantas veces ultrajados. ;
Si algún origen reconoce el lujo de arbitrariedad y despotismo que gastan los malos servidores de la Nación, no es otro, sin duda algitná, qxte la indiferencia conque los mexicanos vemos nuestros asuntos; no es otro, seguramente, que la impunidad en que siempre hemos dejado los atentados que cometen.
¿Es^posible que en uu pueblo democrático, que siempre Jhá luchado por mantener incólume su independencia; ll^ne ¿ Ud grado la relajación de los funcionarios ni^licxis, que miren con desprecio al pueblo v á los Matados de quienes solamente son mandatarios^
¿Es posible que tanto hayamos retrogradado? Si los que suscribimos, guardáramos silencio en este asunto, ^eriamo» cómplices por ese solo hecho del ^atentado jqze acusamos.
¿ . Y sí, para cometerlo, Ion legisladores tuvieron en cuenta, que no hay quien les exija la grave responsa
bilidad en que han incurrido, no olviden que un tribunal imparcial y mas augusto, la opinion pública, les juzgará; y que el libro de la humanidad, la historia, consignará coa caracteres indelebles, los nombres de esos seres que intencionalmente ó por descuido, son la causa de Ja ruina de los pueblos.
Por estas consideraciones, los que suscribimos, justamente indignados, protestamos enérgicamente, como mexicanos y corno coahuilenses, contra los actos arbitrarios y tiránicos de los poderes l egislativo y Ejecutivo de la Union: como coáhiiilenses, protestamos á nombre de la justicia y del Estado, coiitra la usurpación de su territorio y contra el ultraje inferido á sus autoridades y soberanía; como mexicanos, contra la violación expresa de los arts. 50, 72, 90, 97 y 116 de la Constit-ueion General, contra la usurpación de las facultades del Supremo poder judicial, contra ia ofensa y violación de la soberanía de todas las entidades de la Federación, y contra la conducta reprobada do los autores de lev tan injusta como atentatoria.
México, Octubre 12 rie 1879.— Ignacio M. Aiizpe, Ruperto del Valle, Jorge D. Rodrigue^ Demetrio Salazar, Manuel B. Juárez, Ricardo Ortega, Felipe Solazar. Miguel Cárdenas, Tomas Beriánga, Luis " Gonzalez Rodríguez, Lucio Cuellar, Francisco íVaMéz, Juan Cárdenas, Bibiano García, Jesus M. de la Fuente, Ja-cobo Aguirre, Catavino García, Ignacio Vazquez.Eva-risto García, Ricardo Orozco.
ACCAHUma.
En su aflicción.
Coahuila es hoy el cuerpo mutilado Que en su horrible dolor, alza un gemido: La altiva etieinaye rodar fronchado ; Su brazo mas precioso; el adormido Lago qüepierde el manantial querido. ■
No se esconde el verdugo; está á su frente: Vibra en su diestra la tenibíe espada: Los hijos de esa ^íctima inocente
No pueden desarmar la mano airada; Porque hiere con arma desusfiria.
La víctima es Coahuila... .La del Norte Enllante estrella que há alumbrado pura Entre otras muchas de elevada talla. De la patria en su noche mas oscura Y en sus horas de negra desventura.
En esas noches en qué el timpio cielo. No se dejaba ver por la neblina. Que interpuso su manto entre él y el suelo, Coahuila se abrió paso, y argentina. Dibujaba su forma diamantina.
: El hijo audaz dé la gentil matrona Tremolo de los libres el pendón, , Sobre el polvo del trono y ja corona; ?. Si premio no recibe, no hay razon A arrancar de su pecho el coi az on.
Su libertad es santa: y la ama tanto Como á su integridad é’mdependencia, Y conservarla incólume és su encantó.