SECCION: DEL CULTO FAMILIAR A cerf» * Merierite MeGeveek * Woedwwrf UnMa m » lee* DmMmI wn N « 4e O**»». «tato: -Me UHh «•**.-ItoM*: ■*** L L. 38 de eepUembre: Poder pm teeUfl-eer, Hecboe 1:1-8. Cuando Jeeüa ascendió por entre las nubes para solver a su Padre, dejó su causa en manos de sus dlscípuloe: loe mandó que testificasen de «1 en todas partes: en Jerusalem —en casa; en Ba-marla —una provincia vecina; hasta lo último de la tierra —en todrs partes del mundo. Estos linares que mencionó Jesús fueron más que lugares geográficos. También eran clases de situaciones a que se deberla aplicar el mensaje del evangelio en cada generación. Jerusalem era una dudad cuya religión era jurídica y formalista. Le gente con sus labios adoraba a Dios; pero en verdad sus coraaonee estaban muy lejos de él. Hoy, por lo tanto, tenemos que llevar el mensaje de una religión sincera a aquellos que consideran que la religión es una formalidad más bien que una fuerza, un credo más bien que una experiencia. Samarla era una tierra de amargura Los insdltactoeoe devsetoaeles re lee mee* de eetaáre, noviembre y diciembre, feorea eecrftae per S. J. Wereea, Vlrgieio Horrie Heedrielrs, Jobs 8. Sompey, Jr. reopocHvemeota. y prejuicios. A aquellas personas de nuestro día que parecen gozarse en el odio, la amargura y la mala voluntad, es preciso llevarles el mensaje de amor, compasión y comprensión mutua. La gente más allá de Palestina —hasta lo último de la tierra—era gente pagana. Para ella, el fin prindpal del hombre era adquirir poder y dedicarse al placer pecaminoso. Es a estas personas, en este día, que tenemos que llevar el mensaje de que el fin principal del hombre es glorificar a Dios y disfrutar de él pera siempre.—Dr. H«gh Peterem. Oración: Ayúdenos a ver, Padre celestial, que loe campos todavía están blancos para la alega. Amén. M. 38 de septiembre: Compafierlsmo en la oración, Hechos 1:8-14. Seguramente los discípulos se sintieron muy solos cuando Jesús se marchó de en medio de elloe. ¿Qué harían ahora? En otra ocasión hablan estado separados de él: cuando murió en la cruz. Entonces algunos de ellos volvieron a sus empleos antiguos, a la pesca, con la esperanza, evidentemente, de que olvidarían su tris-tesa con el trabajo. Ahora sabían que Cristo ora un ser viviente y victorioso. Asi que en seta ocasión en ves de volver a sus antiguas ocupaciones se dedicaron a la oración. Con la oración sus coraaonee quedaron preparados pera la venida del poder del Espíritu Santo. , En la actualidad la Iglesia que ora es una Iglesia poderosa, una iglesia creciente. iCuánto serian fortificadas nuestras iglesias al más personas se propusieran sinceramente asistir al culto de oración 1* IL HOOA8 CEISTIANO