TIEMPO DE B. C„ Y SONORA — PAGINA 2 Del Arcón Político de Baja California , V. V ?<• S7-1 - ■ ■ ■ ■ . jE .v' -• B- 1 ■ ■ - .' ________________________________ ■ $ &£ .2 >'K•. i'• ?'•' 'j¿ - .;V-í ' : /'V-; ;.:v "•-■■ ■' ¿ •< *J*¿_¿ílJí38 \V - 3' "• ■/.'. ■ M /'É ■ H- •• Sr '• .8 ■>■< '",i • -.-•J' 1 » er - • ■ * ■ \ Á ' -i tosy'SB? '■;< ífiw A ■: José Alfonso Sánchez. Ortiz, era dirigente estatal de las juventudes revolucionarias y como tal se desplazaba activamente en toda la entidad... tenia como colaborador inmediato a José Luis Martínez dirigente obrero y como aprendiz inmediato estaba Rafael Fregoso, quien hacia sus pininos como periodista y como maestro habiéndose destacado en la última actividad.....en ese entonces, el delegado del PRI nacional, era nada menos que el entonces Senador Guillermo Ramirez Valadez, a quien el paso de los anos le ha impedido ser Gobernador de Jalisco..... ni hablar, han pasado los años y el TIEMPO transcurre impecable su camino..— Al pie del tiempo La autocrítica, un saludable ejercicio su objetivo sustancial E»1 UUVUHICUIU x»*aeia>z»v- —informa sobre ta marcha de bs asuntos públicos— y Entre los muchos temas contenidos en el III Informe de Gobierno que merecen comentario, uno ha cobrado rasgos de prioridad. A lo largo del discurso pronunciado por el presidente de b República ante el Congreso. 1a relación entre el Estado y los medios de comunicación, entre tos actos de gobierno y el ejercido público de b crítica, apareció de manera constante. El documento cumple con toma un giro insólito al cuestionar. en términos seyo-os^ tos vicios de b estructura informativa del país. Ante tos temas más variados, el presidente López Portillo usó su derecho de réplica. Los problemas de ta actividad informativa forman, parte de las preocupaciones expresadas por ta actúai , administración; nunca, sin embargo, su planteamien había alcanzado tos niveles de crudeza que' d sábado pasado. En su primer Informe, el Presidente anunció las modificaciones constitucionales que darían cuerno a 1a Reforma política, que incluyeron ta adición al artículo Sexto; el derecho a la Información será garantizado por el Estado”. En aquella ocasión se hizo referencia leve a un sistema informativo que va de lo gris a lo amarillo. En el Segundo Informe, fue anunciada ^elaboración de una ley de garantías al derecho a la infermecíón aue todavía no se concreta, cabe acotar, mformadónque 1»=^ ,omlu|adas el rxrJíaentp de la» República a la estructura interna e ^tXÍÍcional de información no ha tardado. Quizá con venga reconocer que otra vez está dominando la capacidad de simulación, la hipocresía que un día toma las banderas del apolicitismo y otra bs de fiel e incorruptible servidor del bien público. Sea cual fuere el curso de b polémica abierta es obligado reconocer que es tiempo de ventilar un terreno tan pantanoso y turbio como son las relaciones entre bs medios de comunicación y el Estado. Vale repetir hoy. como antes hemos sostenido en la cátedra,, bs conferencias y los espacios de opinión que una cosa es que no todos tos informadores están insertos en ta mecánica nacional de la corruptela y el mercadeo de conciencias y otra, muy diferente, que en el medio de un aparato informativo mercantil no existan tos periodistas faltos de ética y de responsabilidad social. . Llama b atención, por ejemplo que Exrébior haya asumido explícitamente el liderato en defensa de esa prensa pretendidamente inmaculada. Llama la atención que a b manéra bíblica eche cenizas sobre su cabeza y rasgue sus vestiduras, porque existen —vueltas de la vida— actas antropológicas que revelan ai manejo toteij no en un pasado reciente y evidencias de su realidad presente. Hace pocos meses, en sus páginas tuvo cabida una revelación asombrosa. Uno de sus columnistas confesó que sí. efectivamente, para conservar su independencia de opinión había aceptado, años ha. algunas concesiones del gobierno;-Extraña_ contradicción teórica mtre dependencia e bidepehdedcitf.- Y entre esos form adores de opinión que ayer amanecieron disfrazados de vestales ofendidas están algunos que han hecho de sus escritos reducto de injurias personales contra cualquier mortal que tenga b desgracia de ser blanco de su interés. Han escrito, no cerca de la crítica independiente y objetiva, sino con los humores de bs descargas adrenalinas y el lenguaje de piqueras; y cuapdo los de fuera se vuelven distantes, han emprendido una batalla campal entre ellos. Hermosa lección de periodismo circense. El ejercicio de ta crítica, vital para el desarrollo democrático y ta modernización de ta sociedad mexicana. requiere algunos atributos. Quizá, aparte de tos aptitudes formales respecto a b expresión, lo que más demanda es el manejo de una visión objetiva, de la vocación por el manejo de verdades objetivas. Después de eso sé sabe, hacen falta valor para difundirlas y capacidad para propalarlas? Lejos de toda crítica honrada y respetable están el alarido, el ocullamientola tergiversación, ta saña personal, bs negocios de compraventa, etc, . . -... Para practicar ta crítica en un terreno de-verosimui-tud es indispensable asumir también ta tarea autocrítica. Puede quedarse atrás aquel dicho deleznable, zoologists, de ta prensa que produjo el desarrollismo, de que "perro no come came de perro’ ¿El ocaso de! embute? El Presidente de la kepúblic.? * t^onoció ante la opinión del país las fallas y deformaciones que padece la estructura informativa y que también son atribulóles a la parte gubernamental. En todo caso manejó la crítica y lj| autocrítica, empleó términos equilibradores, tocó £^$3 prácticas viciosas que se establecen entre corruptores corrompidos, denunció que las relaciones entre prensa y gobierno muchas veces descansan sobre la complicidad. Eso es cierto y es serio. Entre comunicadores es frecuente oir la tesis de que el Estado mexicano, después del periodo de Cárdenas, empezó a sentir la presión de una prensa fortalecida por el modelo de desarrollo que adoptó el paísL Se inició la lucha entre un poder político obligado a ratificar su legitimidad histórica y sus alianzas populares y un poder económico que ha tenido en los medios de comunicación un brazo armado. Los responsables del gobierno quisieron encontrar solución y entraron a un callejón sin salida. Se procedió a buscar fórmulas para •’comprar" a los medios, algunos nacidos gracias —oh paradojas— a concesiones estatales; y muchas veces esa compra no ha tenido como fin defender al gobierno, sno debilitarlo y dividirlo. La crisis de 1976 vino a evidenciar el fracaso práctico-de semejante táctica. En medio de b campaña dej desestabilización se demostró que el aparato comerciad que domina a un alto porcentaje de los medios acep« dádivas y canonjías del gobierno: pero en momente difíciles es totalmente leal a los intereses del capital. La lección fue demasiado dura para ser . da" Las relaciones entre el Estado y los medidfl^ comunicación han andado, para mal de la soc^gj mexicana, en terrenos particularmente pantanos^egl necesario orearlas, pero también es urgentej^^™ las bases en que descansan. Por eso conyiettKgHg|B sólo un moderno régimen jurídico m ación puede suplir las formas la comunicación propuesta pvr <•.’ i una actitud bable. Cabe observar una estructura mayoritariamente cambiar su concepto respecto a mercancía y bien social hay un