ponerse a que eea un éxito. Loe eris-Uanoa, teniendo idealee y un eorasón con ¡a debida preparación para ir a la eternidad, ee proponen a tener éxito en eu vida matrimonial. I —I—4- J— eeite Recuerdo a un joven pastor cuyo matrimonio estaba en peligro de fracasar. La Joven con quien ee había casado era muy frívola; pero él ee propuso tener éxito en su matrimonio. No debía haberse casado con ella, pero la amaba. II me dijo que a veces se desesperaba tanto que para calmarse salla a caminar, y si por el mal tiempo no podía salir, iba al sótano, donde estaba el depósito de carbón, y con una pala lo movía de un lado a otro. Su determinación de tener éxito en su matrimonio dio por resultado la madurez y firmesa del carácter de su esposa. Ahora sus tres queridos hijos ya han formado sus propios hogares y son felices, porque un joven cristiano tuvo la determinación de tener éxito en la formación de un hogar cristiano. ti hogar paterno, el hogar conyugal y el hogar espiritual, (la iglesia) cada uno de éstos puede ayudar o estorbar a los otros. Todo nlfto merece un hogar cristiano y un hogar espiritual. es decir una iglesia. Y toda familia necesita un hogar espiritual, una iglesia donde hallará el compañerismo sano de un grupo de creyentes, y fortalesa y estimulo en la fe mutua. Cuán necesario es que los que procuran lo mejor para su hogar paternal y su hogar conyugal tengan un hogar espiritual, una iglesia vital. . Durante la segunda guerra mundial, un sargento que había estado llevando mala vida reconoció su pecado y estuvo asistiendo por un tiempo a nuestro templo. Al fin ee dio cuenta de la gran necesidad que tenia de un Salvador, y en eso le ayudó una amable Joven cristiana con quien deseaba casarse. Cuando vinieron a hablar en cuanto a los planes para la ceremonia en el templo, también hablamos con respecto al bautismo del joven. II dijo: “No voy a casarme hasta que haya aceptado públicamente a Cristo y me haya bautlxado." Y el siguiente domingo lo hizo Después de que se casó tuvo que ir al campo de batalla, donde se distinguió por su valor y gallardía. Años más tarde volvió con su esposa y dos hijas a nuestro templo, iban en camino a un lugar de ultramar a, donde k> había enviado el ejército. Hablamos de lo que había sucedido en su vida y de cuánto había significado Cristo para él y su esposa. Antes de despedirse me dijo: “Posiblemente le pareeca algo raro; pero me gustarla entrar al auditorio del templo para elevar una oración con mi 81 alguien hubiera entrado al templo en aquel momento y hubiera visto a loo cinco: el padre, la madre, las dos hijas y el pastor tomados de las manos, le habría Impresionado aquel cuadro. Istábamos Junto a la banca donde este hombre había aceptado a Cristo como su Salvador, y allí oramos pidiendo a Dios que bendijera su hogar que iba a esUbiecerse en un país extraño. Más o menos un año después un obrero cristiano que había estado en el lugar a donde había ido esta familia me trajo saludos de ellos, y le pregunté: "¿Cómo están?" "Muy bien", contestó él, "es una pareja excepcional; en aquella base militar no hay capellán, y ellos han organizado trabajo evangélico en su propio hogar. II enseña a los adultos y ella a los niños de la escuela dominical.” Utos son mejor ejemplo de lo que yo pudiera decir de la importancia de la relación entre el hogar familiar y el hogar espiritual. Luego tenemos el cuarto hogar — el hogar celestial. Todo lo que hemos dicho nos ofrece una perspectiva de la eternidad. Sabemos que la rectitud tendrá su recompensa y el pecado su castigo, y que un dia Iremos a morar con loe que hemos amado y perdido por un tiempo. Jamás olvidaré la ocasión cuando ful a visitar a la Joven pareja encargada de la capilla que por muchos años han tenido los bautistas en el este de Londres, parte de la cual fue destruida durante la guerra. Sobre la puerta de su hogar había una placa con las siguientes palabras: "Señor, has que mi hogar sea tuyo hasta que el tuyo sea el mío." Bu hogar, su trabajo, su vida, su amor —todo tiene perspectiva eterna. ¡Cómo nos inspira esto y nos eleva de la monotonía de cada dia, de lo bajo, lo pecaminoso, lo vil, lo sórdido y lo mundano! lato nos hace ver que cuando Dios desee, la verdad, lo bueno, el amor, la pureza y la hermosura triunfarán. Por medio de Cristo hemos entrado a una relación que Cierto gran escritor nos presenta esta verdad en uno de sus dramas. Un dia él me refirió cómo escribió este drama. En una calle de una gran ciudad se encontró con Archibaldo, un amigo de la niñez. Se reconocieron, y allí en la esquina de la calle, cada quien en camino a un compromiso, hablaron el tiempo que pudie- II amigo le informó que se había casado con la novia de su niñez y que Dios les había concedido un buen hijo. Le platicó de la casita que hablan construido y la maravillosa manera como Dios los habla bendecido económicamente. Llevaba un temo de tela delgada, lustrosa y gastada. Cuando Archibaldo se despidió y le volvió la espalda el sol brilló sobre su lustroso temo azul, y al escritor le pareció que su amigo caminaba dentro de una L.rillante armadura. Su drama lo basó en la historia de este amigo y V. novia de su niñez, quien llegó a ser su esposa y la madre de su hijo. El drama se presenta en dos niveles de la plataforma. En la parte de abajo aparecen Archibaldo, su esposa y su hijo experimentando todo lo que es parte de la vida. En la parte superior de la plataforma, con fondo místico, de cuando en cuando aparece Archibaldo con armadura brillante peleando contra las fuerzas del (Pasa a la página 32) ■MIRO * MARZO OI 1M0 7