432: ■ ' la'V-oz ' Vi - un poco mas altas gómenos sucias que las'otps, El tocho es de paja dearroz, pueg tejas. Ni una casa hé'méto siquiéra que tenga; ; tm priiperqiíso. - Todo ofrece un aspecto triste y miserable, sin; esceptuar la noble ciudad real. Lo mejor que hay son los teinplos do ídolos, y aun los-más hermosos no ppeden compararse á una rica habitación china. - Lo"mismo sucede ápoca diferencia con respecto; á - los caminos, Jos cuales están divididos en tres ciases: Los primeros, que llamareiuos cár-reteras, tienen por lo regular una anchura suficiente para que puedan caminar cuatro hombres de frente; es lo que basta en. un país en donde ' no se usan carruages, sobre todo, én las provincias, pues no se anda sino á pie 6 á caballo.; ¿Sin embargo, sucede frecuentemente que . con motivo , de algún pedrusco, los caminos se hallan reducidos á una tercera parte , sin esceptuar las carreteras,1 y hasta hay ocasionés en que tiene uno qúe trepar con la cabalgadura por los peñascos á pique de romperse la Cabeza ó de rodar en los fosos inmediatos. No obstante, en las cercanías de la capital, los canfine ¿tánimejor-cuidados,-y hay uno que va desdo palacio hasta el-pánteomde los reyes,- quedsegun dicen, es magnífico En cuanto á los de segunda clase, vanan a cada cuarto de hoia, tan to.por.la belleza pomo por la comodidad y la anchura Cuando ya no veo sino una mala vereda, pregunto; si éstamos todavía en el Camino real, yseme responde afirmativamente: el caso es entenderse. De todo hay menos caminó; piedras, peñascos, lodo,: arroyos, hada falta. Por lo que hace á los caminos de tercera clase, no tienen mas que un pié de ancho á poca diferencia; en los arrozales están llenos de, agua, y,en las montañas sehallan en lamisma orilla de los precipicios; . /; - Por lo tocante á los. puentes'; se reducen á dos especies, á-lo menos los que he visto. Los unos consisten en algunas piedras colocadas de tre- -cho én trecho en/iriedio del arroyo, y los otros en unas estacas ¿lavadas; en el rio y cubiertas con tierra: estos aun podriap pasar, si no estuviesen, á menudo llenos de agujeros/ Cuando hay crecidas, como sucede fré-hllStótoente en verano, los puentes se smnergen, y entonces el viagero. tiene ta-satisfaccion de tomar un bañó de pies, esccpto los grandes se-ñores que;pueden evitarlo plantándose 11 cuestas de un guia. Finalmente, én láeeagiíal hay un puente magnífico de piedra, que es una de. las rnaravillas^de, este país. , , ■ 1 ;- Los nos nay^ es no abundan en la Corea, y los que hay són tan poco- caudalosós'^^giasi $odd se trasporta á cuestas ó por medió de ba-gages^ó caballerj^l.?) . (('ontinuará.) Imprenta del Pb^jódico, calle de San José el Real núm.13. ♦