La Somvua de Fuente
iustrueciou seeuudaria, que no ha ni al bernado:.... que no solo induce, sino enterarse de este artículo ó el día que ¡que obliga a los hombres á la desobe* no le t/a’ríe lo que se dice en este perió-; dieneia; que invade la santidad de la vi* ¿¡co? *	'	; da privada, haciendo en el confesionario
repito^ es mentira la libertad de ; delatores y espías a la esposa, a- las hi-imprenta»	y criados del que sospecha; quo
Pero si algo rué sucede la sociedad es -; juzga sin acusador, y por el tormento, tá al tanto de ios hechos y puede darme i busca testigos^ contra^ el acusado;^ que la justiciiiL”™ef*YCOBO 31» Aguiiuie.
pt>r fl I>>\ I)ovid Ccrna que d< Mu Adkr^ pron''ripiado l«t del 19 de Febrero de 1882, aide S<xdedad Cieidí^ico -Litera* ría '‘ViKiii Aufoiuo de la Fuente?'
(Concluye.)
la
niega a los padres el derecho de educar á sus hijos fuera de la Iglesia é insistien-¡ do en que á ella sola pertenece la# direction de la vida domestic#, y la inspec* í cion de los matrimonios y divorcios;... , ; que exige que toda ley contraria á sus i intereses sea rechazada, y que si no se ¡ accede á ello, ordena á todos sus adep-i tos que la desobedezcan?”
■ No cabe duda que el clero católico, ; como en otros países, ha sido y es el es-El catolicismo, sin duda el mas perni- - tigma mas pernicioso de nuestro pueblo eioso de todos los sistemas religiosos, ¡ libre y soberano. Pero agoniza, por fores el que avasalla, por desgracia, gran ■ tuna. Vemos que es una cansa perdida, parto de nuestro pueblo. Y es éste el j ¿Quien de los socios mas jóvenes de esta que se opone á todo lo benéfico para la ¡ Sociedad se atreve a seguir la car-sociedad, Rechaza actualmente la muy ¡ rera de sacerdote? Estoy seguro que justa ley del registro civil, y se cree ul- : nadie; pero si alguno llegara a pen-toajado en sus derechos. ¡Malvada hi- ¡ sarlo seriamente, seria expulsado ¿iu poeresía! Así, diré con un elocuente es- ¡ duda de nuestra-asociación, por re-critor: ‘•¿Consentirá la civilización mo-! trógrado que abriga aspiraciones a la derna. en abandonar la carrera de pro- ¡ vagancia, en lugar de ^rocur^r ser para greso'que tanto poder y felicidad le ha; la sociedad un digno y útil ciudadano. cía&d? ¿Consentirá en desandar lo an- ¡ Nada, es preciso acabar con esa espe-dado. y volver á la ignorancia semi-Mr- cié de holgazanes, como son los frailes, baray ála superstición de la Edad Media? , que infestan nuestra sociedad. O son bue-¿Se someterá al arbitrio de un poder,, nos y útiles ciudadanos, ó que se haga que pretendiendo una autoridad divina, í con ellos como con los vagabundos!
no presenta testimonios adecuados á su Que esos portentosos edificios des^qa-poder que tobo á Europa están- dos á la adoración de un fantasma antopíi-cada por muchos siglos, suprimiendo fe- í zador, según la religion, y que no son pías wzmente con el hierro y el fuego toda \ que monumentos ¿te retroceso y ele baíbá-tentativa de progreso; poder que se fun- í ríe, se conviertan en templos de enseñando en una nube de misterios; que se co-! za, en bibliotecas públicas, en colegios, en sobre la razon y el sentido común; ¡ academias, en fin, en obras da verdade-qw enalta voz proclama el odio e que \ ro progreso.
siente contra la libertad del pensamiento i Pero rio solo la secta católica, la ex-y de las instítociones civiles; que clenun-! periencia nos ha^venido á demostrar que c» como la mas perniciosa e insana la la religión, en término genérico, es una ripíelos & eme la hartad de conciencia! falsedad perjudicial, que no solamente rs derecho áe tocio hombre; que protes* ¡ no ha podido ni puede moralizar al gets de qw el derecho sea proclamado y ¡ ñero humano, sino que ha sido la causa afirmólo por Is ley eti. todo pais Men go* • mas evidente de su retroceso y perdición.


Que esos portentosos edificios