10 EL ATENEO —REVISTA ESTUDIANTIL üh flGERGfl DE Lfl DtMOGRflGIfl |«» Difícil es para mí abordar éste tema en el Cusí sólo penetran los sabios y prudentes; me encuentro pigmeo ante la obra en que todos los siglos han allegado su esfuerzo; ella ha sido un contagio de Grecia a nuestros días; para presentarla se necesita la pluma del poeta que cante sus proezas, las ideas del que medita, la clarividencia de los grandes....... Pero que he de hacer cuando soy hombre? Por eso cómo él trato de obtener lo que me parece más difícil. Pegaré mis labios en la límpida corriente Que llena el cauce de los hechos en los siglos; me inspiraré en Grecia, en Roma, en mi patria ........tretaré de deducir con las premisas de la historia y con todo llegar al fin que me propongo. Comprender ese soplo suave en el cual vive el hombre sin conocer un límite que le encadene ó bien un angosto cauce por el que ha de deslizarse rutinariamente el producto de la actividad de su espíritu pensante; encarcelando al cóndor de su pensamiento que habría de remontarse en lo infinito de los cielos, cual un Icaro Que después de sufrir mil y mil derrotas subiría una vez más en alas de la audacia: ese soplo que dé soplo se convierte en huracán devastador cíaándo un tirano quiere hincar su ambición en el dón divino que hace del siervo un hombre, y que ha llegado vinculado a la vida con su aparición pri-Tttéra entre la tierra, LA LIBERTAD, comprenderla como el clásico griego, modelo de nuestros tiempos, modelo de nuestros ancestros, viviente modelo de las humanidades, comprender cómo 61 repito, debe ser la aspiración del que quiere ser DEMOCRATA. La Libertad es un aliento emanado de ella que es capaz de producir fenómenos tales en los pueblos que la tienen y comprenden, cómo las guerreras de Grecia contra Asia- La Historia ha visto levantarse al pueblo heleno cómo un sólo hombre, cómo un gigante con la tea de la libertad en la diestra, que ardía aún más viva al calor de sus derechos, y hacer un ejército de ciudadanos que nunca fueron militares. El conocimiento de sus fueros y el sentimiento de su libertad, le transformó en inmenso mar enfurecido que de terrible empuje derribó el dique dé esclavos que formaban las huestes persas Y ahora, si queréis bosquejar en vuestra mente un concepto siquiera sea vago- al igual que las ideas del vástago que comienza a vivir, en los terrenos escabrosos de la antesala de las ciencias; imaginad al gigante cavernario que comprende el fiel bagaje de sus derechos deteniéndose altruistamente ante la influencia de sus hermanos; vedlo libre ya en la cumbre de la agreste peña, ya en la cima de las grandes olas cuando al implacable océano se lanzan, libre cómo el cóndor de alas poderosas que dirije su mirada potente desde los azules precipicios en la curva de los cielos, libre con la libertad de un momento que lleva el rayo al escapar entre las nubes; dadles iguales derechos y libertad a los que con él convivan y vuestra imaginación habrá forjado un Demócrata- Amasad hombres cómo él en que cada tino tenga una voluntad jamás influenciada y un cerebro director capaz de gobernarse a sí mismo, todos diferentes, tan sólo semejantes por ir unidos bajo el rubro de Libertad, Igualdad, y Derechos; dadles mandatarios que les dirijan nombrados por la mayoría como los más aptos, y tendréis entonces la DEMOCRATA. Ella ha aparecido a los ojos expertos del que urga en*el camino de los siglos, cómo las doctrinas grandiosas que por ser verdades purísimas en circunstancias favorables, perduran al tráves del tiempo. Fué su cuna el país que nació a luz de la libertad, dónde cada hombre fué un rey qtre tenía el bastante sano criterio para no dejarse arrastrar por minorías, que hacen en pueblos sin sentimiento de sus fueros, de las leyes una mofa y de su libertad una eterna mentira: Fué Grecia. La historia nos abre los ojos ante la Grecia embrutecida por los vicios del Oriente, macilenta, arrastrando el fardo de sus doctrinas y ciencias que antaño ; deslumbrarán al mundo, no cómo alguién creyese por su sistema gubernamental, por el democrático; no, él ya no existía. Para ser demócrata se necesita obrar independientemente en el medio en que ha sido creado, ser Libre y el griego yacía encadenado ala corriente negra de los vicios. Con la libertad, perdieron la democracia; con los vicios cayeron al infierno del servilismo. La admiramos de nuevo al renacer en la Roma heroica que ha dejado de ser monarquía para llegar a república cuando sus manos palparon la tiranía cruenta de un monarca, y al fuego hirviente de la palabra de Junio Brutus, toman las armas y comprenden sus derechos nombrándose libres; derrocan la bestia que se ha ensañado en la castidad de Lucrecia, y sienten bullir en sus entrañas un fuego que Ies abraza, que les empuja al más alto grado de libertad en la Socio- Los ■ú.ltim.os Estilos “I-jel 'Valezioie.ria.”