SRA. MERCEDES M. DE MCHENO Ml HUA MARGOT Tiene Margot un niño a quien adora, que no nació entre lágrimas y males, pues-s* lo dió de cuelga una. señora . _ • que lo compró de lance en veinte reales. J _ No hay un cariño igual ?. ese-eariño--------- reflejo fiel de abnegación sincera, -pues ni lo entiende ni lo paga el niño que le dice “mamá” y es de madera. ' í Sin temor de que enferme o que se pierda, la madre sabe de contento loca. a*. que el niño si le tiran de una cuerda, 1 llora, abriendo los ojos y la boca. ¡Si la vierais en horas sosegadas con qué ternura maternal lo viste, y con qué melancólicas miradas se fija en él cuando le juzga triste! “¿Qué tienes—le pregunta,—niño mío?” “¡Más bonito que tú no habrá, ninguno!** “No llores_____¿tienes hambre? ¿tienes frío?” “Duerme mientras te traigo el desayuno.” Y lo acuesta en su lecho allí, lo abriga, . 1 bajo sus mismas sábanas lo arrop.\t \ y corre por la leche y por la miga F para darle en los labios sopa a sopa. Que no las toma el niño es cosa clara, pero aquí la intención salva un abismo; Margot en tai desaire no repara, pees ella se las come y es lo mismo. Margot junto a mi padre dulce y quieta, era siempre su encanto y su consuelo, y yo vi alguna vez. frente a la nieta, lágrimas en los ojos del abuelo. “Estos juegos—me dijo,— causan frío “no sé ni qué revelan ni qué indican, “¡hacen cosas los niños, hijo mío, “que ni los grandes sabios las explican. “¡Cuánto Margot a la virtud promete! “Mira----en su niño están sus ojos fijos___ “¡Avergüenza esta madre de juguete “a los monstruos que olvidan a sus hijos!” Mientras yo silencioso meditaba, Margot, que cuenta cuatro- primaveras, para dormir al niño lo arrullaba como arrullan las madres verdaderas. JUAN DE DIOS PEZA.