3 ^í> <-„y^, .', wl w-%, 5«iWi BiiWW S«^W= :rM ;' * "#:■ 4'ÍS 6 ■ % x^ ■ • .:•;>?■ ;,;:m * ■ :■ v..::^^^; «&:■:::$ Espantosa fotografía de International Neics, que muestra el preciso instante en que la cabera del ejecutado cae al pavimento después del certero golpe de la cuchilla del •verdugo. La escena fue tomad-a en una calle de Shangai, China, d-urantc la decapitación de veintitrés líderes comunistas. Y a la vista de este terrible espectáculo, la ciencia se pregunta: La cabera de un decapitado, ¿sigue pensando o sintiendo segundos después de que ha sido desprendida del cuerpo? Lq, que hasta ahora se ha podido averiguar sobre este punto, queda descrito en esta página del Mae/azm de LA OPINION. ETO A LA IENCIA y* cabeza de un ser humano, X ® 5 f|UC un a(^° g°lpe flue' desprendida del cucr-po ¿piensa o siente? * cabera del general CM-Hsu Fiun, al caer en el pavimento abrió los ojos e hizo un gesto terrible en los labios, que conservó hasta el momento en que el verdugo la levantó del suelo para mostrarla al pueblo”, escribe el corresponsal de un periódico de Londres, con motivo de las decapitaciones de un grupo de jefes rebeldes efectuadas en un pueblo de Manchuria. Este mismo corresponsal refiero, al hablar de las decapitaciones, que en algunas ocasiones, uno de los verdugos sostiene al condenado a muerte de la cabeza, mien-* tras que otro le da el golpe certero sobre el cuello. “En estas ocasiones—agrega el corresponsal—7/ cuando el verdugo que sostiene la cabeza la levanta rápidamente, se ha logrado observar un ligero temblor en los labios del decapitado”. Pero ¿qué tanto podrá pensar o sentir el decapitado? He aquí el problema que la ciencia no ha podido aclarar hasta ahora. Numerosos médicos han fijado que si no la cabeza, cuando menos el cuerpo de un hombre decapitado continúa con vida por varios segundos. “El corazón del decapitado, continúa trabajando durante varios segundos después de que la cabeza ha rodado por el suelo”, escribe el doctor Roy Miehelsson, médico británico, quien sirvió al ejército ruso durante la guerra con Japón. El mismo médico asegura que algunos curanderos chinos han recogido un cadáver e inmediatamente después de la decapitación, y logrando detener la hemorragia han b.ccbo vivir el cuerpo por varios minutos. HABLA EL DOCTOR WALLACE El doctor Alejandro Wallace, prominente médico mexicano residente en Los Angeles, y quien ha hecho notables experimentos científicos, hablando sobro la posibilidad de que tanto el cuerpo como la cabeza tengan vida después de la decapitación, explicó a un Redactor de LA OPINION que lo único que se ha comprobado hasta ahora os que en la mayor parte de los casos, la cabesa de un decapitado puede gegulr viendo. “Pero que si la vista ejerce influencia sobre la conciencia, o sí el cerebro tiene detenninaeiones sobre la vista, es un problema que hasta ahora no ha sido resuel. PAGINA 4 ¿Piensa o Siente la Cabeza de un Decapitado, al Caer al Golpe de la Cuchilla del Verdugo? toM, dice el doctor Wallace, añadiendo: “Lo que sí podemos establecer es que el cerebro de un decapitado puede continuar trabajando hasta el momento en que pierde la última gota de sangre.” Después, hablando sobre la probable vida en el cuerpo, el eminente médico me xicano establece: “Que el cuerpo de decapita do s igue viviendo durante varios minutos. “El corazón late, y mientras late, hay vida. La prolongación de la existencia en el cuerpo de un dccapi fado, depe n de del tiempo que dure la circulación de la sangre.” “Un caso parecido al de los decapitados es el de los ahorcados. Nada de extraño ha sido que el fama-so asesino Hickman, después de haber sido estrangulado en San Quintín, el caer po haya tenido vida durante varios minutos» a pesar de que desde el momento de ser abierta la tram.pa ¡a. cabeza quedó separada del tronco.” INTERESANTES EXPERIMENTOS Las observaciones de varios médicos sobre el mismo asunto, dieron oriRen a los interesantes experimentos realizaflog en Pa-rls, hace poco más de treinta agos y repetidos con gran éxit0 por la Sociedad Médica de Rusia dur^ laB ramOans conferencias cientíticas efectuadas en x^ningra- . - ■ tSi Doctor Alejandro Wallace, eminente médico mexicano residente en Los Angeles, quien declara que lo único que hasta ahora ha logrado comprobar la ciencia, es que, en muchos casos, la cabeza de un decapitado conserva el sentido de la vista hasta segundos después de que ha sido cortada aeZ resto del cuerpo. do recientemente. El e x p e r imento más interesante fue el realizado con un perro. El animal fué decapitado. La cabeza fué rápidamente adaptada a un apara to de circulación artificial. Igual cosa se hizo con el cuerpo. La sangre del apa rato empezó a circular por la cabeza del animal, y ante los a-Boinbrados asistentes al experimento, el pe rro abrió los ojos y el hocico. Abriendo repetidas veces el hoci eo, el can parecía ha cer esfuerzos por ladrar. El cerebro funcionó durante algunos instantes aunque con notable anormalidad, ya que varios médicos le gritaron fuertemente, pareciendo que el animal buscaba con los ojos el origen de los gritos. No solamente la ca beza del can pudo te-aer vida. También el cuerpo, gracias a la lirculación artificial le la sangre, vivió. Solamente perdió la sensibilidad. Se le causó una herida en una pata sin que el cuerpo del animal hubiera hecho contracción alguna. Durante quince minutos el cuerpo mantuvo el calor ordinario, observándose que el corazón latía, aunque con ciertas deficiencias. Cuando la circulación fue regular duran te varios segundos, el animal pareció hacer esfuerzos por tener movimiento. Además de este experimento notable, la ciencia ha realizado otros con los insectos. Lubbock, el inglés que durante cincuenta años estudió las hormigas y o-tros insectos, refiere en una de sus obras rñagist rales, que ciertas especies de hormigas, al ser decapitadas, conservan la vida liasta por siete segundos. LA GUILLOTINA ; El problema de la vida de los decapitados lia preocupado a la ciencia médica desde Lace más de cien años. En Marzo de 1792, el médico francés José Ignacio Guillotin propuso a la Asam-t>lea Constituyente de París la abolición-del suplicio, que entonces era empleado $>ara los condenados a muerte, para sustituirlo por un sistema más apropiado, y sebre todo, menos doloroso para los condenados a muerte. Fué así como el Dr. Guillotin presentó el aparato que había sido construido por el Dr. Antonio Luis, Secretario de la Academia de Cirugía, en colaboración con el mecánico Schmidt. El aparato, que primero fué llamado •‘Luisa” y más tarde Guillotina, en honor del médico que lo había introducido, no era nuevo. Según los historiadores fue rifado en el Siglo XVI en Italia, en el Mediodía de Francia y en Inglaterra. El historiador Juan de Antón describe una ejecución con este aparato, en Génova, en TF,07. En Inglaterra, era conocido con el nombre de “La Maiden”, y sirvió para cortar la cabeza al Eari de Morton, Regente de Escocia, en Edinburgo, en el año 1581 y para ejecutar al Marqués de Argyll, en 1:685. El primer aparato construido por el E>r. Luis y presentado a la Constituyente por el Dr. Guillotin, fue sometido a la consideración del Rey Luis XVI. Como el monarca era muy afecto a la mecánica, observó que la cuchilla debería ser oblicua y no recta, como había sido trazada, sin pensar que más tarde había cíe servir para que le cortara la cabeza a ól mismo. La guillotina fue el instrumento que sirvió para cortar la vida a tres mil novecientas personas durante la época del Te-rror en Francia. Solamente del 10 de ju-nio al 5 de agosto de 1794 fueron guillotinadas mil trescientas personas. Entre los que subieron al cadalso durante el Terror se contaron el Rey Luis XVI, la Reina María Antonieta, cientos de nobles y hasta el mismo director dei Terror: Robespierre. 1A CABEZA DE DANTON Fué desde el Terror cuando empezó a (Pasa a la Página la.) •—--