NECESIDAD DE UNA IGLESIA AGRESIVA ESPIRITU EVANGEUSTICO A nadie se le escapa que estamos viviendo en una de las épocas mas difíciles de la historia, existen grandes problemas torito en lo económico y político, como en lo moral y espiritual de los pueblos. Los directores cristianos que conocen a fondo la historia de la Iqlesia, aseguran que esta está pasando en estos días por la crisis más aguda en toda su historia: "Es cierto, dice el Obispo Kern, que ha habido en otras épocas, momentos obscuros en la vida de la Iglesia, si, pero nunca las sombras habían sido tan densas como Hoy" nunca el peligro tan qrande, y nunca sus enemigos tan poderosos, agresivos y bien organizados." Las doctrinas del Comunismo y Nacionalismo, que hoy por hoy luchan tenazmente por ganar la dirección del mundo y la lealtad de los hombres, tienen asombrado al mundo con su vitalidad, persistencia y tenacidad; tienen dominado ya un buen número de los pueblos de la tierra, y sus seguidores se cuentan por millones, y millones, y amenazan terminar con lo mejor que hasta ahora el cristianismo ha producido. Sin duda que la Iglesia está frente a frente con un enemigo difícil de vencer. Ahora bien; mi manera de pensar sobre el asunto es esta: Característico de la Iglesia ha sido enfrentarse con problemas o situaciones difíciles y salir victoriosa, su historia lo comprueba. Pero para el momento actual, para la crisis que amenaza el mundo, una Iglesia como la nuestra, tan llena de egoísmo, indeferente, ignorante o inconciente del momento en que vive, una Iglesia asi, resulta inadecuada e impotente. PARA SALVAR EL MUNDO DE NUESTROS DIAS SE HACE INDISPENSABLE UNA IGLESIA AGRESIVA. CONVICCIONES Una iglesia agresiva es en primer. lugar, una iglesia de convicciones. Alguien dirá: nuestra Iglesia tiene sus convicciones, cree en Cristo, en sus enseñanzas etc., etc., si, es cierto, pero lo es cierto también que durante estos últimos años la Iglesia no ha vivido a la altura de sus convicciones, y más triste es que en varias ocaciones ha traicionado los ideales de Jesús. Estoy seguro de que si la iglesia hoy fuera fiel y leal a las enseñanzas de Jesús en cuan- Página 6 to a la guerra, en cuanto al licor, en cuanto a la injusticia social y en cuanto al pecado, inmediatamente se atraería la enemistad de los poderosos de la tierra, vendría la persecución y tal vez llegaría el momento decicivo en que tendría que exclamar: "Heme aquí, Dios me ayude, NO PUEDO RETRACTARME." Pero, con el sufrimiento como recompensa de sus convicciones, vendrían al mismo el poder e influencia espiritual sobre la vida del mundo; asi ha sido siempre, los grandes en la vida espiritual siempre han sido hombres y mujeres de profundas convicciones, y casi siempre han tenido que sufrir por causa de ellas. MOISES tenía sus convicciones, y estas le llevaron a sufrir aflicción con el pueblo de Dios, antes que gozar de las comodidades temporales de pecado. Juan el Bautista pagó con su cabeza la lealtad a sus convicciones; Jesús tenía sus convicciones: "afirmó su rostro para ir a Jerusalem," sabiendo que su fidelidad le llevaría a la dolorosa y vergonzosa cruz del Calvario. Lutero, Pablo, Wesley todos ellos eran hombres de profundas convicciones. Los triunfos de la Iglesia Primitiva constituyen el milagro más asombroso de la' historia, gracias a la lealtad que mostraron a los ideales de Jesús. ESPIRITU DE SACRIFICIO Una iglesia agresiva tiene el espíritu de sacrificio, el cual es característico del Cristianismo. Es el espíritu predominante en la vida de Jesús, y íué este espíritu de abnegación y sacrificio que El puso como condición para aquellos que quisieran seguirle; "Si alguno ama padre, madre, hijos o hijas mas que a mi, no es digno de ser mi discípulo." El demanda el sacrificio de su Iglesia, tal parece que su Iglesia rehúsa, el sacrificio; y a la medida que ésta muestre tal espíritu, así será su potencia e influencia espiritual. Pablo decía: "Traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús. Vienen dias, y ya los estamos viendo, en que la Iglesia de Dios será probada, y tendrá que mostrar ese espíritu de abnegación y sacrificio en testimonio de su fé y sus convicciones: tal vez sea necesario, si es que la iglesia ha de ser una vez más la salvación del mundo y de la civilización de nuestra época. La Iglesia agresiva es par^nei^a-leza una iglesia evangelística. La misión de la iglesia es la Misión de Jesús: "Buscár y salvár lo que se ha perdido." Amor, compasión y rescate de las multitudes que vagan lejos de Dios. Sublime tarea, Tarea en que aún los mismos ángeles quisieran tomar parte, pero que cual privilegio inmerecido ha sido concedido a nosotros los mortales. Esta pasión evangelística ha sido y debe ser el gozo y fortaleza del Me--todismo. ¡Ay de aquel predicador, de aquellas iglesias que son indiferentes a su gloriosa misión! Bienaventurada aquella congregación, cuyo corazón, cantos, enseñanzas, oraciones y dinero están saturado de ese amor y compación hacia las almas de los hombres. "EXAMINAOS A VOSOTROS MISMOS" No queremos pecar de pesimistas. No queremos gastar en lamentaciones; Dios no se ha muerto; todavía está en su trono, y El es nuestro refugio en esta hora extrema. Para esta noche obscura porque atravezamos El tiene una Iglesia aquí en el mundo, para esto la fundó; para esta misma hora; la ha estado edificando, y todavía Cristo Jesús está al frente de ella, y de seguro le espera una de sus mas grandes conquistas, el éxito mas glorioso de toda su historia está a las puertas, pero . . . la iglesia tiene que pagar el precio. Para que venga la victoria, la iglesia que pasar por su Gethsemani, y tiene que escalar, subir hacia el calvario. Tiene que haber lágrimas, arrepentimiento, confesión, y una nueva consagración del pueblo cristiano. Lealtad a las enseñanzas de Jesús; el espíritu de sacrificio en nuestras vidas: y una dedicación a la salvación de las multitudes, harán de nosotros UNA IGLESIA AGRESIVA, LA IGLESIA QUE EL MUNDO NECESITA.™ Doroteo Venegas SUBSCRIBASE UD. AL HERALDO ES SU PERIODICO! "F cump Pable der c que extre algo decir flor, evan lacio que nara nara espe rinde das । E ser s plir bras la o alm< nish un : teric de j "I tore eva cae: no » E cip< El 1 por te 1 bue An tuy los poi sin Sa: sol el mi' qu ba coi en mí y su cu ac m< tre Ci ot Je Pi f TUESDAY, MAY 4 • 2004