Jesús defendió la verdadera rectitud y la libertad espiritual en vez de aceptar la esclavitud o el ceremonialismo y las tradiciones. Jesús aceptó el reto del enemigo en cuanto a este principio. Los tecnicismos insignificantes y la conducta inmoral que imponían anulaba la fuerza moral de la ley de Dios. Oración: Padre nuestro, te damos gracias porque nos desataste de los lazos del ceremonialismo y podemos disfrutar de la libertad espiritual. Amén. V. 22 de febrero: Corazones pecaminosos, Mateo 15:10-20. El asimto de la contaminación era algo muy serio para los ceremonialistas: los rabíes. Jesús hizo una clara distinción entre la contaminación ceremonial y la moral. Jesús fue más allá de la tradición de los rabíes y virtualmente abrogó las distinciones levíticas entre lo puro y lo impuro. Si la fuente está corrompida la corriente de agua tiene que ser impura. Si el hombre codicia, roba; si odia, es asesino. Si uno abriga celos encarnizados, envidias y odios, aun sin expresarlos, están dentro de uno. • Hay personas que aparentemente son buenas y que tratarían de huir de sí mismas y se horrorizarían si sus pensamientos y sentimientos del día fuesen súbitamente convertidos en actos visibles. Nuestras palabras son índices de nuestro carácter. Al hablar del corazón, Jesús habla de todo lo que es el hombre, es decir. su vida interior, sus palabras y sus hechos. No se está refiriendo aquí a comer con manos sucias. Oración: Padre y Señor nuestro, haz que nuestros pensamientos sean siempre puros, y líbrenos de toda maldad. Amén. S. 23 de febrero La mujer cananea. Mateo 15:21-28. La mujer cananea adoraba a Baal y a Astarte. “Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija es atormentada", dijo la mujer como si las dos fuesen una. El amor y la tristeza, juntos, pueden producir algo todavía mejor. Estas dos cosas magnificaron su corazón, purificaron su sentir y elevaron sus pensamientos a la inmortalidad. Baal y Astarte no bastaban. Necesitaba una deidad que fuese un dios de amor. Su fe creció y venció las dificultades: la frialdad de los discípulos y la aparente indiferencia de Jesús. Grande es la fe que ora sin cesar. Cristo probó la fe de la mujer cananea a fin de reprender y exponer la intolerancia de los judíos que estaban a su alrededor. Ella nos enseño cómo orar; se acercó con hu mildad, con fe, con modestia, con prudencia, con reverencia, con resignación, con confianza, con ardor, con amor y con perseverancia. Oración: Señor, tú eres sabio y compasivo. Fortalece nuestra fe para que nos mantengamos firmes. Amén. D. 24 de febrero: Alimentación de loe cuatro mil, Mateo 15:28-39. El hambre de la gente conmovió a Jesús y tuvo compasión de ellas. La necesidad de los hombres conmueve la naturaleza divina. Vemos aquí la generosidad y la frugalidad. Vemos en este milagro dos principios: El primeio es el de la continuidad, pues el alimento vino de lo que ya existía. En segundo lugar el de la frugalidad. No hubo pérdida. Estos principios se exhiben en la naturaleza: La naturaleza desconoce la espontaneidad, la tierra nos dice: “Dame semilla, y yo te daré la cosecha." La naturaleza repudia la devastación, todas las cosas son útiles. Estos principios se hallan en la historia. Dios no tira el alimento de los cielos, lo hace crecer. Estos principios también se ven en el mundo moral, las grandes verdades no caen del cielo, ni tampoco los grandes hombres. Con pocos panes Jesús hizo un banquete. El que tiene poco entendimiento y busca, tendrá más entendimiento de las cosas de Dios. Oración: Padre celestial, te damos gracias por la compasión que tienes de los hambrientos. Haz que no tengamos hambre espiritual. Amén. Lección de la escuela dominical para el 3 de marro. Título: La Gran Confesión. Pasaje: Mateo 16:13-17:27. L. 25 de febrero: Confesión de Pedro, Mateo 16:13-20. “Tú eres el Cristo.” Aquí Pedro lo llama el Cristo. La confesión de Pedro quiere decir que él y los demás discípulos creían en Jesús como el Mesías. El Padre había ayudado a Pedro a adquirir esta comprensión de la persona y la obra del Maestro. Jesús habló de Pedro generosamente. “Sobre esta piedra edificaré mi iglesia." No sobre Pedro, sino sobre la misma clase de fe que Pedro confesó. La iglesia de Cristo prevalecerá y sobrevivirá porque él romperá las puertas del infierno y saldrá triunfante. El vivirá para siempre y será el fiador de la perpetuidad de su iglesia. Pedro recibió la llave del reino tal como cada cristiano la tiene hoy día. Oración: Señor, te damos gracias por EL HOGAR CRISTIANO 37