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REVISTA EVANGELICA
Mareo
El estertor de mil generaciones Se apaga en el regazo de la muerte,
Y	no con mejor suerte
Irán sus literarias producciones
Y	el celo de sus necias religiones; Mas esta producción no es terrenal. Ni la fe que predica es transitoria, Es el Libro inmortal
Que nos habla de Dios y de la gloria Con verbo majestuoso y celestial.
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Oración Que Prevalece
Hace más de medio siglo que Jorge Muller, ese principe de los intercesores con Dios, comenzó a orar por un grupo de amigos personales. Después de cinco años uno de ellos vino a Cristo. A los diez años dos más encontraron la paz en el mismo Salvador. Continuó orando por veinticinco años y el cuarto hombre fue salvo Por el quinto oró hasta el tiempo de su muerte, y este amigo también vino a Cristo pocos meses después. Por este último amigo el Sr. Muller había orado casi cincuenta y dos años! Cuando contemplamos perseverancia en la oración tal como ésta, realizamos que apenas hemos tocado los confines de la verdadera importunidad en nuestra intercesión por otros. “Es necesario orar siempre y no desmayar,” Luc. 18:1—Copiado.
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Alabanza a Jehová
Dice el Salmista: "Bueno es alabar a Jehová; y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo” «Sal. 92:1).
También dice: "Alabad a Jehová; porque es bueno cantar salmos a nuestro Dios; porque suave y hermosa es la alabanza «Sal. 147:D.	,u. t ,
Alabemos a nuestro Dios, porque es digno de recibir toaa alabanza, no es como los dioses paganos que no oyen, ni sienten, ni aman.
Alabémosle porque "toda buena dádiva y todo don perfecto es de lo alto, que desciende del Padre de las luces, en el cual no nay mudanza, ni sombra de variación” (Sant. 1:17). Manifestémosle nuestra gratitud, alabando su santo nombre.
Alabémosle, “enseñándonos y exhortándonos los unos a los otros con salmos, e himnos, y canciones espirituales, con gracia cantando en nuestros corazones al Señor” (Col. 3:16).