LA PENUAIBIIA. Llegaran :í formar las pr''sui.uioiies (Jue simbolizan la. verthul - 'inpleta, Y t ntonces vió en los brazos de su amada Que pretendió llorar su descarrío, A! fantasma terríiieo y sombrío De su rival que altivo amenizaba imponiendo silencio al atrevido <)ue su secreto había iiitcrrmnpido. Avergonzado huyó de aquel reicnto Pensando en el suicidio; Pn su cerebro ardía, I'n volcan cuya lava enrojecida Amenazaba el hilo Je su vida Que ya despedia Del mu: danal ruitlo; Mas el en su caída, Deseó arrastrar consigo en el abismo A Magdalena con su nuevo amanto, Y cegado de ira, delirante, (.Ion sin igual sinismo, 1*1 n busca de Cornelio salió nn día Con aparente calina revestido. poco tuvo que andar para en contraríe Kn la plaza, ¿i la sombra de un canelo, Sentado en un sota, con su mirada, 15n ese firmamento, vulgo-cielo, Que á la contemplación do noclie llama Bien si la luna con su luz lo inflama, O las tinieblas con su negro velo Cubren de sus regiones lo infinito, Dejando traslucirse muy distantes Cual lluvia de cristalos ó diamantes Lós astros que cintilan do hito en hito. Llega, y saluda: siéntase á su lado, Mudo como la estatua del sileL :o, Yr Cornelio suspende su tarea Para cumplimentar al quo desea Quizá como otras veces, Hablar de novedades ocurridas Como la carestía de las mieeos Por la atinencia constante de viajeros Que vuelven afligidos l*or no decir que en cueros De la Sierra Mojada; O yá de los rigores del invierno Con que está umenzada La esperanza de tantos labradores; Mas esta vez señores, Cornelio no halló asunto Que hiciese hablar á Lauro Yá su conversación le puso punto Volviendo á contemplar el firmamento. ( Co^iiratmxu) L mi b’¿en el Sr. Lie. Toma; Salanga. EN LA TU3IBA DE SU MADRE. --------■---------- Larga Senda de abrojos es la vida, Nebuloso hoi’Zonte de dolores, ’ Arido campo do nó existen flores; Solitarias regiones del quebranto Donde solo se escucha amargo llanto. Y en esa tierra de dolor henchida Depósito da penas y amargara. <'on vertida en mansion de la criatura Sí>k> existo nn consuelo que le cuadre: K\ purísimo beso de su madre. Asi es micsta existencia en esta esfera, Y cuando comenzamos con anhelo A libar las dulzuras que del cielo Puso Dios en la madre, el duro hado La viene á ai rebatfu tie nnestro lado. Duplícase el sufrir, la queja, el llanto, Al pié de aquella tumba tan querida. Allí cesan las penas de la vida, Y buscándose el alma algún cjusticio Se vuelve á Dios, que le designa el cielo. Hipo. A Jesus en el Gólgota. Deja que te escarnezcan cual bandido; Que se burle de tí la ingrata gente: Y. te escupa en el rostro la insolente II insulte tu dolor no comprendido. Ni una mirada fiera, ni un gemido Lanzo tu pecho que la burla aumente; Sji mártir de tu idf:i; muere inocente Y vencerá tu nombre dc-1 olvido. » I-lse vulgo á pe? ar de sus agravios. Tu obra inmortal bendecirá mañana Yr á tí plegarias Innz min sus labios. Muero cu la cruz con calma soberana Y Dios vendrás á ser; porque los sabios. Los dioses son de, la condecía humana. Jacobo M. Aguirre. ¡RISAS Y LLANTO! • Y á pesar mia...' :•. Me sangra el corsean rae rio. (PUXÁ.> Cuando en medio del silencio ele la noche Comienzo á repasar Do mi vida los dias hora, por hora, Y encuentro á mi pesar La triste soledad do el alma mora; Esta mi alma suspira acongojada, Y palpando del mundo la locura En medio á mi dolor y mi amargara ¡Suelto la carcajada ¡Y á pesar mió. Me duele el corazón cuando me rio! ¿Y por quo*? por que vago sin descanso En pos de una ilusión Que mi mente soñando se estasía Angélica, vision, Tras la cual voy corriendo noche y dia. Esta mi alma, suspira acongojada Por todas partes me repiten, “llora" lliéndome espera ia rosada aurora, ¡Mas siempre... .nada? ¡Y á pesar mió, Me duele el corazón cuando me rio! Siempre solo; mo fál a en la existencia Un ser que me comprenda: Ese ser que en la, mente me Le forjado, Y cuya ofrenda De amor en mis ensueños la hé entregado.