fija í)£ sñficnis £¡) TÜIIO a raUDDB Por AMrodo Lerín* En todoe loe pelees se tienen días especiales pera festividades o solemnidades nacionales: en éstas los habitantes de aquéllos expresan su gratitud a sus benefactores y proclaman sus virtudes y los alaben. Los judíos, como individuos y como nación, no consideraban a Abraham ni a Moisés ni a Josué ni a ninguno de sus reyes como el mejor de sus benefactores; aunque el primero de éstos fue el progenitor racial de ellos, y loe otros les dieron libertad civil y los organizaron como nación. Los judíos consideraban a Dios como el supremo benefactor de ellos. Pues Dios —por su omnisciencia, su amor, su providencia, etc.— habían preparado a tales hombres para que los judíos llegaran a existir como individuos y como nación; y para su mantenimiento y subsistencia les habla dado tierra, vegetales, minerales, animales y cuanto habían menester. Ellos tuvieron gratitud para Dios por todos esos beneficios, y cada afio la manifestaban en una solemnidad que duraba siete días: alababan a Dios, daban regalos a los menesterosos aunque fueran extranjeros, y todos se regocijaban (Deut. 16:13-16; etc.). Hay otro pueblo que, como lo hicieron los judíos, como nación expresa su gratitud a Dios: es el de los Estados Unidos de la América del Norte. Este pueblo tiene un motivo especial por el cual celebra el “Día de Gracias”, es un caso histórico, tal ves conocido por muchos de los lectores de este artículo. Sucedió que en Inglaterra tanto el Gobierno como la iglesia oficial, la Iglesia AngUcana, perseguían a todas las gentes que no estaban de acuerdo con ellos porque anhelaban libertad religiosa para adorar a Dios como quisieran. Esta era la causa por la cual estas gentes también eran llamadas separatistas; y asimismo, bur- • Predicador, profeeor, ••crtter, editor de la re-visU XI Fwtor loaafdtoo y uno de lee redactor* de « Xe»oettor WMee. lexamente, puritano, porque procurlben llevar una vida de pureza moral conforme a las enaefianzas de la Biblia. Tal persecución obligó a dichos separatistas o puritanos a huir de Inglaterra y refugiarse en Holanda, donde la tolerancia religiosa era una norma política y social como consecuencia y manifestación de la elevación y amplitud de criterio que había efectuado la Reforma, movimiento religioso al cual sus enemigos le llamaban protestantismo. Aquellos perseguidos estuvieron en Holanda desde el afio de 1607 haste el 1620: en este último afio se embarcaron en el buque “Mayflower” con dirección a la América del Norte; y en el invierno llegaron a un lugar al que ellos mismos llamaron Plymouth. En la playa de este lugar todavía esté una roca que tiene grabada una fecha —1620 — como recuerdo del afio en que llegaron allí quienes habían salido de su hogar y de su patria para buscar libertad civil y religiosa en una tierra libre. Deede entonces aquellos inmigrantes se llamaron "peregrinos”. Aquellos peregrinos huyeron de una persecución antihumana: contraria a los derechas humanos. Venían buscando libertad religiosa y poUtica para ejercer sus derechos de seres humanos, pues no querían la esclavitud espiritual, como tampoco la física. Querían tener libertad de pensamiento, de creencia, de expresión, de gobernarse a sí mismos, etc., etc. Libertades que —como derechos humanos— se aprenden en la Biblia, que es la Palabra de Dios; y son libertades que todos loe seres humanos deben disfrutar. Se sabe que en 1620 llegaron a Plymouth poco más de cien peregrinos. El invierno de ese afio fue muy crudo, y por causas de éste y de la escasea de alimentos y de las enfermedades que ee originaron, murieron mis de la mitad de los peregrinos que habían establecido su residencia en tierras norteamericanas. Los que fallecían eran sepultados durante la noche, para que los indios de la región 1 U MOM* CaitTIANO