I REGENERACION. La Despoblación de Mexico El Oobierno no lia Procurado evitarla. Be calcula en mae de 80,000 el nume ro de mexicanos que anualmente abandonan el territorio patrio, para venir a aumentar con en contingente de trabajo, la riqueza y el poderío de la nación americana. Ésa desproporcionada emigración es alarmante, y es tan significativa y tan . seria,- que en Mexico, pais de la indife vencía, donde pasan desapercibidos los asuntos mas gravee, ha llegado a imponerse a la consideración de todos; de todos, menos del Gobierno, que siem pre ha hecho gala de impasibilidad, si ee que no de alegria, ante las grandes desventuras de la nación. La emigración de mexicanos a los Estados Unidos es actualmente un grave problema nacional, y no esta solo, sino ligado con otros muchos problemas que la mala administración porfirista ha ereado. dejando a los mexicanos el trabajo de resolverlos en el futuro. Y menos malo si el Gobierno se concretara a no resolver esos problemas: lo peor de todo es que impide qu» los otros traten de resolverlos, y si acaso pone en ellos la mano, es solo para agravarlos. Tal ha sucedido en el asunto de la emigración. Se observo- que millares de trabajadores salían, y salen de Mexi co, cuando en Mexico, según lo oímos proclamar eternamente, faltan .brazos para la agricultura, para la industria, para la minería, Y esto causo extrañe-za y alarmo, pues a nadie podia pare-eerie natural qne los trabajadores abandonen un pais donde sobra el trabajo, y que los brazos tan solicitados en Mexico, desdeñen el seguro empleo, para venir a ofrecerse a la explotación de ¡<»s propietarios yankees Se com prendieron loe perjuicios que Mexico enfria con esa emigración fabulosa, y la voz general reclamo una medida para evitarla o cuando menos reducirla. Fue entonces,—después de seis meses de que la cuestión se trataba en publico,—cuando el Gobierno se vio obligado a intervenir. Esta intervención como era natural, no modifico en lo mae mínimo •1 aspecto del problema, no disminuyo en gravedad y no tuvo mas resultado visible que poner en ridiculo al Secretario de Gobernación En efecto; la intervención del Gobierno en el asunto de la emigración, se redujo a una circular llena de falsedades y tonterías que el Ministro Corral dirigió a loe Gobernadores recomendándoles que le dieran la mayor publicidad posible para que su contenido llegara a conocimiento de los trabajadores mexicanos. La Circular aconsejaba a los trabajadores que no salieran de Mexico, y lee contaba que en Estados Unidos los mexicanos son pésimamente tratados; que son abandonados por los contratistas; qne estos les pagan menos de lo que lee habían pro-wmetido; y que la tierra yerJcee, ee, en una palabra, el infierno del bracero mexicano. Esa Circular movería a risa el Uo provocara indignación, si no revelara el profundo desden con que mira el Go bierno loe asuntos que mas hondamente debieran afectarlo. Fue preciso que la opinion publica señalara con insistencia la gravedad de la emigración, para qu^ el Gobierno se fijara en ella. Era necesario hacer algo para calmar la ansiedad general, y Don Porfirio, ocupado en su sexta reelección, encomendó al Ministro Corral la tarea de estudiar el asunto y resolverlo. Corral, incapaz de comprender las complicaciones del organismo social; in capaz de encontrar y aun de buscar la cansa de un fenómeno determinado, no vio en el problema de la emigración ciño lo ezterior, lo palpable, lo qne velan basta las gentes mas superficiales y vulgares Para Corral el problema ee encerraba en el hecho de que loe me xicanos se iban a los Estados Unidos, y ■•da mas. El Ministro de Qoberna-■ion nunca pudo imaginar en su sim-pMcismo que la emigración fuera el re-•■liado de las condiciones políticas y economicen del pais, y por taato, no tuvo en cuenta esos factores, para la •elución del problema. Corral vie sencillamente que los mexicanos se i bao, y considero que todo quedaba arreglado con decir lee que no se fueran, hizo en su infantil circular, ■lando, de paso, a los Estados Su intelectualidad precaria, sa •ion demasiado modesta, su inaccesible a los estudios arduos y profundos, no le permitieron descubrir en e acanto de la emigración lo que hubiera descubierto cualquier mediano observador. Todos nos preguntamos lo que a Co rral no se le ocurio preguntarse: ¿por que emigran los mexicano* en tati euor me cantidad? 4porque millares de nuestros compatriotas se arrancan de su suelo natal y se dirigen, en penosa pe regr¡nación, hacia un pais desconocido donde sus costumbres serán extrañas, •xotico su idioma y despreciada su nacionalidad? ¿por que estas caravanas d« •migtantes no prefieren el calor de la patria; por que no aceptan el trabajo que nuestros agricultores, nuestros in dustriales y nuestros mineros dicen tener de sobra? ¿Por que rechazan los ofrecimientos de los propietarios mexi -•anos, que están continuamente solicitando brazos? I Ah I La contestación a estas pregun tac, es amarga, ee dolorosa, ee sombría como lo calum-ünidoc. ilustra-espíritu Los. braceros mexicanos abandonan su patria, porque en su patria se les oprime, se lee explota, se les veja. Los propietarios mexicanos ofrecen trabajo, si; pero trabajo para siervos o para bestias, no para hombres que tengan 1 un atomo siquiera de dignidad. Al trabajador, en Mexico, se le paga por ;lo común un jornal de SO.25 centavos: se le impone una labor de catorce horas; se le priva de todo derecho y toda ga rantia y se le somete a ud codigo de complacencias y de abyecciones. Ese hombre no es dueño de si mismo: es de su amo, y cnanto le pertenece es tana bien de su amo. Ese hombre es victima de su señor, en su trabajo, en su persona, hasta en su hogar. El amo lo roba, lo maltrata, y no respeta en su brutalidad infame, ni el pudor de la esposa o de la hija del infeliz jornalero Y ¡ ay de el si se rebela! El propietario tiene en su apoyo al fraile, y el fraile predica al jornalero una doctrina de abyecta resignación; el propietario tiene en su apoyo al cacique, y el cacique da tormento al esclavo que tuvo la osadía de rebelarse contradi ultrajador de su honra. El trabajador en Mexico tiene la obligación de dejarse explotar; ¿que extraño es que cuantos pueden escapar de esa situación horrible lo hagan, aun a costa de grandes sacrificios? .Los Estados Unidos, con todo y sus malos tratamientos al mexicano, son el paraíso para esos pobres trabajadores que huyen, no de la patria, sino de la tníeeiia. del látigo, del tormento y de la muerte. Por lo demas, hay mucho de falso en la circular de Corral, con respecto a los Estados Unidos, y Corral propalo esas falsedades a sabiendas, pues bastante conoce este país, para que haya asentado de buena fe en su circular, la* tiradas sombrías con que pretende amedrentar a loe mexicanos. K- verdad que, debido a la apatía de loe Cónsules, el mexicano es aquí victima a veces de injusticias y atropellos; pero no cabe duda de que, a pesar de todo, su situación ee mucho mejor que la que pudiera tener eu su pobre patria Aquí los Jornales son en lo general de $1.00 ; y un peso, oro. tiene mas poder de adquisición que $2 00 mexicanos. Quien 4 se apreciara como nna prueba del teifinito desprecio coa que el Gobierno de Porfirio Diaz contempla las ansiedades del pueblo y las lagrimas de La Patria. Asesinatos en frío tísimas de los indios; por el contrario, envió á Sonora tropas qtfc protegiesen á los bandoleros enriquecidos con las tierras de los desamparados indios. Era natural que los yaquis, en vista del despojo, y en vista de que la fuerza del Gobierno en lugar de proteger á las víctimas, estaba de parte de los victimarios, se levantasen en armas para defender sus derechos arrebatados por la tuerza. - Los yaquis son valientes, son al lives, y por eso no se han sometido. Reclaman sus tierras, y como tienen conciencia de sus derechos de propiedad hollados, no ceden y luchan sin descanso contra las bien armadas fuerzas de la Dictadura Pero esa raza está próxima á perecer de un modo que indigna. Ya no libran combates con ella las tropas federales porque están convencidas de que los yaquis son valientes. Ahora, en lugar de que se efectúen combates en Sonora, se asesina en frió á indios pacíficos que trabajan en las Haciendas. Diariamente aparecen en los periódicos noticias referentes á ejecuciones en frió llevadas á cabo en personas de yaquis que sirven en las haciendas de Sonora, y El Mundo, periódico qne sostiene el Gobierno con el dinero del pueblo, agravad escándalo sirviendo á sus lectores grabados que representan las escenas de caníbales á que se entregan las autoridades y sus agentes asesinando indios pacíficos Esos actos de barbarie se com plican con mil atentados más. Algunos individuos se entregan en México á un tráfico odioso, que consiste, en vender indios yaquis á los henequeneros de Yucatán ó á los vegueros de las tierras cálidas. Con ese motivo realizan ganancias fabulosas con menoscabo de la civilización. • - • Por falta de espacio no hablamos extensamente de todos los crímenes que se han cometido y conitnúan cometiéndose en perjuicio de una raza aftiva y viril. Tiempo hay para hablar, y hablaremos para que se sepa como cumple el Gobierno de México con los mandatos de la civilización. k BUKSTROSLECTOBES. Suplicamos á nuestros lectores se sirvan dispensamos que en algunos artículos de este número vayan muchas palabras sin los debidos acentos listo ful debido á que. por recargo de babajo, tuvimos que mandar hacer una paite de la planta á una casa americana, donde no hay letras acentuadas, pues sabido es que en la esoi-tura inglesa nose usan acentos. En le sucesivo, nos empeñatemos por corre gir á nuesbo semanario de toda deficiencia. Salvajismo en pleno sijio XX. Tina dama castigada como bestia de carga y un periodista a punto de ser asesinado. Una de las razas más viriles que pueblan h República, es la de los yaquis que habitan en Sonora. Esa raza viril está próxima á desaparecer en virtud de la guerra sin cuartel que Le ha declarado nuestro Gobierno. No vamos á dar á conocer en este húmero los turbios motivos*que ha tenido el Gobierno para hostilizar a los yaquis. No tenemos espacio para tamo. Sería interminable hablar en un solo número de los despojos que han sufrido los indios yaquis de sus] tierras, para satisfacer la sed de ri quezas de tres ó cuatro ambiciosos i favoritos d» Sres, Alfonso Cravioto y Luis Jaso, de la ciudad de Mexico, escribieron un libreto para zarzuela, titulándolo “El Verdadero Suarez.” En dicho libreto, los autores caricaturizaron donosamente al libelista Francisco Bulnes, poniendo de relieve la megalomanía de ‘‘científico” farsante. Los autores llevaron su libreto a todos los empresarios de tentros de la ciudad de Mexico y cuando iba a ser puesta en escena en el Teatro “Renacimiento,” la autoridad ordeno que se retirara del cartel el nombre de la'obra que 5a estaba anunciada. ka inquina avticij>a Club Liberal REZ, que en lo sucesivo las juntas tendfán lu^ar en los altos de la Botica del D>. TreviVio, esquina de las calles de Santa Rosa y Buena Vista. San Antonio, TexM Noviembre 10 de 1904. El 2 Vocal. José A ngel N. Flores. á todos los socios del IGNACIO RAMI LOS PROVIDENCIALES. Iturbide Fué un soldado atrevido á quien se le ocurrió un dia hacerse trágico. No teniendo cosa alguna en la cabeza, resolvió ponerse en ella une corona. Militar valeroso, imaginación romancesca, á la..cyaX había deslumbrado la reciente historia de Bonaparte, resolvió imitarlo. No había vendido á Italia pero hizo su dieciocho bruvna>io. Imitar el crimen es más fácil que conquistar) la gloria, pues para lo primero basta la audacia; para lo segundo, se necesita el genio y éste no se dá silvestre. Servir ái la libertad para perderla luego, ha sido la vieja teoría de los explotadores de los pueblos. Aristóteles dijo: todos los grandes tiranos han sido antiguos demagogos. Iturbide no sirvió á la libertad sino para servirse luego de ella