Héctor RAMIREZ CUELLAR La crisis de! PAN En el momento de redactar estas Wq habían renunciado a sus respectivas-candidaturas para diputados federales, los ex dirigentes del PAN, Manuel González Hinojosa y José de Jesús Martínez Gil, en actitud de protesta por la decisión de uno de los órganos de ese partido— la llamada Comisión Permanente— que aceptó la aportación material que la Comisión Federal Electoral otorga a los partidos políticos, acatando un mandato de la LOPPE. Igualmente, la señora Haydeé González de Lara, nominada por un distrito del Estado de Veracruz, solicitó la cancelación de su registro electoral por “ser miembro del PRI desde hace mucho tiempo". Estos hechos indican que la crisis interna que ha experimentado el PAN desde hace algunos años no se ha superado definitivamente. sino que apenas se han tomado medidas y concertado acuerdos de transacción, que han producido un precario equilibrio político en las filas del partido. En el PAN se han formado dos corrientes: la de quienes, decepcionados con los resultados de las luchas electorales de los últimos años, propugnan por la abstención, por el vacío político, frente a los candidatos del PRI; la otra, de los militantes que. estando conciernes de las restricciones que. a su juicio, tiene la legislación política, promueven la par-_ ticipación para presentar supuestas "opciones" al pueblo. En cierta etapa, sobre todo en la sucesión presidencial de 1976, el PAN no postuló candidatos al más alto cargo de la nación, lo que provocó, entre otras causas, el descenso de su votación general, si tomamos en cuenta la reconocida en ¡973.' Así, se redujo también su representación en la Cámara de Diputados y se perdieron distintos ayuntamientos a los cuales habían arribado funcionarios pa-nistas. Pero, en el fondo, las diferencias políticas son más profundas, que lo que aflora en la prensa nacional. De cara al debate de las ideas modernas y a la perspectiva histórica del PAN, se enfrentan distintas concepciones. Están, por un lado, los militantes tradi-cionalistas. como José González Luna y Manuel González Hinojosa, que pretenden seguir inspirando su lucha en los conceptos caducos del derecho natural y que proponen la continuidad de la alianza con los grujios empresariales y con el clero político; quienes, como Efraín González Morfín (marginado del Partido) defienden las tesis del humanismo católico, pensando, quizá, en un partido social - cristiano, como los que existen en Costa Rica y en Venezuela; otros, como Jorge Garabito, situados más a la izquierda de la ideología oficial y con un sentido Por VADILLO más populista; dirigentes como José Angel Conchello y Pablo Emilio Madero, ubicados en el pragmatismo de los intereses concretos de los consorcios del Grupo Monterrey y de clara orientación fascista y golpista. En este enjambre de contradicciones debemos situar a Abel Vicencio Tovar, actual presidente del Partido, hombre de transición, de transacción entre los grupos encontrados y a quien se le ha encomendado la difícil tarea de re- construir la unidad política e ideológica perdida. / El PAN es un partido multiclasista: en su seno coexisten grandes, pequeños y medianos ■empresarios, como Juan H. Alvarez y Alfonso Arrome; prósperos, abogados, contadores y especialistas al servicio de la empresa privada, como la familia Gómez Mont, Peniche Bolio, Lujambio Raffols, Garabito y Martínez Gil, (Vidrio Plano y Seguros América, del Grupo ALFA); banqueros que laboran para el Grupo Monterrey, como Juan Landerreche Obregón y Juan Manuel Gómez Morin (también marginado del Partido), miembros del Consejo directivo del Banco dé Londres y México, en cuyas oficinas, por cierto, se sentaron las bases del PAN; obreros orientados por las tesis de la Iglesia Católica, inspirados en el cristerismo y el sinarquismo. como el diputado Jacinto Guadalupe Silva; hasta ciertas masas de campesinos y artesanos, atrasados desde el punto de vista cultural y económico. Para el PAN, en realidad, no hay lucha de clases, sino conciliación de intereses en torno a la conquista del "bien común" y del respeto a los valores de la “persona humana". En su seno, no existe unidad ideológica, ni disciplina única, propiciando la lucha de los grupos y de las personalidades en la escena pública y no en los órganos internos del Partido y dejando en libertad a los comités regionales para que decidan su eventual participación electoral. El ejercicio de esta facultad. —que en un partido de la clase obrera no se concebiría— ha permitido que en los últimos años el PAN haya CAL! MAX CAL! MAX CAL! MAX CALIMA^-í Carlos Ortiz Ganó la Carrera r> coindo Ortiz cu! dib* ilciocc a Jesú» de los Periodistas TIJUANA-Cuando Perlodlitis de TI- siempre oportuna rebasar al estudiante AGUILA Mera, la apenas se negocia- juana. Cario* Ortir se d-.i" it ""‘i? “ .. '.a_..a. escapó y llegó solo a Jlménei Tirado captó la meó final para ——''-•<• —*• coronarse por ter- minara de Gustavo de la HTI 24 y cuando corredora del Ini-. r*v«s~ i ■»»b- • ----■••*7 tenia una ventaja Ututo Tecnológico — --» . _ . .i . . „ . ban los primero*- |3 mrU fln>l piro coindo Ortiz casi con$|dfr,bk . |, Regional. cuando del [XAyunlamlen- T. el licenciado Qulco Sssrt: suf «ss sítese - —«m. ■f* «.< del licenciado Sal- Arturo González . . vador Gómez Avila. I*#reí. de U Comisión lamento de Pro- Regidor de Deportes de Deportes de la AP-. . ------------- - -| to.. CARLOS NIETO. Valdez. . , , presidente dr la APT. del IX Ayuntamiento entregaron preseas. ^3 XVW11V3 xvwnv.3 XVW11V3 XVWL estado ausente en muchas contiendas estatales y municipales, extinguiéndose paulatinamente su presencia en las Legislaturas locales y en los ayuntamientos. Los dirigentes del PAN se opusieron a la reforma política afirmando, entre otros razonamientos, que estaba enfilada precisamente contra su propia existencia y crecimiento, al facilitar el registro de nuevos agrupamien-tos políticos. En ese sentido, la inscripción del PDM —el sinarquismo. con lenguaje renovado— puede reducir su votación sobre todo en la región central del país. En las grandes ciudades, como el Distrito Federal. Puebla. Monterrey y otras, el PAN ha canalizado ciertas expresiones del descontento popular, auxiliado por los grupos empresariales privados, por las organizaciones para-religiosas. como la ACJM y la UFCM y por ciertas autoridades y políticos oficiales de corte reaccionario que consideran que es deseable "y adecuada la presencia en México de una derecha fuerte. De esta manera, se abren canales más funcionales para la negociación y el regateo de posiciones en la economía y en la política, con la oligarquía industrial, comercial v bancaria y para dar la impresión de una consolidación,de la estructura democrática, con el objeto de resistir mejor las presiones políticas del imperialismo yanqui. Pero la crisis del PAN no solamer, te es de estructura, sino también