cer con mis valor al saber que alguien ha orado por ellos a Dios. El culto familiar ayudará al nifio a sentir desde pequeño que Dios debe ser honrado como la fuente de toda buena dádiva y todo don perfecto, y que el confiar en Dios es el privilegio más grande de la vida. El deber solemne de los padres es impartir a sus hijos enseñanzas acerca de Jesús y de cómo pueden ser salvos. Los padres y las madres cristianas tienen que enseñar a sus hijos la mayordomía de las posesiones y de la vida, y ta.nblén a tener amor a la iglesia de Dios. El aumento de crímenes cometidos por los adolescente* es testimonio de que se ha fracasado en dar la debida instrucción en el hogar. EL CAHACTEB ES IMPORTANTE El jefe de la familia también debe ser un ejemplo de carácter cristiano. La vida de un hombre recibe su prueba más grande en el hogar. Nadie lo conocerá tan bien como los miembros de su familia. A menudo olvidamos nuestra influencia y nos queda bien esta descripción: “ángeles en la calle y diablos en el hogar." La familia fácilmente puede discernir entre lo que el jefe de ella finge ser y lo que es en realidad. Si él no tiene carácter en el hogar, no lo tendrá fuera del hogar. Aunque el hombre pueda adquirir todo, de nada le servirá si no tiene carácter. “De más estima es la buena fama que las muchas riquezas." El hombre que tiene malos hábitos no debe quejarse si sus hijos siguen su ejemplo. El hombre debe servir de modelo a sus hijos; por eso su lenguaje siempre debe ser limpio, sin profanidad; no debe decir historias obscenas, ni chismes, ni palabras hirientes de su vecino. La Biblia amonesta a los padres: "no provoquéis a ira a vuestros hijos" (Efe-sios 6:4). Esto significa que no debemos decir o hacer aquellas cosas que provocarían la ira o el resentimiento de los hijos. El hombre debe esforzarse a ser tan fino con los miembros de su familia como con los que no pertenecen a ella. El hombre debe ser ejemplo de honradez delante de su familia, pagando sus deudas. Debe enseñar confiabilidad siendo confiable. Ningún hombre puede Justificar sus fracasos mintiendo a su familia. Samuel Butler, en su libro The Way oí the Fleah (El camino de la carne) escribió: "El trabajo de toda persona, ya sea de literatura, de música, de pintura, de arquitectura o de cualquier otra coea, es siempre el retrato de si mismo, y mientras más trata de disimular, más claramente surgirá su verdadero carácter. DEBE DEDICAR TIEMPO A LA FAMILIA El esposo debe considerar que la familia necesita recreación y descanso. El tiene a su cargo las finanzas y no debe negarse a gastar dinero para la recreación y descanso de la familia. El hogar es el imperio de la mujer, pero no es su prisión. El llevar a la familia a comer fuera de casa de vez en cuando será grandemente recompensado al observar el aprecio de la familia. La participación del padre en los paseos campestres, las cenas al aire libre y las reuniones sociales de la iglesia contribuirán a la felicidad de los niños y de la esposa. 81 la familia vive y se divierte unida, se desarrollará en ella mayor solidaridad. El muchacho más feliz del equipo de béisbol será el que ve a un miembro de su familia sentado en las gradas. Tendrá más éxito en el drama que presenta la escuela, aquella niña que sabe que sus padres están sentados en el auditorio. Muchos hijos al llegar a la Juventud se amargan de la vida porque sienten que sus padres no les han dedicado suficiente tiempo. Esto es verdad particularmente cuando los dos padres han tenido vidas muy ocupadas y los niños han estado constantemente bajo el cuidado de nodrizas o en internados, y no han tenido una verdadera vida de hogar. Posiblemente algunas veces sea para el padre un sacrificio personal participar con su familia en ocasiones especiales. Sólo él sabe cuánto se sacrificó para asistir al primer cumpleaños o estar presente en el primer recital musical de sus hijos. 8ín embargo, ningún sacrificio personal eclipsará su interés en la vida de la familia. El hombre que después de tener familia sigue dando el primer lugar a su ambición personal, revela que no ha llegado a la madurez. EL HOMBRE DEBE TOMAR LA DIRECCION El padre no es simplemente otro miembro de la familia. La mujer cuyo esposo no toma la iniciativa ha sido privada de una verdadera dirección, y los niños aún más. (Pasa a la página 17) KL HOGAR CRISTIANO 7