Lección XIII. HERALDOS DEL REY Junio 24 de 1928. Revista:—Jesús, El Salvador. Primario: Aprendiendo a Oir. Recordemos lo que hemos aprendido durante el presente trimestre acerca de Jesús el Hijo de Dios: LECCION I. El Heroísmo de Jesús. ¿En qué consistía éste? Cuando Pedro confesó a Jesús como el Cristo, el Hijo del Dios viviente, debería haber estado listo para comprender su oficio de Mesías; pero, como vemos en la misma lección al revelarles el Señor todo lo que tenía que sufrir lo “tomó aparte” y principió a reprenderle por querer ir a Jerusalem. Jesús bien sabía los sufrimientos que le esperaban; por su heroísmo se sublimiza más cuando a la vista del calvario exclama: “Padre mío. . . hágase tu voluntad.” LECCION II. Cristo se levanta de la Tumba. El domingo, primer día de la semana, Cristo se levantó triunfante de la tumba. Desde entonces los cristianos recordamos su victoria sobre la muerte cada domingo. La resurrección de Cristo es la seguridad más grande del creyente acerca de la vida eterna. Si Cristo no hubiera resucitado de entre ios muertos, como dice Pablo: “nuestra fe sería vana.” ¡El Salvador del mundo es el Cristo viviente! LECCION III. Jesús Manifiesta su Gloria. La gloria de Jesús fué manifestada a sus discípulos de una manera maravillosa. Su superioridad sobre la Ley y los Profetas fué proclamada por el Padre: “A él oíd.” Su divinidad fué afirmada una vez más: Este es mi Hijo amado. Su poder divino sobre los espíritus malos se manifestó y el joven fué sano. LECCION IV. Jesús Desea que los Niños Vengan a El. Jesús es el mejor amigo de los niños. Nadie ha hecho provisiones más abundantes para su felicidad. Enseña la pureza del hogar para que el ambiente que los rodea sea el adecuado para su crecimiento físico y espiritual. Quita todos los obstáculos para que los niños se alleguen a El. LECCION V. Poniendo a Jesús Primero. La historia del joven rico ilustra admirablemente la necesidad que tienen los niños --------o________ Texto Aureo:—Escogeos hoy a quien sirváis.—Josué 24:15. APRENDASE DE MEMORIA J El cual fué entregado por nuestros delitos, y resucitado para 4 nuestra justificación. Romanos 4:25.