jetivo debe ser ayudarles a ver todos loe lados del asunto. La cuestión de los suegros debe ser afrontada con franqueza y simpatía. ¿Está uno de ellos demasiado apegado a sus padres? En ese caso el deber del consejero es señalar la necesidad de ur apartamiento normal de los padres a fin de establecer una mejor relación entre marido y mujer. Ambos deben tener suficiente madurez emotiva para asumir sus nuevas responsabilidades. Si viven cerca de las respectivas familias debe dedicarse un espacio de tiempo equitativo para cada una, a fin de visitarlas los domingos y oti-os dias especiales. Si se previene a los jóvenes que se pueden presentar malentendidos con los suegros en los asuntos de la vida diaria, se hallarán preparados para decir a sus padres con amor, pero firmeza: "Apreciamos toda su bondad y deseo de ayudamos; pero preferimos resolver nuestros problemas nosotros solos lo mejor que podamos. Por supuesto, les pediremos consejos de vez en cuando porque reconocemos su rica experiencia que nosotros no tenemos." El consejero investigará, si aún ellos no se lo han dicho, cuáles son sus intereses religiosos, y les ayudará a ver la importancia de la religión y su afiliación a la iglesia en relación a un hogar estable y la vida familiar feliz. Si vienen con creencias religiosas muy distintas, será necesario que el consejero les indique claramente los diversos medios por los que pueden llegar a un acuerdo armonioso. En cuanto a los amigos ¿tiene el novio sus amigos y la novia los suyos? 81 es así, necesitan hacer un plan mediante el cual los antiguos amigos no monopolicen el tiempo de uno u otro, sino que se forme un grupo de amigos comunes. Estrechamente relacionado con este asunto está el de la vida social y la recreación. 81 hay una gran diferencia en los intereses de cada uno vendrán las desavenencias; cuando menos la pareja carecería de una unidad completa tan necesaria para la mayor felicidad. Se les debe ayudar a ver el asunto en su totalidad y cómo mediante un pequeño sacrificio de parte de uno de ellos y un esfuerzo para interesarse en los gustos del otro, se conseguirá un equilibrio feliz. ¿Está interesada la joven en el trabajo o profesión de su novio? ¿Hay algo que no le guata en ello? ¿Será necesario que vayan a vivir a un lugar que a ella no le gusta? ¿Son las horas de trabajo del esposo una causa de conflicto con la rutina de la casa o las actividades sociales? Los dos deben ser llevados a considerar la situación y llegar a un acuerdo satisfactorio. ¿Cuál es la actitud de. ambos en cuanto a los hijos, el número de ellos, su educación y disciplina? A lo menos el consejero puede ayudarles a Iniciar el estudio de esta importante fase de la vida familiar. Consideremos ahora la adaptación sexual. Algunos piensan que en la orientación prenupcial sólo se trata del sexo, pero importante como es, está lejos de ser todo. Un matrimonio puede fracasar a pesar de una buena adaptación sexual si los problemas psicológicos, las finanzas, los suegros, la religión, los amigos, etc., se convierten en elementos perturbadores. La armonía sexual es básica y el consejero debe estar tan bien preparado que pueda discutir cualquier aspecto de la misma con la mayor franqueza y libertad. Primeramente debe descubrir qué saben los jóvenes o qué no saben sobre el tema, su actitud hacia el mismo, qué han leído sobre ello; entonces estará preparado para contestar franca y honradamente cualquiera pregunte que le hagan. El consejero debe tener tanto conocimientos científicos como éticos a fin de dar a los novios los datos que necesiten saber. En este momento es cuando el consejero puede sugerir un examen médico para ambos, no meramente con respecto a las enfermedades venéreas según se re-queire legalmente en algunos países, sino un examen completo para ver si son físicamente aptos para asumir la responsabilidad de la paternidad. La idea de un examen médico, especialmente para la mujer, es más bien nuevo y se debe presentar con tacto para que los jóvenes comprendan la contribución que hará a su bienestar y felicidad en los años que han de venir. El consejero debe contar con la cooperación de un médico que comprenda y simpatice con la idea y se halle especialmente preparado para esta obra. En todas las entrevistas el consejero debe ayudar a los novios a reconocer la necesidad de la franqueza y sinceridad, de la comprensión mutua y la estimación recíproca, de la colaboración y el desinterés en todas las cosas. Otros puntos no mencionados aparecerán indudablemente y tendrán que ser tratados con los novios, pero los ya mencionados sirven como ejemplo de lo que el consejero encontrará, y ayudarán a la pareja a ver que sus problemas son semejantes a los de otros jóvenes. En cuanto a los métodos de orientación surge la pregunte sobre el número de las (Pasa a la página 19) 17 IL HOGAR CRISTIANO