taron a los judíos de varios modos. Ambos mensajes fueron despreciados. Juan presentó el evangelio de manera un tanto brusca, y el Redentor fue un gran conciliador. Las gentes eran como niños melancólicos que resisten todos los esfuerzos que uno hace para entretenerlos. ¿Somos nosotros diferentes? Si el predicador es impetuoso, decimos que esa no es manera de ganarlos para Cristo: si nos conmueve. decimos que tratar de despertar las emociones sin usar el juicio es malo. Dios usa los acontecimientos de la vida para salvarnos, ya sea por la prosperidad o por la adversidad, y muchas veces la gente resiste a ambos. No debemos dejar que la conducta de los hombres nos desanime en nuestro esfuerzo de ser leales a Cristo. Oración: Señor, ayúdanos en nuestro esfuerzo de ser dignos de tu amor en este mundo pagano. Amén. M. 6 de febrero: ¿Qué es lícito? Mateo 12: 1-8. El conflicto que en esta ocasión tuvieron los fariseos y Jesús fue en cuanto a la observancia del día sábado. Los discípulos habían violado las reglas que los fariseos habían agregado a la observancia del sábado y que Jesús no seguía. David comió él sagrado pan (1 8am. 21:6); y los discípulos recogían trigo en día sábado. Hay una ley superior: la de las necesidades de los hombres. Los hipócritas siguen las ceremonias y observancias externas más que las cosas de mayor importancia. La defensa de Jesús fue que la ley no se quebrantaba cuando no había conflicto entre la mente del legislador y la intención del mandamiento. Erramos en el cumplimiento de nuestros deberes por la falta de estudio de las Escrituras para poder comprender la ley. El tener cultos, hacer obras de misericordia, y proveer alimento en nombre del Señor no es quebrantar la ley. Oración: Señor núes tío, ayúdanos a comprender el espíritu de tus mandatos. Haz que tu amor nos impulse a servirte fielmente. Amén. J. 7 de febrero: De más valor que las ovejas, Mateo 12:9-14. El hombre es de más valor que los animales. El hombre fue creado a la imagen de Dios y fue dotado de juicio y con el poder de pensar. Le fue dado libre albedrío, y también le fue dado dominio sobre los animales. El hombre supera a los animales porque goza de vida eterna. ¿Cuánto más vale el hombre que la oveja? El hombre puede leer la Palabra de Dios; aun los niños pueden leerla. El hombre es responsable de lo que hace1 puede vivir aún mejor de lo que vive ahora. Jesús evaluó tanto al hombre que creyó que valia la pena hacerse carne, convertirse en hombre, y sufrir la agonía de la cruz a fin de salvarlo. Además, hay gozo en el cielo cuando un pecador se arrepiente. El hombre es la corona de la creación. Oración: Señor, somos indignos de tu amor. Ayúdanos a vivir según tu voluntad v para el fin para el cual nos creaste. Amén. V. 8 de febrero: “He aquí mi siervo". Mateo 12:15-21. Jesús sabía que los fariseos procuraban matarlo. Se retiró de entre eUos a fin de darles tiempo a sus enemigos de desvanecer el enojo. No pensaba Jesús en vengar sus malas intenciones; no dio lugar al enojo. Las grandes multitudes lo seguían y él continuaba su obra de misericordia. En esta forma refutaba las falsas acusaciones; no permitió que el mal lo venciera, sino que venció el mal con el bien. Jesús no quería que se divulgara su fama. No existía en su corazón ninguna especie de ambición; estaba satisfecho con la aprobación de su Padre. Su conducta en esta ocasión cumplió una profecía de Isaías ds. 42:1-14). Si Cristo necesitó el Espíritu del Señor en esta ocasión, ¿cuánto más lo necesitamos nosotros? Si Cristo no manifestó ostentación, ¿por qué la manifestamos nosotros? Si Cristo, quien es toda pureza, pudo ser manso con los que estaban en error, ¿por qué no lo somos nosotros? Oración: Señor, te damos gracias por tu ejemplo y por la promesa de tu Espíritu que nos envías para ayudamos a caminar según tus enseñanzas. Amén. S. 9 de febrero: “¿Será éste...?, Mateo 12:22-32. No es posible ser neutrales en asuntos de religión. Todos los que no están con Crist/» están en su contra, y tendrán que sufrir las consecuencias de su incredulidad, porque rechazan la salvación y porque ayudan a endurecer los corazones de otros. Esta pregunta se hizo cuando acusaron a Jesús de haber echado demonios por Beelzebub, principe de los demonios. En el campo de batalla de la vida ¿a qué lado estamos? En el campo de cosecha del mundo ¿a cuál interés servimos? El mundo es el campo de batalla y nosotros los soldados. Estamos luchando continuamente y estamos vestidos con arma- IL HOGAR CRISTIANO 33