Bibliografía

Libros recibidos: Del Editorial "La Aurora": Una Hila del Alba, por Renée de Benoit: La Firma de Gandhi, por Muriel Lester; La Antorcha de la Juventud. por A. Pereira Alves; Palabras Inmortales de Jesús y Misión de Jesucristo, por Luis Villalpando y Rosendo Souto; Visitas de Jesús y El Libro por Excelencia, por Sante Uberto Barbieri y Celestino Ermill; Dichos y Hechos de Cristo, por M. Garrido Aldama; El Arte de Narrar, por Ottilia O. de Chaves; y La Biblia en América Latina, por Carlos W. Turner. De A. Pereira Alves, su El Sembrador de Ideas (Baturrillo de un Solitario/.
Una Hija del Alba, por Renée de Benoit; Editorial "La Aurora," Buenos Aires, reimpresión hecha en 1950; rústica, 142 páginas.
Esta es una interesantísima colección de cartas escritas por Renée de Benoit, suiza, que sirvió como enfermera en su propio pais y en Francia y Bélgica, y quien fue a la India como misionera, en compañia de su esposo, Pedro Benoit. Sus cartas permiten descubrir el alma de una mujer cuyo deseo más intenso era vivir cerca de Dios y ser una inspiración para otros, lo cual logro.
Todo cristiano se inspirará con la lectura de este libro y sentirá el deseo de ser más útil a su Señor.
La Firma de Gandhi, por Mu-riel Lester; Editorial "La Auro
ra," Buenos Aires 1951; rústica, 54 páginas.
Aunque es pequeño este librito proporciona un cuadro vivo y simpático del gran caudillo Gandhi. La señorita Lester, conocida mundialmente por sus escritos y por sus trabajos a favor de las Fraternidades de Reconciliación. pasó mucho tiempo. en diferentes ocasiones, al lado de Gandhi, y aqui nos da la historia de esos contactos. La lectura es interesante e inspiradora. Su tesis es que Gandhi habia comprendido y practicaba los principios cristianos, aun cuando no le gustaba la institución occidental del cristianismo y no se llamaba a si mismo cristiano.
El Arte de Narrar, por Ottilia O. de Chaves; Editorial "La Aurora," Buenos Aires, 1951; rústica. 78 páginas.
Tal libro nos hacia falta. Es un buen estudio del arte de narrar. que en sus diez capítulos trata: La Narración: Su Definición; La Narración: Su Valor; La Estructura de la Narración; Características de una Buena Narración; Pasos en la Preparación de una Narración; Secretos del Arte de Narrar; El Peligro de Señalar la Moraleja de la Narración; Narraciones Imaginarias; Narraciones Verídicas; y Un Poco de Psicología.
Aunque es relativamente breve. el libro constituye un buen manual par:, el narrador. Sus diez capítulos se prestan fácilmente a un estudio especial de cinco noches. Todo padre y maestro de niños debe estudiarlo.
Discursos a Mis Estudiantes, por C. H. Spurgeon; Casa Bautista de Publicaciones, El Paso, 1950; 335 páginas; rústica. $1.25; percalina, $1.75.
Tal vez el mismo nombre de Spurgeon basta para indicar que este tomo será de incalculable valor para todo ministro y seminarista; pero, de no ser asi, una lectura casual del libro convencerá a cualquiera de que es un libro que debe leerse y releerse, meditarse y asimilarse. Spurgeon, aquel "principe de los predicadores," ha extraído del gran caudal de su rica experiencia, muchos consejos prácticos sobre todas las fases del ministerio. Trata de la vida del ministro, de su vocación, de la oración privada y pública, de la elección de temas y textos, de la espiritualización, de la voz, la atención, el hablar espontáneo, el desánimo, la conducta del ministro y su biblioteca. Ninguno podrá estudiar este libro sin recibir beneficio de él y mejorar su ministerio.
El Sembrador de Ideas, por A. Pereira Alves; Casa Unida de Publicaciones, México, 1951; 180 páginas, rústica.
Pereira Alves es otro autor que no necesita introducción ni elogios, por bien conocido entre todo el pueblo evangélico. Como era de esperarse, nos ha dado otro libro lleno de filosofía práctica y consejos útiles, tanto para los adultos como para los jóvenes. Aqui hay cincuenta ensayos, cada uno completo en si, con un mensaje que vale la pena leer y poner en práctica.
El hecho de que un libro sea mencionado en esta sección bibliográfica no constituye aprobación del mismo; suplicamos a los hermanos lean lo que decimos referente a cada libro. Los libros de otras editoriales deben pedirse a ellas, si no se indica específicamente que la Casa Bautista de Publicaciones las vende.—El Administrador.
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