26 El Mensajero Juvenil El Mensajero Juvenil 27 en los mejores resultados para la parte social de la U. B. de J. Intermedia. Algunos miembros de la comisión social no permiten a ningunos dos permanecer juntos por más de cinco minutos. 2. Reúnanse los fragmentos. Si la reunión se ha tenido en una casa particular en donde no abundan los criados, o en la casa del pastor, debe tenerse cuidado de que se ayude tanto como sea posible a limpiar y a poner las cosas en orden después de la reunión. Celébrese en el templo o en una casa, nada debe quedar después de la reunión, excepto aquellas cosas que dejen buenos recuerdos. LA NECESIDAD Los jóvenes necesitan la vida social. Es una proclividad dada por Dios y es preeminentemente característica. Es inútil intentar ahogar el impulso social, pero es posible encarrilarlo y desarrollarlo para bien y para altos y nobles propósitos. EL VALOR Nótense dos sugestiones hechas en el Manual Superior. 1. La membresía será fortalecida. Por medio de los esfuerzos de la comisión social, algunos pueden ser puestos en contacto con el lado espiritual de la obra. Aquellos que ya están en la obra se adaptarán mejor y se harán más listos por el elemento social. El violín toca más dulce después de que las cuerdas han sido libradas de la tensión. 2. Serán vencidos los placeres mundanales. Corresponde a la comisión social demostrar que una persona no se ciega a las bellezas de la vida y muere para todos los placeres de ésta cuando se hace cristiana. Los placeres sociales son posibles en una atmósfera que eleva y hace más puro. No es .necesario que los jóvenes busquen las influencias destructoras del carácter del reino social del mundo para satisfacer sus deseos sociales. No se tengan reuniones sociales de paga—una de esas reuniones en donde los jóvenes tienen que pagar para entrar, o una reunión que se hace con el propósito exclusivo de hacer dinero. Es mejor que la iglesia pague los gastos de las reuniones sociales y enseñe a los jóvenes a dar su dinero al Señor y para la obra del Señor en la forma indicada por el Señor. e EL CORISTA El corista tiene una gran responsabilidad en el éxito o fracaso de las reuniones semanarias. El buen canto hará que una sesión que de otro modo sería mediocre, que produzca muy buenos resultados y el canto pobre arruinará con frecuencia una sesión que de otro modo sería buena. Bien puede el corista entender y apreciar la responsabilidad que pesa sobre sus esfuerzos. 1. Se reúne con la comisión de programa. En la reunión que se tiene cada mes para arreglar los programas, deben escogerse los himnos para los programas del mes siguiente. El corista debe considerar su obligación de reunirse con la comisión de programa, como el deber más sagrado, y no debe permitir que ningunas circunstancias, excepto las de fuerza mayor, le impidan estar ahí. 2. Arregla música especial. Para la música especial en la U. B. de J. Intermedia, el corista puede encontrar jóvenes en su membresía. Es mejoi que se haga que ellos canten sus solos, dúos y cuartetos y que presenten selecciones de violín y otros instrumentos, que llamar “profesionales” para tal servicio. Hay más de una razón perfectamente buena para hacerlo así. 3. Selecciona nuevos himnos. Los miembros de la U. B. de J. Intermedia deben aprender cuando menos un nuevo canto cada mes, el cual puede ser cantado en el período de apertura de cada sesión semanaria en el mes. Muchos de los antiguos himnos, “los mejores del mundo,” son nuevos (en efecto, enteramente desconocidos) para los jóvenes de esta época y generación. LOS CAPITANES. Los capitanes de los grupos tienen la dirección general de la obra en sus respectivos grupos, y son responsables de toda la obra de éstos, de cualquier carácter que ella sea. Por regla general el grupo refleja el caráqter del capitán; un buen grupo significa un buen capitán, y un grupo pobre un capitán pobre, aunque ha habido casos de buenos capitanes con grupos pobremente activos. I. Asigna nuevos miembros a sus grupos. Cada miembro nuevo debe .asignarse al grupo decidido por el líder y el presidente y capitanes de los grupos. Esto es mejor que poner miembros nuevos en el grupo por medio de cuya influencia hayan sido traídos estos nuevos miembros, simplemente por ese hecho. De este modo pueden conservarse balanceados los grupos, y también los jóvenes son preparados en el espíritu de “altruismo” de la U. B. de J. Los miembros del grupo 3 no están trabajando meramente por los intereses del grupo 3, sino que están trabajando para los mejores intereses de toda la U. B. de J. Intermedia. II. Desarrolla a cada miembro del grupo. 1. Por medio de la obra de las comisiones. Cada comisión debe tener un miembro en cada grupo, y por medio de éstos deben trabajar los capitanes con la mayor ventaja posible. Cada miembro de comisión debe cumplir con sus deberes de esa comisión, y el capitán debe ver que así lo haga. Esto significa el desarrollo de estos comisionados, lo mismo que el desarrollo individual de todos los miembros del grupo por medio de sus esfuerzos. 2. Por medio del programa de la sesión semanaria. Los capitanes de los grupos deben arreglar definitivamente el uso de todos y cada uno de los miembros de todo el grupo, excepto los inconversos, en el programa, cada vez que el grupo tenga éste a su cargo, ya en las lecturas bíblicas, o en la música especial, una parte en la discusión, o de alguna otra manera. 3. Por medio de las lecturas bíblicas diarias. Ninguna parte de toda la obra será de mejores resultados en la vida general de los miembros individualmente, lo mismo que en la vida de la U. B. de J., que las lecturas bíblicas diarias. El capitán debe ayudar al miembro de la comisión de instrucción en todo lo posible para alistar a cada miembro del grupo en estas lecturas bíblicas diarias. 4. Por medio de la vida social. Véase que a todos y cada uno de los miembros se les den las mismas oportunidades sociales, que ninguno quede sin tomarse en consideración, que ninguno sea distinguido y que la vida social sea magnificada por todos los medios posibles. Especialmente puede el capitán de grupo ver que cada miembro tenga facilidades para venir y regresar a las sesiones semanarias y a los servicios de predicación. III. Servir en la Comisión de Programa. Los capitanes de los grupos constituyen la comisión de programa con el presidente a la cabeza. Esta comisión no sólo tiene que arreglar regularmente los programas cada mes, sino que tiene que ayudar en todo lo posible para que las sesiones semanarias sean un éxito, teniendo un interés constante y una observación general en las sesiones. TENIENTES. Un miembro de la comisión de miembros en cada grupo puede llamarse teniente, y será su obligación desempeñar los deberes del capitán en ausencia de cualquier miembro, aunque ese miembro sea el mismo capitán del grupo.