I RESULTADOS DEL PROGRAMA EDUCATIVO ■ANUI *OD*I6UIZ Hagamos Provisión para la Vicia Social de Nuestros Jóvenes JOUfINA SILVA Dt BIN IT IT Aunque la educación cristiana, como materia de estudios no es nueva en nuestros Seminarlos, y como asunto práctico no es desconocida del todo en nuestras Iglesias bautistas, es sin embargo un asunto que hemos descuidado en demasía, y al cual no hemos dado toda la atención que merece. No Ignoramos que en muchos lugares el programa de educación cristiana es una cosa nueva, y que aun misioneros y pastores miran con desconfianza la efectividad, y los resultados que por su medio se pueden alcanzar. No obstante, creemos que la experiencia habla elocuentemente en favor de las actividades educativas en nuestras congregaciones. Un prejuicio que frecuentemente algunos manifiestan es el de que la educación cristiana es Importada, y que aunque ha dado óptimos resultados en los Estados Unidos, no ha sucedido lo mismo en otros lugares, por no adaptarse a la Idioslncracla de otros individuos y pueblos. Pero, francamente pretendemos desvirtuar esta Idea, y demostrar estos puntos: Primero: El Programa Educativo es efectivo en cualquier lugar. Segundo: Aunque varía la escala de progreso y de resultados, los MISMOS RESULTADOS se obtienen en todos los lugares. Y Tercero: El crecimiento de una Iglesia no depende de un programa educativo, sino del Espíritu Santo, pero un buen programa Integral de educación cristiana es un medio efectivo usado por Dies para el crecimiento de su obra y el desarrollo de sus hijos. L EL PROGRAMA EDUCATIVO ES EFECTIVO EN CUALQUIER LUGAR. Carecemos de estadísticas recientes que pudieran suministrarnos una Idea cabal de la situación de la obra en muchos lugares, pero ateniéndonos a experiencias personales y recientes, hagamos esta proposición de tipo general: Las Iglesias que tienen programa educativo sin distinción de lugar, crecen más que las que no lo tienen. Por ejemplo, una iglesia rural de un pueblecito de campo tenía todas sus clases de escuela dominical, divididas 12 en tres grupos bastante heterogéneos, y que hacían imposible una enseñanza adecuada de la Palabra de Dios. Un pastor que les visitó les exhortó a multiplicar el número de clases, y preparar nuevos maestres, lo cual ellos rápidamente hicieron con el resultado siguiente: a los 6 meses habían duplicado su matricula y su promedio de asistencia a la escuela dominical. Esto ocurrió en Cuba. En Costa Rica, una misión de un pequeño pueblo tenía alrededor de 30 miembros en la escuela dominical con pocas clases. Ellos prepararon un buen grupo de maestros y organizaron 4 clases nuevas. Hoy csal han duplicado su matrícula y también su asistencia. n. LOS RESULTADOS SON LOS MISMOS AUNQUE LA ESCALA FLUCTUE. Todos estamos de acuerdo en que la escuela dominical es la agencia evangcllstica por excelencia de la Iglesia: Por los maestros (ganadores de almas i; por los alumnos (Incon-versos en su mayoría y posibles miembros además); y por el libro de texto, la Biblia (el texto de evangelismo por excelencia). 81 esto es así la conclusión lógica es esta: Un resultado de una mejor organización (uno de los aspectos de la educación cristiana» es más alumnos y mejor asistencia, luego esto se traduce en mayor número de almas ganadas para Cristo. ¿Habrá alguien que niegue que si nuestras escuelas dominicales duplican o triplican su asistencia en esa misma proporción se aumenta nuestra posibilidad de ganar almas para Cristo? Conclusiones lógicas como ésta deben animamos a estudiar más a fondo lo que es y lo que hace un buen programa educativo. En un lugar puede ser más y en otro mucho más, pero siempre habrá resultados visibles y notables, ya que el plan de Dios tiene resultados en proporción al desarrollo y uso de los talentos que él nos ha dado. m. EL CRECIMIENTO DEPENDE DEL ESPIRITU SANTO PERO LA EDUCACION CRISTIANA ES UN MEDIO. Algunos han pretendido acusar a los que promueven la educación cristiana de Intentar llevar adelante la obra con organización y dando la espalda al Espiritu de Dios. Esto es un absurdo. El es la fuente de nuestro desarrollo, el motivo de nuestro trabajo, y el Impulso para que lo hagamos. Es decir el Espíritu Santo de Dios es nuestro sostén, nuestro animador, y es nuestro habilltador en la gran tarea en la cual estamos comprometidos. El no necesita ayuda, pero él se vale de innumerables medios para llevar adelante sus planes en el mundo. Y uno de sus medios de mayor efectividad es un programa de educación cristiana. ¿De dónde sacamos nosotros que el programa de educación cuenta con la aprobación del Espíritu Santo? En primer lugar, por el propósito del mismo programa: extender el reino de Cristo y edificar y usar a los cristianos. En segundo lugar, por las experiencias obtenidas en las cuales es evidente que esta obra permanece y crece y se supera más cada día porque cuente con el respaldo del Espíritu Santo. Y en tercer lugar, por la actitud de aquellos que la impulsan. Ellos dependen tanto del Espíritu Santo en su trabajo educativo, como un evangelista, o un pastor, o cualquier otro siervo del Señor pueda hacerlo. Podemos decir sin temor a dudas que la educación cristiana está acreditada en nuestro medio. Usemos sus recursos para gloria de Dios. EL PROMOTOR DE En nuestros esfuerzos realizados hasta aquí como Iglesia, para delinear un programa de Educación Religiosa que abarque la vida interior y exterior de la juventud, tal parece que hemos fracasado, o a simple vista damos la sensación que no estamos llenando el cometido que ellos reclaman de nosotros, ante el aspecto social que tanto necesitan y que hemos descuidado. No hay campo más propicio, ni oportunidad más preciosa para nuestras Iglesias, que la implantación de la religión de Cristo a través de la vida social de nuestros jóvenes. Sobre esto ha dicho el Dr. Betts; "La empresa más trascendental de una generación o de un pueblo, es la educación social de sus jóvenes. Es obra mucho más Importante que la política o la económica". Así es, cada joven que viene a nosotros en demanda de orientación y adiestramiento, por débil y miserable que sea, forma parte del programa que Dios tiene para el mundo por medio de su iglesia y es pues, una razón poderosa para que consideremos detenidamente la suprema oportunidad de tratar con la vida humana en plena formación. Nos parte el alma contemplar cómo jóvenes que conocimos ayer fueron dignos y decentes y que quizás nosotros intervenimos someramente en la formación de sus principios espirituales, pasan hoy por Banquete de los jóDenes de la Iglesia Bautista “El Calvario^, Habana, Cuba EDUCACION CRISTIANA nuestro lado con Indiferencia, desvergüenza y vicio sin Indicios siquiera de lo que recibieron. Y, ¿no seremos en parte culpables del fracaso espiritual de esos jóvenes? Nuestras Iglesias necesitan estudiar y planear algo mejor para ganar, mantener 'y dirigir a los jóvenes. Este desarrollo continuo en la vida religiosa de nuestros jóvenes, es más importante que los esfuerzos especiales de cultos de avlvamlento. El avlvamlento es un remedio, una medicina para curar los males ya formados, mientras que el tipo de educación religiosa que atiende la vida Interior y exterior de los jóvenes es una obra constructora, eficaz, maravillosa, para evitar el nacimiento del mal, y para lograr que lo que ha hecho un culto de avlvamlento, o un mensaje de la Palabra, no se pierda para siempre en la vertiginosa carrera del mundo. Conversando estas cuestiones con algunos compañeros Pastores he obtenido respuestas como éstas: “Es que los jóvenes algunas veces, para sentirse contentos y mantenerse bajo nuestra Influencia, quieren equivocadamente colocar el mundo dentro de la Iglesia y acomodan sus convicciones de acuerdo con sus Ideas absurdas". Todo esto es verdad; doy la razón al concepto que así tienen nuestros Pastores de muchos de nuestros jóvenes, pero... ¿Estamos nosotros tratando de sustituir en esos jóvenes, las ideas absurdas y equivocadas? ¿Nos hemos puesto honradamente a buscar una solución que ayude la vida social de nuestros jóvenes? ¿Les estamos haciendo crecer en sus aspiraciones, gustos, entretenimientos, y hemos dado tiempo, energía y lugar para este crecimiento? ¿Como pastores y misioneros, hemos demostrado en todo momento simpatía y gozo en oír, discutir y analizar lo que podríamos proporcionar a nuestros muchachos para que no vayan afuera a buscar ambiente y se queden? ¿Han ensayado ustedes un programa de actividades sociales en su iglesia que absorba la mente y el tiempo de los jóvenes de la misma? ¿Se han entregado a tomar el asunto en forma tan seria, como confeccionar el presupuesto de su Iglesia al principio del año? Otros hermanos Pastores nos responden: “Tengo mi tiempo muy ocupado en visitación, trabajo misionero, campañas, mensajes, cultos, etc., y la verdad es que cuando se le da mucha oportunidad a los jóvenes, traen problemas de difícil solución". También le doy la razón al anciano Pastor que asi responde, pero a su vez le pregunto: ¿No tenía usted los mismos anhelos en su juventud? ¿No deseaba usted que en la iglesia que usted creció y se desarrolló tuvieran un programa de actividades que fuera tan completo y tan acabado que le ayudara en su vida interior, en la solución de muchos problemas que usted mismo no podía resolver, en el entretenimiento sano y a la vez estimulante que le daba un nuevo concepto de la vida? Creo que todos hemos pasado por esas etapas y que nuestras aspiraciones no respondieron nunca a lo que nosotros esperábamos de nuestra Iglesia en ese sentido. Hace poco el departamento juvenil de la escuela dominical de la Iglesia Bautista "El Calvario" de la Habana, celebró su Semana Juvenil y creo que la expresión de los jóvenes agradecidos por lo que significó esa semana para ellos, es un reto y una idea de lo que podemos planear durante el año para nuestros jóvenes. Uno de ellos dijo: “Las actividades de esta semana debían procurarse por lo menos una o dos veces al mes. De esta ma- (Pasa a la página 32) 13