REVISTA EVANGELICA 181 Marzo lágrimas de emoción y de gratitud. Los tres, como prospondien-do a una apuesta^ glorificaban v bendecían al Señor. ¡Qué momentos más felices he vivido allí; jamás los olvidare. Puede ser que no volvamos a vernos en esta vida; pero, con seguridad, nos encontraremos "alia arriba,” en la bendita eternidad, ante el trono del buen Padre celestial, nuestro Salvador y Dios! Asi dijo el señor ministro, y según la historia, no volvieron a verse aquí; pero, él se acordaba con frecuencia de aquellos hermanos, como de fieles y nobles amigos. Las sorpresas en regalos que trecho en trecho enviaba el ministro a Marta contribuyeron para que en ei humilde hogar no se careciera de lo más necesario. La ociosidad es un pecado No hacer nada es servir al diablo. La ociosidad es peorque eCo^Xadne hombre tanto como laEn°tiempo de paz, Annibal tema a sus soldados ocupados en plantar Xs Comprendía que ia ociosidad los mcapacitaba PHLa ocSadteengendra el vicio. Los holga2anes Rentan al diablo. Los paj arillos que permanecen quietos se matan c ^HlUeTel gran judío, llevó a un estudiante vago al valle Hin-nom y le enseñó un estanque lleno de reptiles y que producra °1—Alliten^is^dijo el maestro, vuestro corazón y vuestra, vida. Venid conmigo a las montañas del Líbano, continuo el, y peTmaScamos un momento en las orUlas .le ¿«g* aguas puras y llenas de buenos peces, y sus riberas vesuaa de verdura: entonces veréis lo que será vuestra vida si dejais de ser perezoso y empezáis a ser activo. -c- HIGIENE Borra en tu espirito lo que sólo es 'Tento^eonS’^qué ímpetu de tus pasiones Pon limite al prese' __ senara en el está convenido sea para ti o para otro . , .Oue aigUien ha objeto que te ocupa, el principio de la sustancia. 6Que alguien na cometido una falta? Pues deja la falta donde esta.