LA VIOLETA. 133 Dzsciirso leído en el Tercer aniversario de la Sociedad Obreros sucursal No. i de Cadereita jFiinenea. Tener que hablar á un público ilus trado é inteligente, es tarea ardua aún para los sabios, con más razon para mí que caresco de las dotes que requiere la oratoria; pero aún siendo mujer y profana en la materia, no por eso deja de alberguarse en mi pecho un corazón que late con vertiginosidad y que se anima por grados, ante el objeto que reune aquí tan ilnstrada, como docta concurrencia. Deseara que mi voz resonara por todos los ámbitos del mundo, porque con ella canto las promesas del obre ro, las glorias de los hijos del trabajo, si Señores, las fiestas del trabajo; las del obrero, cuando como hoy tienen por objeto conmemorar un echo significativo, cual es el recuerdo del día en que se celebró un pacto de unión,que congregando bajo una sola aspiración y ante un solo principio á los hijos del taller, marcaba un paso más hacia los dominios del progreso,son las fiestas que mas satisfacción dejan en la conciencia del hombre y más horizontes abre á las conquistas del poder humano. Plugiera al Cielo que marchéis compactos y unidos, por que el principio de asociación es uno de los más gran des y nobles que el hombre tiene á su alcance para basar sus afectos, su bienestar, su ilustración, su poder y su grandeza. Vivid tranquilos y en dulce calma, que el obrero á medida que más indi na su frente sobre el taller, más la le vantn después ante el mundo de la civilización y del progreso. 1 Con sus encallecidas manos rompe las vestiduras que cubre los misterios de la Naturaleza y en su noble afán y constante trabajo hace esperimentar á la materia prima, las mil trasforma ciones que el arte ó la ciencia le dan á conocer después de creados por la infinita inteligencia del hombre mis m o. Y entre esos hombres, entre esos obreros humildes, en cuyo semblante resplandece la aureola del trabajo; en quienes parece que se ha agotado las fuerzas de la inteligencia á expensas de las fuerzas de la materia; de entre esos seres, surgen con frecuencia, portentosos genios, que legan á la humanidad opimos frutos; que le abren anchos y dilatados campos en donde recrear sus sentidos, en donde disipar sus horas de penas, en donde llenar sus necesidades intelectuales y morales y lo que es más noble aún y más benéfico, en donde encontrar nuevos medios de satisfacer sus más levantadas aspiraciones y aquellas exigencias, cada día más crecientes en la humanidad que son la base de su bienestar, pero que son producto de su progreso mismo. Y esos génios, no nacen aislados; no se crían solos, surgen de entre esos grupos, en donde cada uno de sus componentes, llena su contingente, que más ó menos importantes, forman un conjunto que muchas veces sorprende á sus propios autores, por lo portentoso de sus resultados, viniendo á ser esos centros de union, poderosos focos dinamogénicos de inteligencia y de hechos, esos grandes elementos, que constituyen el equilibrio social. El Círculo de Obreros de esta ciudad, corresponde fielmente'á las nobles miras de sus miembros y los tres años que lleva de existencia, una nube lijera quiso opacar el cielo purísimo de sus propósitos; pero gracias á los heroicos esfuerzos de sus nobles hijos, quedó deshecha la tempestad que se alzaba, y hoy sigue su marcha veloz y progresista. A la abnegación de sus nobles miem bros y á la confraternidad que los une, se agrega la no menos importan