LA VIOLETA. 69 que la mujer es la base de ella si así se puede decir. Pesadas en verdad, y altamente ofensivas á su dignidad, son las duras espresiones que algunos decepcionados arrojan á la mujer; pero no lo pueden hacer sino aquellos en cuyos corazones no existe, no digo ya un sentimiento generoso, ni aún siquiera tienen un rasgo de sano criterio. La mujer, ese ser tan interasante para la sociedad, tan esencial para la felicidad doméstica, debe ser educada desde su niñez: formándole un buen corazón, con obras de virtud y sabios consejos no muy tarde se de jará sentir su magnánima influencia en todas las clases sociales. La madre: manantial purísimo que riega el hogar con sanos consejos, fuente profunda donde se encierra toda la virtud, toda castidad y aun todo sentimiento grande y de donde brota la mejor semilla. Ella procura dulcificar todos los sinsabores que rodean á su esposo, cuando á su frente le velan los pesares bástale tan solo decir una palabra de consuelo para que desaparezcan; cuando molesto se presenta ante la compañera que el cielo le deparó y con quien unió sus destinos, meditabundo, congojoso y lleno de desesperación, y a quien nada le basta para volver á su estado normal: un sem blante halagüeño, unas cuantas caricias héchas por ella, quitan, borran de aquel corazón atribulado las ideas que le embargaban entrando á su es píritu el purísimo bálsamo que tanto necesitaba, pero para esto se requiere que la esposa haya estudiado muy minuciosamente su carácter, y pueda comprenderle sus mas íntimos deseos, adivinarlos si le fuere dable. He aqui la misión de la mujer como esposa. De aquí se deduce que la que cumple con los anteriores deberes, nece- sanamente cumplió como buena hija, porque las virtudes de la madre afluyen como á un rio los pequeños arro yos, y aquellos á su vez al océano, á nadie se le oculta que los deberes de una hija, son ser siempre obediente, aprovechar con oportunidad los consejos que reciba y nunca ser desdeñosa é incumplida con las órdenes que se le dan. La mujer: bello ideal de los poetas: objeto de un profundo estudio de los socialistas modernos, ha nacido para regar en el mundo flores y derramar un torrente de amor y ternura para todos los seres que la rodean,en dulzando la existencia de su compañero y procurando por cuantos medios le sugiere su perspicaz inteligen cia, hacerle más llevadera la vida. Agapiia Cantu de Cisneros. Monterrey, Septiembre de 1,893. 4 M^IA, En medio de mísera existencia De su voz la grata melodía Calma de penas la inclemencia, La tierna y simpática María. De rosa y clavel tiene su aroma, Del zenzontle su canto arrobador, El dulce gemir de la paloma Sin quejas de penas ni dolor. De la mañana tiene la sonrisa, La frescura de la noche grata Y la graciosa juguetona brisa En sus blandos cabellos se retrata. Tiene de Vénus el fulgor brillante, De la violeta superfumado aliento, De tierno corazón y amante, Llena de candor y sentimiento. FLzXVIA. Monterrey, Septiembre de 1,893.